Marín I (que en algunas listas de pontífices figura con el nombre de Martín II) fué el sucesor de Juan VIII. Era legado pontificio en Constantinopla y había observado de cerca el proceder de Focio, contra el cual se había declarado.
Entregó nuevamente el obispado de Porto a Formoso, quien, unido a la facción tosco-espoletana, se había puesto contra Juan VIII que le excomulgó.
Renovó la condenación de Focio, creándose la enemistad de Basilio, que no quiso reconocerle como papa.
Su breve pontificado se vió turbado por la guerra que le hizo Guido, duque de Espoleto, quien había usurpado los bienes de la Santa Sede, lucha que no cesó ni aun con la intervención de Carlos el Calvo, que él había llamado en su auxilio.
Tuvo el dolor de ver Monte Cassino destruída por los sarracenos y a sus monjes asesinados.
Es recordado como un pontífice sabio y piadoso.
Murió en 884, y le sucedió Adriano III.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945