SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS, Virgen





3 de octubre del Año del Señor

SANTA TERESITA
DEL NIÑO JESÚS,
Virgen

Si tu ojo derecho es para ti ocasión de pecar,
sácalo y arrójalo fuera de ti.
(Mateo, 5, 29).


La rápida difusión del culto a Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz es uno de los acontecimientos más notables de la historia religiosa de nuestra época. Entró al Carmelo de Lisieux, a la edad de 15 años, en 1888, y murió en él el 30 de septiembre de 1897. En pocos años era conocida del mundo entero, y su caminito de sencillez y de perfección en las cosas cotidianas se hizo célebre en la espiritualidad cristiana. Numerosas gracias y milagros fueron atribuidos a su intercesión. Fue canonizada en 1925.


ORACIÓN

Señor, que habéis dicho: "Si no os hacéis semejantes a niños, no entraréis en el reino de los cielos", concedednos que imitemos de tal modo la humildad y sencillez de corazón de la virgen Santa Teresa, que logremos alcanzar las recompensas eternas. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN - EL CRISTIANO
DEBE SER CIEGO, MUDO y SORDO

I. Para ser dichoso en este mundo, para vivir en él santamente, hay que ser ciego para muchas cosas. Cierra los ojos a todo lo que pueda hacerte concebir malos pensamientos, causarte tristeza o inspirarte orgullo; no mires los defectos de tu prójimo, ni los tuyos. Dios mío, hazme ver la fealdad del pecado y la hermosura de la virtud. Aparta mis ojos para que no vean la vanidad. (El Salmista).

II. .Hay que saber ser mudo para vivir como cristiano. Cuando se presenta una ocasión de hablar bien de ti mismo, de hablar mal del prójimo, de faltar a la caridad, guarda silencio; porque generalmente sucede que quien habla mucho comete muchos pecados y profiere palabras que lamenta después amargamente. No hay nada más provechoso que vivir en el recogimiento, hablar poco con los demás y mucho consigo mismo. (Séneca).

III. ¿Para qué querer oír todo y saber todo? ¡Muchas palabras criminales, muchas maledicencias, muchos discursos impíos o atrevidos turbarán la paz de tu alma y despertarán en ella pensamientos vanos o peligrosos! El retiro te facilitará la observancia de los tres consejos que hemos dado. Retírate a la soledad, no con el cuerpo sino con el espíritu; la soledad del espíritu es la que se te recomienda, no la del cuerpo. (San Bernardo).

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo II, Patron Saints Index.


3 de Octubre del Año del Señor.
SANTA TERESITA
DEL NIÑO JESÚS,
Virgen
n. 2 de enero de 1873 en Alençon, Francia;
† 30 de septiembre de 1897 en Lisieux, Francia

Patrona de las misiones; enfermos; tripulación aérea, pilotos y aviadores; floristas. Protectora contra la tuberculosis.

Si tu ojo derecho es para ti ocasión de pecar, sácalo y arrójalo fuera de ti. (Mateo 5, 29)

+ Santa Teresa del Niño Jesús, Virgen, de la Orden de Carmelitas Descalzos, Patrona especial de todas las Misiones, cuyo tránsito se conmemora el día 30 de Septiembre.
+ En Roma, junto a la Puerta Mayor, san Cándido, Mártir.
+ En la antigua Sajonia, los dos santos Mártires llamados Ewaldo, que siendo Presbíteros, y comenzando a predicar allí a Cristo, fueron presos y muertos por los Paganos. Una gran luz, que apareció muchas noches sobre ellos, manifestó el lugar donde estaban los cuerpos, y de cuánto mérito eran sus almas.
+ El mismo día, los santos Mártires Dionisio, Fausto, Cayo, Pedro, Pablo y otros cuatro; los cuales primeramente sufrieron mucho siendo Emperador Decio, y finalmente, en tiempo de Valeriano, largamente atormentados de orden del Presidente Emiliano, merecieron la palma del martirio.
+ En África, san Maximiano, Obispo de Bagaya, el cual una y muchas veces cruelísimamente atormentado por los Donatistas, al fin, fue precipitado de una torre y dejado por muerto; pero recogido después por los transeúntes y curado con piadosa diligencia, no cesó de defender la fe Católica, hasta qué, ilustre por su gloriosa confesión, descansó en el Señor.
+ En León de España, san Froilán, Obispo de la misma ciudad, célebre por el celo de propagar la vida monástica, por su beneficencia para con los pobres, por las demás virtudes y los milagros.
+ En la diócesis de Namur, en Bélgica, san Gerardo, Abad.
+ En Palestina, san Esiquio, Confesor, que fue discípulo de san Hilarión y Compañero suyo en las peregrinaciones.
+ En Savona de Liguria, santa María Josefa Rosello, Fundadora del Instituto de Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia; a la cual, preclara por las obras de caridad, puso el Papa Pío XII en el número de las santas Vírgenes.

+ Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.

SI EL PAPA DICE QUE LO BLANCO QUE YO VEO ES NEGRO, NEGRO ES.

San Ignacio de Loyola

"Debemos siempre tener, para en todo acertar, que lo blanco que yo veo, creer que es negro, si la Iglesia hierarchica así lo determina, creyendo que entre Christo Nuestro Señor esposo, y la Iglesia su esposa, es el mismo Espíritu que nos gobierna y rige para la salud de nuestras ánimas; porque por el mismo Espíritu y Señor Nuestro que dio los diez mandamientos es regida y gobernada Nuestra sancta Madre Iglesia"


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ES UN DOGMA CATÓLICO


 Jean-Baptiste du Chilleau
Arzobispo de Tours


ES UN DOGMA CATÓLICO que para ser pastor legítimo hay que tener una misión canónica, y sólo al Sumo Pontífice es á quien compete la primacía de jurisdicción por derecho divino; sólo él puede dar la institución canónica & los Arzobispos y Obispos, de donde se deduce que todo Prelado que tomara su misión en otra parte, no sería más que un intruso.

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CUANDO S.S.LEÓN X PROHIBIÓ, BAJO EXCOMUNIÓN, EL FIJAR FECHAS A EVENTOS ESCATOLÓGICOS FUTUROS.


S.S.León X
Constitución Supernæ Majestatis præsidio
19 de diciembre de 1516
V Concilio de Letrán
3 de mayo de 1512 y el 16 de marzo de 1517
Sesión 11

"Pedimos a todos aquellos que ejercen la carga de la predicación o que la ejercerán en adelante...
De ninguna manera deben presumir de predicar o declarar un tiempo fijo para los males futuros, la venida del anticristo o el día preciso del juicio; porque la Verdad dice, no nos corresponde a nosotros conocer tiempos o estaciones que el Padre ha fijado por su propia autoridad. Que se sepa que los que hasta ahora se han atrevido a declarar tales cosas son mentirosos, y que por su culpa se ha quitado no poca autoridad a los que predican la verdad .
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Nota:
Algunos hipócritas inválidos disfrazados de clérigos, en sus luchas con otros inválidos, la han tomado con el Venerable Bartolomé Holzhauser (1613 – 1658), al que no me he leído ni me voy a leer, no dudando en condenarlo usando a S.S.León X (Constitución Supernæ Majestatis præsidio), por dar la fecha de nacimiento el 1855 del Anticristo y muerte del Anticristo en 1911; parece que dicha obra llegó a manos de S.S.Pío IX con la ya licencia e imprimatur, y que sepamos esta obra no fue llevada al Index librorum prohibitorum.


Dejo el Breve que el Soberano Pontífice S.S.Pío IX dirigió al traductor francés de la Interpretación del Apocalipsis (de Bartolomé Holzhauser), el Abate de Wuilleret canónigo, obra publicada por M, L. Vives, en París, Breve que viene en libro traducido al español con la licencia e imprimatur del Obispo de Serena el 2 de mayo de 1860.


MUY ESTIMADO SEÑOR,

La Interpretación del Apocalipsis que su celo acaba de traducir del latín al francés ha sido presentada al sumo Pontífice Pío IX con su muy respetuosa carta. Su Santidad, que muy bien se acuerda de usted, no ha podido hasta la fecha dedicar algún rato desocupado a la lectura de su obra; no obstante, me ha mandado expresarle los sentimientos de su alta benevolencia para con usted, dirigir las gracias que le son a usted debidas por el ofrecimiento de su libro, por prenda de su paternal afecto, a estos testimonios añade la bendición apostólica, deseándole siempre verdaderas prosperidades para el alma i para el cuerpo.

Quédame el aprovechar de esta ocasión para exprimir. le mis sentimientos de respeto, mui estimado Señor; y pido instantemente al Señor para usted todo gozo Y entera felicidad.

Su muy humilde, etc.

DOMINGO TIARAMONTI.
Secret. de su Santidad para las cartas latinas.


LOS SANTOS ÁNGELES DE LA GUARDA

2 de octubre del Año del Señor
LOS SANTOS ÁNGELES DE LA GUARDA

El Altísimo mandó a sus ángeles que cuidasen
de ti; los cuales te guardarán en cuantos
pasos dieres; te llevarán en sus manos;
no sea que tropiece tu pie contra la piedra,
(Salmo, 90, 11-12).


Los hijos de los reyes no salen sino escoltados de personas encargadas de velar por ellos y defenderlos en caso de necesidad. Pues bien, todos los cristianos se han vuelto, por su bautismo, hijos del Rey de los cielos. Es por esto que Dios da a cada persona un compañero fiel encargado de guardarla, conducirla y gobernarla. Este compañero es nuestro ángel de la guarda. Debemos, en este día de su fiesta, agradecer a la bondad divina por este singular favor; y, al mismo tiempo, dar gracias a estos espíritus bienaventurados por la solicitud con que velan sobre nosotros y nos acompañan desde la cuna hasta la tumba. Es la finalidad que persigue la Iglesia al establecer la fiesta de hoy.


ORACIÓN

Oh Dios, que, por inefable providencia, os dignáis enviar a vuestros santos ángeles para que nos guarden, conceded a nuestras humildes súplicas la gracia de ser sostenidas por su protección, y el gozo de ser en la eternidad los compañeros de su gloria. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN SOBRE
LOS ÁNGELES DE LA GUARDA

I. Admira la bondad de Dios que ha destinado a un príncipe de su corte a que vele sobre tu conducta. Tu ángel de la guarda día y noche se mantiene a tu lado; te defiende contra el demonio y las tentaciones; te inspira santos pensamientos; te desvía del mal; intercede por ti ante Dios. Agradece a Dios la bondad que te demuestra al darte un conductor tan fiel y tan caritativo, y ve en esta gracia una prueba de la estima que tiene de tu alma. Agradece a tu ángel custodio por los servicios que te presta; pídele los continúe hasta tu muerte.

II. Ten profundo respeto por tu ángel y demuéstraselo todos los días con alguna oración. No maltrates, no escandalices a nadie; acuérdate de la palabra del Señor que te prohíbe escandalizar a los pequeñuelos, porque sus ángeles ven siempre el rostro de su Padre. Estos ángeles vengarán el daño que hicieres a quienes están a su cuidado. Si trabajas por convertir a algún pecador, ruega a su ángel custodio que te ayude. Honra a tu ángel de la guarda. No hagas en su presencia lo que no harías en presencia de una persona respetable. (San Bernardo).

III. Considera a tu ángel custodio como al mejor amigo que tienes en este mundo. Él es fiel, no te abandonará en tus necesidades. Está infinitamente iluminado, consúltalo en tus dudas: no te engañará. Es poderoso para socorrerte: tiene más poder, más inteligencia y más fuerza que los hombres en quienes pones tu confianza. Escucha lo que te inspira. ¡Ah! si tuvieses un poco de fe, nada temerías, sabiendo que tu ángel está contigo.

*Así es, mis queridos hermanos. Honremos a nuestro santo ángel custodio, pidiéndole que vele por nosotros y nos ayude a atravesar este lugar de destierro que es la vida mortal de la manera más digna posible. Al igual que invocamos a nuestros santos patrones, también deberíamos consultar a nuestro ángel de la guarda, pues es un espíritu puro al cual Dios ha dotado de mayor poder y sabiduría que a los hombres que nos rodean. Pidámosle también que nos haga fieles imitadores de Cristo Nuestro Señor, para que crucifiquemos nuestros detestable orgullo y tratemos a los demás como quisiéramos que nos trataran a nosotros. Sigamos las santas inspiraciones que nuestro ángel nos envíe, sin temor alguno al cobarde respeto humano, y seamos muy humildes y comprensivos con quienes pecan por flaqueza o por ignorancia, procurando llevarles al bien mediante el ejemplo de nuestra conducta y nuestra conversación, que siempre debe tratar de cosas espirituales, de modo que quienes nos escuchen puedan sentirse edificados y puedan elevar el espíritu hacia el plano sobrenatural, pues el mundo está podrido de materialismo y ateísmo práctico, fomentados especialmente por la abominable Ramera de Babilonia o secta conciliar, la cual camina hacia su perdición arrastrando a millones de pobres ciegos con ella. Santos Ángeles Custodios, ¡velad por nosotros!

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo III, Patron Saints Index.

*Comentario de Un discípulo amado de N.S.J.C.


2 de Octubre del Año del Señor.
SANTOS ÁNGELES
DE LA GUARDA

El Altísimo mandó a sus ángeles que cuidasen de ti; los cuales te guardarán en cuantos pasos dieres; te llevarán en sus manos; no sea que tropiece tu pie contra la piedra. (Salmo 90, 11-12)

+ La festividad de los santos Ángeles Custodios.
+ En Roma, el suplicio de san Modesto Sardo, Levita y Mártir, el cual, en el imperio de Diocleciano, fue atormentado con el ecúleo y abrasado en el fuego. Su cuerpo, trasladado después a Benevento, fue colocado en una Iglesia que lleva su nombre.
+ En territorio de Arras, el triunfo de san Leodegario, Obispo de Autún, el cual, habiendo sufrido por la verdad muchas injurias y diversos tormentos, fue muerto por orden de Ebroíno, Mayordomo del Rey Teodorico.
+ En Nicomedia, san Eleuterio, soldado y Mártir, con otros innumerables, los cuales, falsamente acusados de haber puesto fuego al palacio de Diocleciano, todos por orden del mismo cruelísimo Emperador, eran muertos, a montones; descabezados unos, quemados otros en hogueras y otros precipitados en el mar.
+ El más insigne entre todos fue Eleulerio, que, por mucho tiempo atormentado y saliendo de cada suplicio más animoso, purificado en el fuego como el oro, coronó la victoria de su martirio.
+ En Antioquía, los santos Mártires Primo, Cirilo y Secundario.
+ El mismo día, san Gerino, Mártir, que fue hermano de san Leodegario, Obispo de Autún, y por orden del mismo Ebroíno, murió apedreado.
+ En Constantinopla, san Teófilo, Monje, el cual, por la defensa de las sagradas Imágenes, cruelísimamente azotado por el impío León Isáurico y relegado al destierro, pasó al Señor.

+ Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.

Mons. GAUME - ¿PARA QUÉ SIRVE EL PAPA? (II)

Sin el Papa no hay cristianismo

 

Mons. Jean-Joseph Gaume


II - ¿PARA QUÉ SIRVE EL PAPA?


Más bien deberíamos preguntarnos para qué no sirve el Papa. ¿De qué sirve la cabeza sobre los hombros del hombre?... ¡Pues! Lo que la cabeza es al cuerpo, el Papa es a la Iglesia. Sin cabeza no hay cuerpo; sin Papa no hay Iglesia; sin Iglesia no hay cristianismo.


Vamos a ver; todos vosotros, alfabetizados y analfabetos, hombres y mujeres, que discutís la cuestión romana con más ligereza, y tal vez menos ciencia, que una cuestión de teatro o de moda; que, en vuestra impaciencia por verla terminar, encontráis al Papa lento para ceder: ¿comprendéis el significado de vuestro lenguaje?


No teméis llamar al Papado una institución antigua, de la que el mundo ahora puede prescindir, y a quienes lo defienden les llamáis fanáticos. Aceptáis sin mucha dificultad la caída del trono papal. A vuestros ojos, no será más que una perturbación accidental del equilibrio de Europa, un shock incapaz de comprometer sus intereses, a lo sumo un simple daño, reparable a bajo coste. ¿Habéis pensado detenidamente?


Leed la historia. Sin el Papa, el mundo será como era antes del Papa. De una forma u otra, la esclavitud como base, Nerón por rey, Satanás por dios. Sois libre de negarlo. Los hechos son los
hechos. No hay ilustración, ni civilización, ni literatura, ni periodismo, ni pretensiones que lo hagan: entre el hombre y el paganismo con sus vergüenzas y sus crímenes, la historia nunca ha conocido, todavía no conoce sólo una barrera: es el Papa. Con él desaparece lo único que previene los crímenes y las vergüenzas paganas: la Iglesia y el cristianismo.


Mirad el mapa mundial. Sin el Papa, el mundo será como todavía es en China, en el Tíbet, en Oceanía: degradación moral, ignorancia, canibalismo, supersticiones sangrientas. En una pregunta donde sólo hay dos términos, buscamos en vano un tercero. No hay término medio entre el cristianismo y el satanismo. El hombre nació para adorar. Quien no adora al Dios Verdadero, adora al falso. Quien no adora al Dios Altísimo, adora al dios del inframundo. Quien no adora al Dios Espíritu, adora al dios materia, al dios metal, al dios carne, al dios vientre, como dice San Pablo, quorum Deus venter...


Cuestionad vuestros recuerdos. Sin el Papa, el mundo volverá a ser como era en Francia en 1795: Robespierre en la Convención, Fouquier-Tinville en el tribunal; Simon con su instrumento en la Place de la Révolution, Carrier en Nantes, Venus en Notre-Dame, la Bastilla por todas partes. A pesar de todos los certificados de probidad, honor y filantropía que nos gusta expedir en nuestro tiempo, no debemos jurar nada, excepto una cosa: sin el Papa no hay cristianismo. Y, sin el cristianismo, todo lo que se veía antes del cristianismo, todo lo que todavía se ve fuera del cristianismo, se puede volver a ver.


“No hay crimen”, dijo un gran genio, “cometido por otro hombre o por un pueblo, que no pueda ser cometido por otro hombre o por otro pueblo, si no es ayudado por Dios, que hizo a los hombres y a los pueblos".1


Para evitar el regreso de semejante fantasma, esa es la principal misión del Papa, para eso sirve el Vicario de Cristo.


1 Nullum est peccatum quod fecit homo quod non possit facere alter homo, nisi juvetur a Deo a quo factus est homo. (S.Aug., Solilog.) 

Continuará...

ELEGIDO ANTICANÓNICAMENTE, USURPADOR DEL PAPADO, ANTICRISTO

 

S.S.Nicolás II

 Si alguno, es elegido, ordenado ó entronizado con desacato de este nuestro decreto, promulgado por sentencia sinodal, que sea por la autoridad de Dios y de los Apóstoles Pedro y Pablo anatematizado en perpétuo con todos sus cómplices y excluido de la Santa Iglesia de Dios como un anticristo, un usurpador y un destructor de la cristiandad; que sobre este punto se le niegue toda audiencia, y que sea desposeído de todo grado eclesiástico que antes desempeñaba. Cualquiera que á él se hubiere adherido ó le haya tributado algún respeto como Pontífice, o tenga la pretensión de defenderlo en lo más mínimo, será fulminado con la misma sentencia.

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SE DESIGNA TIEMPO DEL ANTICRISTO


San Cesáreo de Arlés

 Y a propósito del diablo dijo: Y lo cerró, y puso el sello por encima de él para que no seduzca ya más a las naciones, hasta que se hayan cumplido los mil años. Como se ha dicho estos mil años son los que transcurren desde la Pasión del Señor, durante los cuales no le es permitido al diablo hacer lo que quiere porque no permite Dios tentar a sus siervos más allá de lo que pueden soportar. Pero después será soltado por un poco de tiempo, esto es lo que se designa como tiempo del Anticristo, durante el cual el diablo recibirá un poder más grande para perseguir. Y lo que dice: ¡Ay! ¡ay! la ciudad grande, se refiere a Babilonia. Sin embargo, es menester saber que no sólo es Babilonia la que persigue a los santos de modo que por su destrucción todos sean vengados; pues en todo el mundo Babilonia se encuentra en los hombres malos y en todo el mundo persigue a los buenos.


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COMENTARIO AL APOCALIPSIS SAN CESÁREO DE ARLÉS
(Atención el libro es la edición de los años 90 de la Ramera Conciliar)


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SAN REMIGIO, Obispo y Confesor





1 de octubre del Año del Señor
SAN REMIGIO,
Obispo y Confesor

Conforme a la santidad
del que os llamó, sed también
vosotros santos en todo vuestro proceder.
(1 Pedro, 1,15).

San Remigio, el gran apóstol de Francia, fue ilustre por la ciencia, la elocuencia, la santidad y los milagros que jalonaron sus largos setenta años de episcopado. Elegido por Santa Clotilde para instruir religiosamente al rey Clodoveo, su esposo, que había decidido abrazar el cristianismo, tuvo el santo obispo el consuelo de bautizarlo, con dos de sus hermanas, tres mil guerreros y muchas mujeres y niños. Destruyó los ídolos e hizo edificar iglesias. Murió hacia el año 533, casi nonagenario.


ORACIÓN

Haced, oh Dios omnipotente, que la piadosa solemnidad de San Remigio, vuestro confesor y pontífice, aumente en nosotros el espíritu de devoción y el deseo de nuestra salvación. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN SOBRE LA SANTIDAD
RESUMIDA EN TRES PALABRAS

I. La santidad puede resumirse en tres palabras: abstenerse, sufrir, emprender. Abstente de las cosas ilícitas y peligrosas, y a menudo aun de las permitidas. Prívate de los placeres de esta vida, y gozarás de los del cielo. No hay gozo más dulce, aun en esta vida, que privarse de un placer por amor de Dios. Señor, ¿cómo podría entregarme al placer viéndoos clavado en una cruz? ¡Existe un infierno para los voluptuosos, y me abandono yo a las delicias!

II. Hemos de sufrir ataques de la concupiscencia, del mundo y del demonio. Hemos de sufrir insultos de nuestros enemigos y perfidias de quienes consideramos amigos. En fin, seas quien fueres, te desafío a que me cites tan siquiera un día de tu vida en que no hayas sufrido. Reflexiónalo bien. El mundo es incapaz de satisfacer nuestros deseos, y la inquietud incesante de nuestra alma, en el seno mismo de la abundancia, es una prueba de que sólo Dios puede colmarla. Considera el estado de vida que te plazca, no hay descanso ni en el más oscuro ni en el más brillante. (San Euquerio).

III. Gran obra es nuestra santificación; es menester, para llevarla a cabo, trabajar seriamente por adquirir las virtudes cristianas. ¿Podrías acaso decir que posees alguna de ellas? No te desalientes sin embargo: para ser santo, basta quererlo. Examina qué te impide serlo, y verás que no son sino bagatelas, como aquéllas de que habla San Agustín: Estaba retenido por las frivolidades y las vanidades más miserables.

*En efecto, mis queridos hermanos. Estamos llamados a ser Santos y perfectos, como el Padre Celestial es Santo y perfecto, siendo muy conscientes de nuestra flaqueza y miseria naturales, pero aspirando siempre a ser mejores, con la ayuda fundamental de Dios Uno y Trino. En el mundo y sus vanidades jamás hallaremos reposo para nuestras almas, pues los placeres caducos y envenenados de esta pobre vida no pueden llenar nuestro corazón, sino que lo dejan siempre más hambriento y necesitado del verdadero amor y la verdadera paz que sólo Dios puede dar. Las inquietudes y distracciones mundanas hunden al alma cada vez más en la idolatría y el olvido de Dios, que es la mayor desgracia que existe, pues quienes se han entregado a satisfacer la triple concupiscencia de la carne, de los ojos y del orgullo jamás tienen suficiente y siempre buscan nuevas maneras de procurarse placer y deleites, aunque sea ilícitamente y suponga ofender gravemente a Dios. Por eso los pobres mundanos jamás despiertan de sus peligrosas ilusiones en esta vida, y cuando les llega la hora crucial de la muerte, su conciencia les muestra que gastaron toda su existencia en perseguir fantasmas y cazar moscas, casi literalmente, pero descuidaron aquello que era la única cosa necesaria, esto es, conocer a Dios por la Fe y amarlo por completo, abandonando el mundo y sus ficciones absurdas. Seamos, pues, ambiciosos como Dios quiere, de modo que aspiremos a los bienes de lo alto, dando de mano a las bagatelas por las que tantos infelices pierden su salud y su tiempo, para que vivamos únicamente en Cristo, por Cristo y para Cristo, Que San Remigio nos obtenga el desprendimiento de las cosas terrenas y los apegos sentimentales, haciendo que suspiremos únicamente por las virtudes teologales y cardinales, en las que debemos sobresalir para ir bien cargados de ellas a comparecer ante el Juez Eterno.

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo II, Patron Saints Index.

*Comentario de Un discípulo amado de N.S.J.C.


1 de Octubre del Año del Señor.
SAN REMIGIO
Obispo y Confesor
n. hacia el año 438;
† 13 de enero del año 533

Conforme a la santidad del que os llamó, sed también vosotros santos en todo vuestro proceder. (1 Pedro 1, 15)

+ San Remigio, Obispo de Reims y Confesor, que durmió en el Señor el 13 de Enero, pero es venerado especialmente en este día, a causa de la Traslación de su cuerpo.
+ En Roma, san Aretas, Mártir, y otros quinientos cuatro.
+ En Tournay de las Galias, san Piatón, Presbítero y Mártir, que, juntamente con san Quintín y sus Compañeros, caminó desde Roma a Francia a predicar el Evangelio, y después, en la persecución de Maximiano, consumado el martirio, pasó al Señor.
+ En Tomis del Ponto, los santos Mártires Prisco, Crescente y Evagrio.
+ En Lisboa de Portugal, los santos Mártires Verísimo y sus hermanas Máxima y Julia, que padecieron en la persecución del Emperador Diocleciano.
+ En Salónica, san Domnino, Mártir, en el imperio de Maximiano.
+ En Orbieto, san Severo, Presbítero y Confesor.
+ En Gante, san Bavón, Confesor.

+ Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.

MEDITACIONES DE SANTO TOMÁS DE AQUINO (I)


MEDITACIONES
DE SANTO TOMÁS DE AQUINO.


Primera parte - Sobre la vía purgativa.


1ª meditación - Del deseo que hay que tener de avanzar y adquirir la perfección.


La primera y más necesaria preparación que debe traer para hacer los ejercicios de manera útil, es tener un deseo muy grande de avanzar y adquirir la perfección a la que debemos esforzarnos. Ésta es la única cuestión que nos concierne, como dice San Pablo (1); todo lo demás está fuera de nosotros y no es capaz de hacernos felices; solo hay esto, trabajar para salvarnos y ganar el cielo, que debemos estimar o considerar como un negocio. David, dice Santo Tomás, llama a su alma mi única, “unicam meam” (2), ¿por qué? porque es sólo a ella a quien debemos amar, sólo por ella debemos trabajar. Todo lo demás, incluso si se trata de un imperio, o incluso del mundo entero, debe considerarse sólo como diversión.
¡Pobre de mí! Jesucristo dijo una vez a sus apóstoles: "¿De qué le serviría a un hombre ganar el universo perdiéndose a sí mismo? » (3). ¡Pues bien! ¿No sería una extraña locura perderse para ganar lo que nos resultaría inútil si alguna vez nos hubiésemos perdido eternamente? — Consideremos, pues, las tres razones por las que estamos obligados a trabajar, con todo el ardor y aplicación posibles, hacia nuestra perfección.

I. Porque sólo por esto hemos sido creado, sólo por esto Dios nos dio el ser y la razón;

II. Porque sólo para esto Dios nos ha puesto en la Iglesia, donde recibimos toda la plenitud de las gracias necesarias;

III. Porque sólo por eso Dios nos ha puesto en un estado de vida en el que nuestro deber es trabajar sólidamente por la adquisición de la santidad.

(l) Ut vestrum negotium agatis. I ad Thess, 4, 11.
(2) Ps. 34, 47.
(3) Quid enim prodest homini si mundum universum lucretur, animae vero suae detrimentum patiatur? Matth, 16, 26.


Continuará...


Mons. GAUME - ¿PARA QUÉ SIRVE EL PAPA? (I)




Mons. Jean-Joseph Gaume

¿PARA QUÉ SIRVE EL PAPA?


PRÓLOGO de la 2ª edición (1861)


La Revolución no se cansa de atacar a la Iglesia. Nosotros no debemos cansarnos de defenderla. No se contenta con reproducir sus ataques de anteayer: cada día inventa otros nuevos o rejuvenece los viejos. A medida que se acerca el resultado, la lucha se vuelve más sencilla. De hora en hora, el Santo Padre se convierte en el objetivo cada vez más marcado de la Revolución.

Hace unos días, M. E. de Girardin afirmaba, en la introducción de un nuevo panfleto contra la Santa Sede, que sin el Papa y sobre todo sin el Papa-Rey, el mundo no dejaría de ser cristiano; en consecuencia, que no sería ni menos civilizado ni menos feliz que con el Papa. En otras palabras, es preguntar para qué sirve el Papa y provocar la respuesta: que Europa es ahora lo suficientemente fuerte y la civilización lo suficientemente avanzada como para prescindir del Papa.

Si miramos de cerca, encontraremos el mismo error al final de todos los folletos, discursos, artículos periodísticos e incluso conversaciones revolucionarias en un mundo determinado. Se está formando una opinión muy pública en esta dirección. Incluso las personas honestas se dejan engañar: hasta el punto de que la seducción de los espíritus se ha convertido en el gran peligro de la situación.

El ataque exigía defensa. El ataque es directo, la defensa debe serlo también. El ataque es de ayer: la defensa no se debe hacer esperar.

De ahí las páginas que vamos a leer.


I - ¿PARA QUÉ SIRVE EL PAPA?

No, no es un sueño. Después de mil ochocientos años de cristianismo, a mediados del siglo XIX, un siglo, se dice, de progreso y de ilustración, en las asambleas legislativas, en las salas de estar, en los cafés, en los talleres, en la intimidad del hogar, tanto en el campo como en las ciudades, millones de criaturas bautizadas han venido a preguntar, con una seguridad angustiosa: ¿Cuál es el propósito del Papa, especialmente del Papa-Rey?

Formulada en términos más o menos similares, ¿qué significa esa pregunta?, preguntémonos uno por uno. Significa que la noción del Papado, tal como la estableció el Hijo de Dios mismo, está siendo alterada de manera aterradora. Significa que el principio, el fundamento de la Iglesia, pasa del estado de doctrina al estado de problema. Significa que el poder preservador de las sociedades civilizadas, cae en medio, si no de la hostilidad, al menos de la indiferencia, que se ha vuelto contagiosa incluso entre los cristianos.

En cuanto a lo que llamamos mundo, la caída del trono de San Pedro le conmueve menos que una suspensión de pagos, menos que una caída de la Bolsa. Ahí, ni un miedo más, ni un baile menos.

En medio de este descarrilamiento general, una sola palabra sobre el Papa Pontífice y el Papa Rey. ¿Y por qué esta palabra? ¿Para prevenir desastres? Ya no es el momento, la vieja Europa puede compararse a un barco desarbolado, empujado por el huracán y dispuesto a saltar la gran catarata del Niágara.

¿Por qué esta palabra? Por dos motivos no carentes de gravedad. El primero, para resumir brevemente todo lo dicho sobre la cuestión pontificia, a fin de proporcionar a las almas rectas, en los días de peligro, un arma fácil y segura contra los sofismas revolucionarios. El segundo, para arrojar un último rayo de luz sobre el abismo sin fondo al que descenderá Europa sin el Papa.

Continuará...

S.S.GREGORIO XVI SOBRE EL CASO HONORIO


MAURO CAPPELLARI
S.S.Gregorio XVI
El Triunfo de la Santa Sede y de la Iglesia contra los ataques de los novadores (jansenistas)

Y primeramente obsérvese que en nuestro caso habiendo autores contemporáneos ó inmediatamente posteriores, á quienes no podía ser desconocida la intención de aquellos Padres, y que sin oponerse estos testifican ó suponen que no tuvieron intención de declarar hereje formal al Pontífice, basta que la fórmula de la condenación no excluya esta distinción, tanto más si parece que la exige. Pues así es: el Emperador mismo que nada replicó á la carta que le escribió León en su edicto puesto después de la sesion 8.2, distingue á Honorio de los demás herejes: Ad hoc et Honorium, horum hæreseos in omnibus fautorem, concursorem, atque confirmatorem. Hasta el mismo concilio hace esta distinción; porque habiendo condenado ya á los autores y defensores formales de la herejía, excomulga separadamente al Pontífice, no confundiéndole con los demás: Anathematizari præcipimus et Honorium, eo quod invenimus, per scripta quæ ab eo facta sunt ad Sergium, quia in omnibus ejus mentem secutus est, et impia dogmata confirmavit. Constantino, pues, le llama fautor, cooperador y confirmador del monotelismo; el concilio le anatematiza separadamente, dando por razón de la excomunión, que en su carta á Sergio in omnibus ejus mentem secutus est; es decir, porque condescendió con sus pretensiones, miras é intenciones; aunque ignoraba el fin que aquel se proponía, pues le ocultaron el misterio de la herejía con el velo de un celo ortodoxo; y porque confirmó las doctrinas impías con haber impuesto silencio. No se quiere admitir esta explicación? ¿Pues por qué añade el concilio: et impía dogmata confirmavit? Si el haberse conformado con la intención de Sergio significase haber abrazado sus herejías, era supérfluo añadir que confirmó sus impíos dogmas. El que abraza la herejía, la confirma en el mismo hecho de abrazarla; siendo así que se puede confirmar la indirectamente, por falta de cautela, sin error del entendimiento, y de consiguiente sin abrazarla. ¿Con qué fundamento se pretende pues que la intención del concilio fué condenar al Papa como hereje formal? Pero esta interpretación la necesitaban los novadores (jansenistas) para probar que estaba lejos el concilio de tener al Papa por infalible, y autorizar al mismo tiempo con este ejemplo el erróneo sistema de la falibilidad de la Iglesia en los hechos doctrinales. Por lo demás, se prueba que es inasequible la empresa de los contrarios, sin necesidad de recurrir á la profesión de fé que hacían los electos romanos Pontífices á la faz de la Iglesia excomulgando en ella auctores novi hæ retici dogmatis,&c. una cum Honorio, qui pravis eorum assertionibus silentium impendit. Si los contrarios se empeñan en la voz hereje se debe tomar siempre en un sentido tan riguroso, que nunca signifique sino el que es reo de una herejía formal, les recordaremos á Teogni y Eusebio de Nicomedia en el concilio Niceno, á Teodoreto y Juan, &c. en el Calcedonense, referidos por Bolgeni; y verán que también se llaman así generalmente los fomentadores, y defensores ocultos de la herejía...

[...]

 Las cartas de Honorio fueron condenadas como indirectamente heréticas, concedo, como formalmente, niego. Y hé aquí por tierra el monstruoso edificio levantado contra un autor tan benemérito de la Iglesia. Aquí se ve principalmente la fé que merecen los contrarios cuando interpretan á los Padres. El mismo concilio de que hablamos decidió también contra ellos: Hæreticorum proprium esse, circumtruncatas patrum voces deflorare



S.S.Honorio I


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EL ESPEJO DE LA CRUZ (XXVI)


CAPITULO 21 - Cómo el dolor de Cristo fue gravoso: considerando la condición y la cualidad de los que lo crucificaron.


Además, el dolor de Cristo se agrava si consideramos la condición de que lo ofendieron, y la de los que lo crucificaron. De cuatro clases de personas recibe el hombre injuria con más dolor que de las otras: de hombres que dicen ser amigos; de hombres a quienes se les ha hecho un gran servicio; de hombres considerados religiosos y santos; y de hombres viles e infames. Cristo fue ofendido por estas cuatro clases de personas.


En primer lugar por hombres que aparentaban ser sus amigos, porque fue traicionado y vendido por el discípulo Judas. Fue abandonado y negado por san Pedro, que le hacía grandes promesas diciendo: “Si todos los otros se escandalizaran, yo no me escandalizaré, y estoy preparado para morir contigo”. Fue abandonado por todos los apóstoles, que antes mostraron ser sus amigos y servidores; y le fue penoso no solamente porque fue traicionado sino el modo, que fue bajo apariencia de amistad. Por eso dijo a Judas: “Con el beso me traicionaste”. Y en el Salmo se lamenta de él diciendo: “Si aquél que siempre se mostraba enemigo me hubiese maldecido, habría tenido paz y soportado menos penosamente; pero soy traicionado por ti, hombre, que te mostraste amigo y compañero, y que comiste en mi mesa”. Y por eso me es más gravoso.


Además, se agrava este dolor pensando que recibió maltrato de hombres a los que había servido y hecho muchos beneficios, no solamente por predicar la verdad e iluminarla, sino por sanar a los enfermos, resucitar a los muertos, sanar a los tullidos, iluminar a los ciegos, y haciendo muchos otros milagros para su utilidad; ellos, siendo alimentados por Él en el monte cuando multiplicó el pan y el pescado, quisieron hacerlo Rey, y luego súbitamente se volvieron contra de Él, y todos juntos gritaban al unísono: “¡muera! ¡muera!, ¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!”.


Además, fue más penoso este dolor, porque entre esta multitud estaban los principales, es decir los príncipes de los sacerdotes y los fariseos, que eran hombres doctos y religiosos, y que debían tener discernimiento y calmar al pueblo. Porque cuando el hombre soporta injuria de algún hombre considerado malvado y desalmado, siente alguna consolación en esto, pues considera que mucha gente le tiene compasión y piensa que se le ha hecho injuria; pero cuando el hombre recibe ofensa de un hombre religioso y sabio, de buena fama, la gente común no puede creer que se le haya hecho una sinrazón ni injusticia; antes bien, creen que Él haya sido condenado justamente, es decir por un hombre justo. Y sin embargo el dolor es más gravoso puesto que es con más vergüenza e infamia, y nadie le tiene compasión. Por eso el dolor de Cristo fue sumamente gravoso: porque fue acusado y condenado por hombres de los cuales la gente común tenía buena opinión y los tenían por maestros y jueces, es decir de los príncipes y fariseos: de modo que ninguno podía creer que a Cristo le fuese hecha injusticia, ya que los maestros de la ley lo acusaban por impostor.


Además el dolor de Cristo se agrava por otro motivo, en cuanto que los que lo escarnecían y crucificaron fueron hombres de gran vileza y perfidia, como lo son los esbirros y los soldados que estaban con Pilato, y los peones de los Príncipes y de los sacerdotes, quienes por deseo de complacer a sus señores, como hombres pérfidos que eran, le hacían a Cristo muchos escarnios y muchas cosas crueles y viles. Por eso uno de los ministros, cuando el pontífice Anás le preguntó a Cristo sobre su doctrina, porque respondió: “Yo he predicado abiertamente, pregúntale a aquellos que la han oído”, le dio una fuerte cachetada y le dijo: “¿Así respondes Tú a nuestros pontífices?”.


Y vemos que tanto mayor es la injuria cuanto es hecha por personas viles, y especialmente cuando la persona que la recibe es honorable y de gran dignidad. Y por eso el dolor de Cristo en este sentido fue sumamente gravoso: porque fue engañado, recibió escupitajos, golpeado y maltratado por soldados canallas y hombres muy viles. En resumen, podemos decir que así como Cristo vino a morir por todo el género humano, así para crucificarlo y atormentarlo pareciera que se reunieron toda clase de personas, es decir judíos y gentiles, señores y vasallos, religiosos y laicos, maestros y discípulos, grandes y pequeños, hombres y mujeres, nobles y villanos, ricos y pobres, y de toda condición y estado. Y puesto que Cristo vino para hacer el bien a todos, de la misma manera recibió mal de todos.


Para agravar el dolor de Cristo sucedió también que el domingo anterior lo habían honrado mucho y lo recibieron con palmas y con ramos de olivos, con cantos y con gran procesión; e inmediatamente cambiaron a lo contrario. Y los que anteriormente lo habían llevado a Jerusalén montado sobre el asno, cantando y gritando: “Bendito es el que viene en nombre de Dios”, luego el viernes lo echaron fuera de Jerusalén con la cruz sobre el hombro, gritando: “¡Muera!, ¡Muera!. Crucifícalo!, crucifícalo!”. Y fue mucho mayor el gentío que lo echó de Jerusalén que el que lo recibió. Y así como el domingo lo recibieron con ramos de olivo en las manos, del mismo modo el viernes lo golpearon con varas y otros azotes. Y así como el domingo se quitaron el manto en honor de Cristo, extendiéndolos sobre el camino, del mismo modo el viernes le quitaron sus vestimentas, y lo dejaron desnudo en la cruz. He aquí cómo el inmediato cambio de honor a deshonor agrava el dolor de Cristo.

Continuará...



SAN JERÓNIMO, Presbítero y Doctor

30 de septiembre del Año del Señor
SAN JERÓNIMO,
Presbítero y Doctor


Del mismo modo que fuimos aprobados de Dios
para que se nos confiase su Evangelio,
así hablamos, no para agradar a los hombres,
sino a Dios, que sondea nuestros corazones.
(1 Tesalonicenses, 2, 4).


La vida de San Jerónimo, hombre rico de Panonia que se hizo bautizar en Roma y fue ordenado sacerdote en Antioquía, no es sino una serie ininterrumpida de trabajos emprendidos por la gloria de Dios. Secretario de S.S. el Papa San Dámaso, enseñó Sagrada Escritura y dio de ella, en latín, su famosa traducción conocida con el nombre de Vulgata, que aprobó el Concilio de Trento. Fue también el azote de las herejías. Su austeridad, sus continuos ayunos y su celo por la conversión de las almas, nos enseñan la virtud y el Evangelio más elocuentemente aun que sus palabras. Murió en el año 420, cerca de los 80 años de edad.


ORACIÓN

Oh Dios, que os dignasteis conceder a la Iglesia un admirable intérprete de las Sagradas Escrituras en la persona de vuestro confesor San Jerónimo, ayudadnos, en consideración de sus méritos, a llevar a la práctica la que enseñó con su palabra y sus actos. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN
SOBRE SAN JERÓNIMO

I. Este santo Doctor abandonó la lectura de los autores profanos, por quienes tenia una especie de pasión, a fin de entregarse de lleno al estudio de los Libros santos. ¿Hasta cuándo perseguirás en tus estudios sólo tu agrado y tu interés? Mira hacia dónde tienden tus vigilias y tus trabajos, y trata de santificarlos mediante la rectitud de tus intenciones. Acuérdate siempre que hay que atribuir a la virtud más valor que a la ciencia. Ama la ciencia, pero prefiere a ella la caridad. (San Agustín).

II. San Jerónimo dejó la Ciudad eterna, en la que era colmado de honores, y fue a buscar, en la soledad de Belén, un refugio contra los peligros del mundo. Examina las ocasiones que tienes de ofender a Dios, y abandónalas. En el desierto es donde Jesucristo y un gran número de santos después de Él triunfaron de sus ataques. La gloria del desierto es triunfar del demonio que venció a nuestros primeros padres en el paraíso terrenal. (San Euquerio).

III. El pensamiento del juicio fue lo que movió a este gran santo a retirarse a la soledad y a imponerse las más rudas mortificaciones. Es menester que el sonido de aquélla trompeta terrible que deberá citarte ante el tribunal de Dios resuene continuamente en tus oídos. ¿Estás pronto a dar cuenta de tu vida? Piensa en ello a toda hora durante el día, tiembla, como lo hacía este santo; abandona los placeres y abraza la cruz. Cuando el sonido de la trompeta haga temblar la tierra y a los que la habitan, tú estarás gozoso. (San Jerónimo).

*Así es, mis queridos hermanos. A las almas escogidas, Dios las lleva siempre al desierto y al abandono extremo, permitiendo que sean traicionadas por aquéllos en quienes confiaban, como pueden ser sus propios familiares, sus amigos, y hasta quienes consideraban ser sus hermanos en la Fe. Dios hace esto para separar a esas almas de la afición engañosa a los lazos de sangre y los afectos naturales como la amistad y los gustos comunes, porque nuestro Señor es un Dios celoso, y quiere ser amado en exclusiva como Él ama a sus elegidos, de ahí que no tolere ningún otro amor que no sea el suyo. Los grandes Santos han sido grandes penitentes, como San Jerónimo, y su amor por el desprecio y las austeridades nos enseña que no hay otro camino para conmover a Dios y moverle a enviarnos Sus gracias que mediante la aceptación serena y resignada de la cruz que Él ha tenido a bien enviarnos para separarnos del mundo y sus engaños y hacernos discípulos suyos. Que nadie se engañe ni se imagine poder llegar al Cielo por otro camino que no sea el de la cruz y la penitencia, pues si el Padre Eterno no perdonó ni a Su propio Hijo Unigénito Jesucristo, el cual era inocente de todo pecado y era la santidad misma, mucho menos nos va a perdonar a nosotros, que no somos sino despreciables pecadores orgullosos llenos de vanidad y sujetos a la concupiscencia de las pasiones. El camino al paraíso pasa obligatoriamente por la cruz y la muerte a uno mismo. Por tanto, formemos la santa resolución de querer vivir olvidados y ninguneados por todos, para que Dios vea nuestra abyección y se apiade de nosotros, levantándonos de nuestra miseria y abriéndonos el camino a la vida eterna. San Jerónimo, ora pro nobis!


Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo III, Patron Saints Index.

*Comentario de Un discípulo amado de N.S.J.C.


30 de Septiembre del Año del Señor.
SAN JERÓNIMO
Presbítero y Doctor de la Iglesia
n. hacia el año 347 en Dalmacia;
† hacia el año 420
Patrono de arqueólogos; bibliotecarios; archivistas; bibliotecas; estudiosos de la Biblia; traductores; estudiantes.

Del mismo modo que fuimos aprobados de Dios para que se nos confiase su Evangelio, así hablamos, no para agradar a los hombres, sino a Dios, que sondea nuestros corazones.
(1 Tesalonicenses 2, 4)

+ En Belén de Judá, el tránsito de san Jerónimo, Presbítero, Confesor y Doctor de la Iglesia, el cual, consumado en el estudio de todas las ciencias y hecho imitador de los Monjes perfectos, con la espada de su doctrina dio muerte a muchos monstruos de herejías, y finalmente habiendo llegado a la edad decrépita, descansó en paz y fue sepultado junto al Pesebre del Señor. Su cuerpo, trasladado después a Roma, fue colocado en la Basílica de santa María la Mayor.
+ En Roma, el tránsito de san Francisco de Borja, Sacerdote y Confesor, que fue Prepósito General de la Compañía de Jesús, varón memorable por la aspereza de vida, don de oración y por haber renunciado a las dignidades del siglo y rehusado las de la Iglesia. Su fiesta se celebra el 10 de Octubre.
+ En Lisieux de Francia, el tránsito de santa Teresa del Niño Jesús, de la Orden de Carmelitas Descalzos, muy esclarecida por la inocencia y sencillez de vida. El Sumo Pontífice S.S. Pío XI la puso en el catálogo de las santas Vírgenes, la declaró especial Patrona de todas las Misiones, y mandó que su fiesta se celebre el día 3 de Octubre.
+ En Roma, san Leopardo, Mártir, que fue de la servidumbre de Juliano Apóstata, y a quien le fue cortada la cabeza, y su cuerpo después trasladado a Aquisgrán.
+ En Soleure de Francia, el suplicio de los santos Mártires Víctor y Urso, de la gloriosa legión de los Tebeos, los cuales primero, imperando Maximiano, fueron atormentados con crueles suplicios, pero librados por una luz celestial que, resplandeciendo sobre ellos, hizo caer en tierra a los verdugos; después fueron arrojados al fuego, y, no recibiendo daño alguno, por último perecieron pasados a cuchillo.
+ En Plasencia, san Antonino, Mártir, de la misma legión.
+ El mismo día, san Gregorio, Obispo de Armenia la Mayor, el cual, en tiempo de Diocleciano, padeció muchos tormentos y por fin, imperando Constantino Magno, descansó en paz.
+ En Cantórbery de Inglaterra, san Honorio, Obispo y Confesor.
+ En Roma, santa Sofía, Viuda, madre de las santas Vírgenes y Mártires Fe, Esperanza y Caridad.

+ Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.

SI HAS CREÍDO, SOSTENIDO O ESTÁS DISPUESTO A CREER Y SOSTENER, QUE TODOS LOS ROMANOS PONTÍFICES

S.S. Clemente VI
Super quibusdam a Consolador

si has creído, sostenido o estás dispuesto a creer y sostener, que todos los Romanos Pontífices que, sucediendo al bienaventurado Pedro, canónicamente han entrado y canónicamente entrarán, al mismo bienaventurado Pedro, Pontífice Romano, han sucedido y sucederán en la misma plenitud de jurisdicción de potestad que el mismo bienaventurado Pedro recibió del Señor Jesucristo sobre el todo y universal cuerpo de la Iglesia militante.
si habéis creído y creéis tú v los armenios a ti sujetos que los Romanos Pontífices que han sido y Nos que somos Pontífice Romano y los. que en adelante lo serán por sucesión, hemos recibido, como vicarios de Cristo legítimos, de plenísima potestad, inmediatamente del mismo Cristo sobre el todo y universal cuerpo de la Iglesia militante, toda la potestativa jurisdicción que Cristo, como cabeza conforme, tuvo en su vida humana.

si has creído y crees que todos los Romanos Pontífices que han sido, Nos que somos y los otros que serán en adelante, por la plenitud de la potestad y autoridad antes dicha, han podido, podemos y podrán por Nos y por sí mismos juzgar de todos como sujetos a nuestra y su jurisdicción y constituir y delegar, para juzgar, a los jueces eclesiásticos que quisiéramos.

 si has creído y crees que en tanto haya existido, exista y existirá la suprema v preeminente autoridad y jurídica potestad de los Romanos Pontífices que fueron, de Nos que somos y de los que en adelante serán, por nadie pudieron ser juzgados, ni pudimos Nos ni podrán en adelante, sino que fueron reservados, se reservan y se reservarán para ser juzgados por solo Dios, y que de nuestras sentencias y demás juicios no se pudo ni se puede ni se podrá apelar a ningún juez.

si has creído y crees que la plenitud de potestad del Romano Pontífice se extiende a tanto, que puede trasladar a los patriarcas, católicos, arzobispos, obispos, abades o cualesquiera prelados, de las dignidades en que estuvieron constituidos a otras dignidades de mayor o menor jurisdicción o, de exigirlo sus crímenes. degradarlos y deponerlos, excomulgarles y entregarlos a Satanás.

si has creído y todavía crees que la autoridad pontificia no puede ni debe estar sujeta a cualquiera potestad imperial y real u otra secular, en cuanto a institución judicial, corrección o destitución.

si has creído y crees que el Romano Pontífice sólo puede establecer sagrados cánones generales, conceder plenísima indulgencia a los que visitan los umbrales (limina) de los Apóstoles Pedro y Pablo o a los que peregrinan a tierra santa o a cualesquiera fieles verdadera y plenamente arrepentidos y confesados.

si has creído y crees que todos los que se han levantado contra la fe de la Iglesia Romana y han muerto en su impenitencia final, se han condenado y bajado a los eternos suplicios del infierno.

si has creído y todavía crees que el Romano Pontífice puede acerca de la administración de los sacramentos de la Iglesia, salvo siempre lo que es de la integridad y necesidad de los sacramentos, tolerar los diversos ritos de las Iglesias de Cristo y también conceder que se guarden.

si has creído y crees que los armenios que en diversas partes del orbe obedecen al Romano Pontífice y con empeño y devoción guardan las formas y ritos de la Iglesia Romana en la administración de los sacramentos y en los oficios eclesiásticos, en los ayunos y en otras ceremonias, obran bien y obrando así merecen la vida eterna.

si has creído y crees que nadie puede pasar por propia autoridad de la dignidad episcopal a la arzobispal, patriarcal o católicon, ni tampoco por autoridad de ningún príncipe secular, fuere rey o emperador, o bien cualquier otro apoyado en cualquier potestad o dignidad terrena.

si has creído y todavía crees que sólo el Romano Pontífice, al surgir dudas sobre la fe católica, puede ponerles fin por determinación auténtica, a la que hay obligación de adherirse inviolablemente, y que es verdadero y católico cuanto él, por autoridad de las llaves que le fueron entregadas por Cristo, determina ser verdadero; y que aquello que determina ser falso y herético, ha de ser tenido por tal.