S.S. Pío XII
Breve Apostólico proclamando a San Gabriel Arcángel Patrono de las telecomunicaciones
Porque toda dádiva buena y todo don perfecto de arriba desciende, del Padre de las luces (Jac., I, 17), es de admirar la sabiduría divina cuando los hombres, usando de tantos y tantos inventos como el ingenio humano descubrió en los tiempos actuales, pueden, por mediación de la electricidad, ya transcribir con suma celeridad las palabras a personas ausentes, ya dialogar entre sí los hombres desde los puntos más distantes, ya transmitir por las ondas etéreas mensajes, ya, finalmente, presentar imágenes de hechos y cosas ante los ojos de los ausentes como si en realidad estuvieran presentes a ellos.
Estos instrumentos tan logrados, de admirable perfección artística, así como pueden fomentar el mal si no son utilizados como corresponde, de igual modo pueden producir inmenso bien encaminando su uso a fomentar las relaciones entre los hombres, a propagar y perfeccionar las ciencias y las artes, e incluso para una labor de difusión religiosa en cuanto que facilitan y han facilitado el que la voz del Supremo Pastor, desde la Sede de Pedro, pudiera llegar a todos resonando en todos los ámbitos como una inmensa alabanza de la Divina Majestad.
La Santa Madre Iglesia no sólo nunca se opuso al desarrollo de este progreso de los pueblos, sino que, por el contrario, se preocupó y se preocupa de fomentar, alentar y apoyar los estudios de esta clase, porque cuanto de verdad y de novedad se alcanza en la investigación científica viene a ser una prueba más de la sabiduría y poder divinos.
De ahí que consideremos muy oportuno poner estos maravillosos instrumentos, estas artes y a quienes a ellos se dedican bajo el celestial patronazgo de quien puede ayudarles sobrenaturalmente. Y como quiera que muchos y eminentes especialistas en esta materia de las más diversas naciones elevaron a Nos súplicas para que el arcángel San Gabriel, que trajo a la Humanidad envuelta en las tinieblas del pecado y ansiosa de redención el altísimo mensaje de la esperada regeneración, fuera proclamado Patrono de cuantos a estas artes se dedican y protector de sus organizaciones, hemos recogido gustosos estas preces, que, por otra parte, respondían a Nuestros propios deseos.
Por lo que, oído el Parecer de Nuestro Venerable Hermano Clemente, de la Santa Iglesia Romana Cardenal Micara, Obispo de Velletri y Proprefecto de la Sagrada Congregación de Ritos, después de madura deliberación, con ciencia cierta y en la plenitud de Nuestra Potestad Apostólica, en fuerza de las presentes letras y a perpetuidad, constituímos y declaramos a San Gabriel Arcángel celestial Patrono ante Dios de las comunicaciones, de sus especialistas y de cuantos prestan servicio en ellas, con todos los honores y privilegios litúrgicos que jurídicamente corresponden a los Patronos principales.
Así lo hacemos público y estatuímos por medio de las presentes letras, que declaramos firmes, válidas y eficaces y queremos surtan plenos y eficaces efectos...
Dado en Roma, junto a San Pedro el día 12 de enero de 1951, duodécimo de Nuestro Pontificado.
L'Osserv. Rom., 23-IV-51
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