S.S. Vigilo
Hemos recibido con mucho gusto las cartas que tu caridad nos ha dirigido, llenas de consultas católicas y de solicitud, bendiciendo la clemencia de nuestro Dios, porque se digna proveer de semejantes pastores a las ovejas que se encuentran en lo último del mundo, mediante los cuales puedan abundar los pastos saludables, y guardarse de la rapacidad del inicuo lobo, para no caer en los lazos que las tiende.
De modo que es cierto, que la gracia de la prometida bienaventuranza os asiste, toda vez que busquéis la perfección de las celestes doctrinas con preguntas tan laudables: pues esta escrito: Bienaventurados los que escudriñan los testimonios de Dios, los que de todo corazón le buscan.
Por lo cual, hermano carísimo, tratando con toda reflexión de lo propuesto en tu consulta, confiamos en que esto proviene también de que tú deseas observar la regla de la fe católica, como la enseña la Sede Apostólica.
Y aunque el sonido de aquellos, difundido por todo el orbe, y sus palabras extendidas hasta lo último de la tierra, hayan manifestado que los corazones de tu caridad son fieles a Cristo; sin embargo, por si algunas de estas cosas aun no han llegado con toda claridad a la iglesia que con auxilio de Dios gobiernas, recurres a la misma fuente de la que había manado aquella agua saludable; lo que hemos acogido con la debida caridad, porque quisisteis con confianza que se afirmara por nuestra respuesta lo que entre aquellos dijisteis era dudoso.
Por lo cual, saludando en el Señor a tu caridad, hemos creído deber enterarte de cuanto observa la autoridad de la sede apostólica acerca de la disciplina de la Iglesia Católica, formando también para ello algunos capítulos de santas reglas.
EPISTOLA DEL PAPA VIGILIO AL OBISPO PROFUTUROVIGILIO
https://www.google.es/books/edition/Coleccion_de_c%C3%A1nones_de_la_iglesia_espa/gPhAAAAAcAAJ?hl=es&gbpv=1&dq=papa+vigilio++ad+Profuturum&pg=PA1019&printsec=frontcover
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