(Histor. de la Iglesia Galicana, tom. 8, lib. 22, año de 1095).
Papa Urbano II (1088-1099)
Concilio de Clermont (1095): Este concilio es el punto de partida de la Primera Cruzada. Urbano II pronunció un famoso discurso en el que instó a los cristianos a tomar las armas para liberar Jerusalén y ofreció indulgencias a quienes participaran. Su llamado "¡Dios lo quiere!" encendió el fervor cruzado.
Papa Eugenio III (1145-1153)
Segunda Cruzada (1147-1149): Convocó la Segunda Cruzada mediante la bula "Quantum Praedecessores" en respuesta a la caída del Condado de Edesa en 1144 a manos de los turcos selyúcidas. Fue un gran impulsor de esta cruzada, que contó con la participación de Luis VII de Francia y Conrado III de Alemania.
Papa Gregorio VIII (1187)
Tercera Cruzada (1189-1192): Aunque su pontificado fue muy breve (solo 56 días), Gregorio VIII lanzó un llamamiento inmediato a la Tercera Cruzada tras la impactante noticia de la caída de Jerusalén en manos de Saladino en 1187. Promulgó la bula "Audita tremendi" para unir a los príncipes europeos contra Saladino.
Papa Inocencio III (1198-1216)
Cuarta Cruzada (1202-1204): Convocó la Cuarta Cruzada con el objetivo de reconquistar Tierra Santa. Sin embargo, esta cruzada desvió su rumbo y terminó con la conquista y saqueo de Constantinopla, capital del Imperio Bizantino, por los cruzados.
Quinta Cruzada (1217-1221): Aunque falleció antes de que comenzara, Inocencio III sentó las bases para esta cruzada en el Concilio de Letrán IV.