VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

SAN BERNARDINO DE SIENA, Confesor



20 de Mayo del Año del Señor
SAN BERNARDINO DE SIENA,
Confesor

En todas las cosas muéstrate dechado de buenas
obras, en la pureza de la doctrina, en la integridad
de vida, en la gravedad de conducta.
(Tito, 2, 7).


La modestia y la pureza de San Bernardino eran tan continuas, que toda conversación indecente cesaba acercándose él. Todos los días visitaba una capilla de la Santísima Virgen, diciendo que iba a ver a su Madre. Abandonó el mundo para combatirlo y, durante dieciséis años, ni un día pasó sin predicar. La devoción que tenía al Nombre de Jesús hacía que lo llevara siempre sobre su corazón. Murió en el año 1444.


ORACIÓN

Señor Jesús, que habéis concedido a San Bernardino, vuestro confesor, un amor tan grande por vuestro Santo Nombre, dignaos, por sus méritos y su intercesión, difundir en nosotros el espíritu de vuestra divina caridad. Vos que, siendo Dios, vivís y reináis por los siglos de los siglos. Amén.


MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA DE
SAN BERNARDINO

I. Desde tierna edad descolló por un gran amor a la pureza. Su modestia era un freno que retenía a los más disolutos. Reprendía modestamente a los que tenían conversaciones indecentes. ¿Qué haces tú cuando delante de ti se pronuncian palabras demasiado libres? Si tienes autoridad sobre el culpable, repréndele su falta; si no, que tu silencio y tu actitud severa se lo hagan comprender. ¿Se podría decir de ti lo que Tertuliano decía de sí mismo: Mi sola presencia hace avergonzar al vicio?

II. Todos los días visitaba el santo una capilla de la Santísima Virgen. ¿Qué devoción practicas tú en honor de María? Te has comprometido a servirla; sé, pues, fiel en observar lo que le has prometido, y no pases ni un solo día sin tributarle tus homenajes, sea en una de sus iglesias, sea en tu casa, ante su imagen. Jesús nada rehúsa a María, y María nada rehúsa a sus servidores.

III. Tenía el Santo una singular devoción al Nombre de Jesús: sin cesar lo pronunciaba, y lo llevaba escrito sobre su corazón. Pronuncia tú, a menudo, este adorable Nombre, pero hazlo con devoción. En tus tristezas y tentaciones sírvete de él como de un escudo y de una espada, para rechazar y vencer al demonio. ¡Cuán dulce y consolador es el Nombre de Jesús! ¿Estás triste? Llama a Jesús en tu corazón. Que de tu corazón pase su Nombre a tus labios y la nube se disipará. (San Bernardo).

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo I, Patron Saints Index.


CUESTIONAMIENTO 31

Por José Augusto Ceccarelli



CUESTIONAMIENTO 31: 

La postura de los sedefinistas es herética.
Quiera Ud. con la Gracia de Dios, entenderlo también y volver a la verdad.

RESPUESTA 31:

Contrariamente a sus acusaciones, quienes falsifican deliberadamente la doctrina escondiéndose —al estilo ipse dixit— detrás de las protestas de sus líderes, repitiendo las mismas premisas que antaño esgrimieron tanto galicanos como jansenistas, en contra del dogma y la disciplina, sin demostrar ni siquiera aquello que dicen sin caer en alguna de estas doctrinas cismático/heréticas.

El Magisterio es muy claro y armónico respecto de aquel que es constituido como Fundamento de la Iglesia (tanto en sedeplena como en sedevacante) el mismísimo Romano Pontífice, quien  conjuntamente con su Suprema Autoridad Apostólica reflejada en el ejercicio del derecho exclusivo de atar y desatar —sin que nadie más pueda interponer condicionamiento alguno a sus disposiciones— reflejado a su vez en su Jurisdicción única y suprema sobre todo el orbe en materia doctrinal/disciplinar, tal como esgrime el Concilio Vaticano del siglo XIX [1].

Ahora, si sus pretensiones alegan por saltarse la nulidad prescripta [2] por Su Santidad Pío XII en la Vacantis Apostolicæ Sedis que recae directa e inevitablemente sobre el falso clero thucista/lefebvrista o conciliar, que a la fecha usurpan facultades papales y procuran esterilizar todo Magisterio que les condena como lobos que no entraron por la puerta del Redil [3]; quiera o no, está afirmando que las puertas del infierno prevalecieron por sobre la Iglesia y Pedro, que le recuerdo, son una misma cosa [4], por más que protesten que no lo son, o que Cristo y Pedro no constituyen una Única Cabeza rectora [5], que Romano Pontífice no ejerce toda la plenitud y la fuerza del poder de Cristo [6], o que, finalmente, someterse al Romano Pontífice no es de necesidad para la salvación [7], pero si subyugarse a sus falsos sotanados desechando la Piedra Angular.

El Magisterio católico es contundente al respecto, tanto en el poder de atar y desatar impedimentos dirimentes a los Sacramentos de parte de Su Santidad (Cum Ex A. Officio, «Apparatus a las Decretales de Gregorio IX» de S.S. Inocencio IV [8], Vacatis Apsotolicæ Sedis, etc.) como así también en caso de validez e ilicitud —por no recibir debidamente la misión canónica/jurisdicción/oficio [9]— tales ordenes no pueden ejercerse bajo ningún pretexto de necesidad [10]. Los canales o vías adecuadas que prescribe Cristo y sus Vicarios para la recepción sacramental son claras y no admiten otro marco que no sea el ya establecido. 

El contexto posteriormente configurado a la usurpación de la Sede y la Gran Apostasía final, está detallado en Mateo cap. XXIV por Nuestro Señor, que luego nos remite a Daniel XII, donde se enuncia la quita del Santo Sacrificio para cuando sucediese la abominación desoladora, que S.S. Pablo IV en la Cum Ex (la mismísima Bula que anula los antipontificados de Roncalli a Bergoglio) decreta que es la usurpación de un hereje sobre el solio pontificio máximo.

Es natural que, frente a semejante acontecimiento, uno se vea inicialmente pasmado, empero, profundizar en el legado pontificio —plenamente vigente—despeja toda duda, no las falacias del galicanismo y jansenismo desenfrenado que profesan los usurpadores.

Por último, si el Papa es la misma fuente del episcopado y el sacerdocio [11] ¿Cómo pretenden configurar uno que no devenga de esta única fuente? Evidentemente se lo hizo, pero al estilo protestante, fociano y de los mencionados anteriormente, viejos enemigos de la Iglesia en su infructuosa lucha contra quien es Fundamento y Piedra en donde se apoya toda la mole de la augusta religión [12] a perpetuidad. En consecuencia, o se elige por la actitud luciferina del non serviam (despreciando los mandatos divinos) o se acata en su totalidad al fiel ejemplo de Nuestra Bienaventurada Señora: «Ecce Ancilla Domini, Fiat mihi secundum Verbum tuum.»

REFERENCIAS: [1] «Proclamamos y declaramos, pues, que la Iglesia Romana, por disposición del Señor, tiene el primado de la potestad ordinaria sobre todas las demás, y que esta potestad de jurisdicción del Romano Pontífice, verdadera potestad episcopal, es inmediata: TODOS, PASTORES Y FIELES, de cualquier rito y dignidad, están obligados, hacia él, POR EL DEBER DE SUBORDINACIÓN JERÁRQUICA Y VERDADERA OBEDIENCIA, no sólo en lo relativo a la fe y las costumbres, sino también en lo relativo a la DISCIPLINA Y GOBIERNO DE LA IGLESIA, EN TODO EL MUNDO. De esta manera, habiendo salvaguardado la unidad de comunión y profesión de la misma fe con el Romano Pontífice, la Iglesia de Cristo será un solo rebaño bajo UN SOLO PASTOR SUPREMO. Esta es la doctrina de la verdad católica.» S.S. PÍO IX, PASTOR ÆTERNUS. 

[2] «Durante la vacante de la Sede Apostólica, el Sacro Colegio Cardenalicio no tendrá potestad ni jurisdicción alguna en los asuntos que pertenecieron al Sumo Pontífice en vida, ni gracia ni justicia, ni para exigir la ejecución de lo hecho por el Pontífice muerto; pero debe reservar todas estas cosas para el futuro Papa. Por lo tanto, DECIDIMOS QUE SEA NULO Y SIN EFECTO CUALQUIER PODER O JURISDICCIÓN PERTENECIENTE AL ROMANO PONTÍFICE. 

Las leyes aprobadas por los Romanos Pontífices, a través del grupo de Cardenales de la Iglesia Romana, NO PUEDEN SER ANULADAS, CORREGIDAS O CAMBIADAS DE NINGUNA MANERA, NI SE LES PUEDE QUITAR O AGREGAR NADA, O DISPENSAR DE CUALQUIER MANERA SOBRE ELLOS O CUALQUIER PARTE DE ELLOS… 

En efecto, si se hace o se intenta algo contrario a esta disposición, lo declaramos NULO POR NUESTRA SUPREMA AUTORIDAD. 

A NINGÚN HOMBRE, por lo tanto, se le permitirá romper esta página de Nuestra constitución, reglamento, abrogación, mandato, mandato, amonestación, inhibición, precepto, voluntad, o contravenirla con una aventura temeraria. Pero si alguno se atreve a intentar esto, sepa que INCURRE EN LA INDIGNACIÓN DE DIOS TODOPODEROSO, Y DE SUS BIENAVENTURADOS APÓSTOLES PEDRO Y PABLO.» S.S. PÍO XII, VACANTIS APOSTOLICÆ SEDIS. 

[3] «Enseña además el santo Concilio que en la ordenación de los obispos, de los sacerdotes y demás órdenes no se requiere el consentimiento, vocación o autoridad ni del pueblo ni de potestad y magistratura secular alguna, de suerte que sin ella la ordenación sea inválida; antes bien, decreta que aquellos que ascienden a ejercer estos ministerios llamados e instituídos solamente por el pueblo o por la potestad o magistratura secular y LOS QUE POR PROPIA TEMERIDAD SE LOS ARROGAN, todos ellos deben ser tenidos no por ministros de la Iglesia, sino por ladrones y salteadores que no han entrado por la puerta [Ioh. 10, 1; Can. 8].» DZ 1769.

[4] «El verdadero poder de que hablamos está declarado y afirmado con estas palabras: “Y LAS PUERTAS DEL INFIERNO NO PREVALECERÁN CONTRA ELLA”.

“¿Qué es decir contra ella? ¿Es contra la piedra sobre la que Jesucristo edificó su Iglesia? ¿Es contra la Iglesia? La frase resulta ambigua. ¿Será para significar que la piedra y la Iglesia no SON sino UNA MISMA COSA? SÍ; ESO ES, a lo que creo, la verdad; PUES LAS PUERTAS DEL INFIERNO NO PREVALECERÁN NI CONTRA LA PIEDRA SOBRE LA QUE JESUCRISTO FUNDÓ LA IGLESIA, NI CONTRA LA IGLESIA MISMA”. He aquí el alcance de esta divina palabra: LA IGLESIA APOYADA EN PEDRO, CUALQUIERA QUE SEA LA HABILIDAD QUE DESPLIEGUEN SUS ENEMIGOS, NO PODRÁ SUCUMBIR JAMÁS NI DESFALLECER EN LO MÁS MÍNIMO.

“Siendo la Iglesia el edificio de Cristo, quien sabiamente ha edificado su casa sobre piedra, no puede estar sometida a LAS PUERTAS DEL INFIERNO; ÉSTAS PUEDEN PREVALECER CONTRA QUIEN SE ENCUENTRE FUERA DE LA PIEDRA, fuera de la Iglesia, pero SON IMPOTENTES CONTRA ÉSTA”. Si DIOS HA CONFIADO SU IGLESIA A PEDRO, ha sido con el fin de que ese sostén invisible la conserve siempre en toda su integridad. La ha investido de la autoridad, porque para sostener real y eficazmente una sociedad humana, EL DERECHO DE MANDAR ES INDISPENSABLE A QUIEN LA SOSTIENE.» S.S. LEÓN XIII, SATIS COGNITUM.

[5] «QUE CRISTO Y SU VICARIO CONSTITUYEN UNA SOLA CABEZA LO ENSEÑÓ SOLEMNEMENTE NUESTRO PREDECESOR BONIFACIO VIII, de inmortal memoria, por las Letras Apostólicas Unam sanctam; y nunca desistieron de inculcar lo mismo sus sucesores. 

Háyanse, pues, en un PELIGROSO ERROR quienes piensan que pueden abrazar a Cristo, Cabeza de la Iglesia, SIN ADHERIRSE FIELMENTE A SU “VICARIO EN LA TIERRA”.» S.S. PÍO XII, MYSTICI CORPORIS CHRISTI.

[6] «El Romano Pontífice es sucesor de Pedro y compañero de Jesucristo en la grandeza del nombre; IN MAGNITUDINE NOMINIS, en la fuerza del poder, IN FORTITUDINE IMPERII, en la extensión del poder, IN AMPLITUDINE IMPERII, y en la plenitud del poder, IN PLENITUDINE IMPERII.» SANTO TOMÁS DE AQUINO, PÁGINA 631.

[7] «Ahora bien, esta potestad, aunque se ha dado a un hombre y se ejerce por un hombre, no es humana, sino antes bien divina, por BOCA DIVINA DADA A PEDRO, y a él y a sus sucesores confirmada en Aquel mismo a quien confesó, y por ello fue piedra, cuando dijo el Señor al mismo Pedro: Cuanto ligares etc. [Mt. 16,19]. Quienquiera, pues, resista a este poder así ordenado por Dios, A LA ORDENACIÓN DE DIOS RESISTE [Rom. 13,2], a no ser que, como Maniqueo, imagine que hay dos principios, cosa que juzgamos falsa y herética, pues atestigua Moisés no que "en los principios", sin en el principio creó Dios el cielo y la tierra [Gn. 1,1]. Ahora bien, declaramos, decimos, definimos y pronunciamos que SOMETERSE AL ROMANO PONTÍFICE ES DE TODA NECESIDAD PARA LA SALVACIÓN DE TODA HUMANA CRIATURA.» S.S. BONIFACIO VIII, UNAM SANCTAM, DZ. 469.

[8] «Dicen que el Papa puede hacer esto por el privilegio que le fue dado: Todo lo que atares en la tierra, etc. Lo cual hace que tenga este poder por [divina] institución y mandato.  Por lo cual debe ser obedecido en todas las cosas espirituales y en las que conciernen al alma, a no ser que sean contrarias a la fe o especialmente prohibidas para él.

Y ciertamente parece bien decir lo que dicen del Papa, QUE EL SUMO PONTÍFICE PUEDE ESTABLECER EN LA TEORÍA Y EN LOS HECHOS, QUE SI LOS SACRAMENTOS CONFERIDOS POR TALES PERSONAS NO SON VÁLIDOS, *EFECTIVAMENTE NO SERÁN VÁLIDOS.* También admitimos que puede impedir que los obispos crismen y los sacerdotes bauticen. Pero en este caso la prohibición no se aplica sin que haya una constitución que establezca cuando la colación del sacramento es válida,  incluso si se hace contra el mandato del obispo.» Apparatus a las Decretales de Gregorio IX, Su Santidad Inocencio IV 

[9] SACROSANTO CONCILIO DE TRENTO, CÁNONES SOBRE EL SACRAMENTO DEL ORDEN:

CAN. VII. IN FINE: Si alguno dijere que los que NO HAN SIDO DEBIDAMENTE ORDENADOS, NI ENVIADOS POR POTESTAD ECLESIÁSTICA, NI CANÓNICA, sino que vienen de otra parte, son ministros legítimos de la predicación y Sacramentos; SEA EXCOMULGADO.

CAN. VIII. Si alguno dijere, que los Obispos que SON ELEVADOS A LA DIGNIDAD EPISCOPAL POR AUTORIDAD DEL PONTÍFICE ROMANO, no son legítimos y verdaderos Obispos, sino una ficción humana; SEA EXCOMULGADO.

[10] «Tampoco deben nombrar, nombrar o confirmar a párrocos, vicarios, misioneros, ayudantes, funcionarios, ministros u otros, cualquiera que sea su título, para la cura de almas y la administración de los sacramentos, BAJO NINGÚN PRETEXTO DE NECESIDAD.» S.S. PÍO VI, CHARITAS.

[11] ✠ «Aseguraba el Papa S. Gelasio al fenecer el siglo v°, por estas palabras: “Los RR. Obispos antiguos, maestros de las iglesias y clarísimas lumbreras del pueblo cristiano, en el principio de su sacerdocio se dirigían a la Sede Apostólica de S. Pedro PIDIENDO LA CONFIRMACIÓN DE SU PROMOCIÓN AL EPISCOPADO.” En el mismo lugar dice, que LA ELECCIÓN DE TODOS LOS OBISPOS SIEMPRE HABÍA SIDO CONFIRMADA POR LA SEDE DE S. PEDRO; y que esta era prerrogativa antiquísima vindicada por los 318 padres del Concilio de Nicea, POR HABERLA VISTO APOYADA EN LAS SENTENCIAS DE JESUCRISTO, POR LAS CUALES CONSTITUYÓ AL SANTO APÓSTOL JEFE Y CABEZA DE LA IGLESIA.» El equilibrio entre las dos potestades. Los derechos de la Iglesia vindicados contra los ataques del Dr. D.F. de P.G. Vigil. Por el Reverendo Fray Pedro Gual, Tomo 3, Página 187.

✠ SU SANTIDAD PÍO IX, AMANTISSIMUS: «De hecho esta cátedra de Pedro ha sido siempre reconocida y proclamada como la única, la primera por los dones recibidos, brillando por toda la tierra en el primer rango, RAÍZ Y MADRE DEL ÚNICO SACERDOCIO, que es para las otras Iglesias no solamente la cabeza, sino la madre y maestra, centro de la religión, fuente de la integridad y de la perfecta estabilidad del cristianismo.»

✠ SU SANTIDAD INOCENCIO I, CARTA 29 IN REQUIRENDIS, A LOS OBISPOS AFRICANOS, DEL 27.I.417: «Deseamos seguir al Apóstol DE QUIEN PROCEDE EL EPISCOPADO MISMO y toda la autoridad de este nombre.»

✠ CANON 6 DEL CONCILIO DE CALCEDONIA DEL AÑO 451: «Nadie debe ser promovido al sacerdocio o al diaconado o a cualquier otro orden eclesiástico, a no ser que el promovido esté especialmente afiliado a una iglesia o a una ciudad o pueblo, o a un martirio o monasterio. En cuanto a los que han sido ordenados absolutamente, el santo concilio decidió que tal ordenación es inválida, y que NO PUEDEN FUNCIONAR EN NINGÚN LUGAR PARA DESGRACIA DE QUIEN LOS ORDENÓ.»

✠ SU SANTIDAD BONIFACIO I, MANET BEATUM, 11 DE MARZO DEL 422: «Lejos esté de los sacerdotes del Señor incurrir en el reproche de ponerse en contradicción con la doctrina de nuestros mayores, POR INTENTAR UNA NUEVA USURPACIÓN, reconociendo tener de modo especial por competidor aquel en quien CRISTO DEPOSITÓ LA PLENITUD DEL SACERDOCIO, Y CONTRA QUIEN NADIE PODRÁ LEVANTARSE, so pena de no poder habitar en el reino de los cielos: “A ti”, dijo, “te daré las llaves del reino de los cielos” ( Mt 16,19) . NO ENTRARÁ ALLÍ NADIE SIN LA GRACIA DE QUIEN TIENE LAS LLAVES.»

[12] «Esforzaos, pues, en defender y conservar con diligencia pastoral esa fe, y no dejéis de instruir en ella a todos, de confirmar a los dudosos, rebatir a los que contradicen; robustecer a los enfermos en la fe, no disimulando nunca nada ni permitiendo que se viole en lo más mínimo la puridad de esa misma fe. Con no menor firmeza fomentad en todos la unión con la Iglesia Católica, fuera de la cual no hay salvación, y la OBEDIENCIA A LA CÁTEDRA DE PEDRO sobre la cual, como sobre FIRMÍSIMO FUNDAMENTO, SE BASA LA MOLE DE NUESTRA RELIGIÓN.» S.S. PÍO IX, QUI PLURIBUS 

✠ EL PRIMADO ES PERPETUO CON CONTINUIDAD MORAL, NO CON CONTINUIDAD FÍSICA
Eloy Montero y Gutiérrez. Sacerdote y Catedrático de Derecho Canónico
Instituciones de Derecho CanónicoTomo II. P.130.

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PENTECOSTÉS


Por tanto, quien tiene el Espíritu Santo está dentro de la Iglesia que habla las lenguas de todos. Quienquiera que se halle fuera de ella, carece del Espíritu Santo. 

El Espíritu Santo se dignó manifestarse en las lenguas de todos los pueblos para que el que se mantiene en la unidad de la Iglesia, que habla en todos los idiomas, comprenda que posee el Espíritu. 

Un solo cuerpo -dice el apóstol Pablo-; un solo cuerpo y un solo Espíritu. 

Considerad nuestros miembros. El cuerpo consta de muchos miembros, y un único espíritu aporta vida a todos ellos. Ved que, gracias al alma humana por la que yo mismo soy hombre, mantengo unidos todos los miembros. Mando a los miembros que se muevan, aplico los ojos para que vean, los oídos para que oigan, la lengua para que hable, las manos para que actúen y los pies para que caminen. 

Las funciones de los miembros son diferentes, pero un único espíritu unifica todo. Muchas son las órdenes, muchas las acciones, pero uno solo quien da órdenes y uno solo al que se le obedece. 

Lo que es nuestro espíritu, esto es, nuestra alma, respecto a nuestros miembros, eso mismo es el Espíritu Santo respecto a los miembros de Cristo, al cuerpo de Cristo que es la Iglesia. 

Por eso, el Apóstol, al mencionar un solo cuerpo, para que no pensásemos en uno muerto, dijo: Un solo cuerpo. Pero te suplico: -¿Este cuerpo está vivo? -Sí, vive. -¿De dónde recibe la vida? -De un único espíritu.

Y un solo Espíritu.Central, pues, hermanos, la atención en nuestro cuerpo y doleos de los que se desgajan de la Iglesia. Cada uno de nuestros miembros realiza sus funciones mientras estamos con vida, mientras nos mantenemos sanos; si uno sufre por cualquier causa, todos los miembros sufren con él. 

Con todo, puesto que está en el cuerpo, puede sentir dolor, pero no puede expirar. ¿Qué es, pues, expirar sino perder el espíritu? Y ahora, si un miembro se separa del cuerpo, ¿le sigue, acaso, el espíritu? Se reconoce el miembro de que se trata: es un dedo, una mano, un brazo, una oreja; fuera del cuerpo tiene solamente la forma, pero no la vida. 

Lo mismo sucede al hombre separado de la Iglesia. Buscas en él el sacramento, y lo encuentras; buscas el bautismo, y lo encuentras; buscas el símbolo, y lo encuentras. Es la forma exterior; pero, si el espíritu no te vigoriza interiormente, en vano te glorías externamente del rito... 


SAN AGUSTÍN SERMÓN 268
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MARÍA EN LA FIESTA DE PENTECOSTÉS



El día de Pentecostés.-También lo tratamos en otro lugar y es cosa generalmente admitida por todos los teólogos. Algunos llegaron a opinar, que las lenguas de fuego no se repartieron entre los apóstoles, sino después de haberse asentado todas, como reconcentradas en una sola hoguera, sobre la Madre de Dios.
Lo que sí es cierto, que todos los dones y gracias que en este día recibieron los Apóstoles, pasaron antes por María; y si cada apóstol recibió una parte o porción de dones y gracias, como una lengua de fuego, María recibió la totalidad de los dones y de las gracias, como una inmensa hoguera.
Ninguno de los apóstoles estaba tan preparado como la Virgen para recibir al Espíritu Santo, y nadie debió recibir las gracias en la medida de María.


María en la fiesta de Pentecostés. Cuando los Apóstoles se retiraron al Cenáculo, después de la subida de Cristo al cielo, para prepararse con el retiro y la oración para la venida del Espíritu Santo, nos dice el evangelista SAN LUCAS que «todos perseveraban unánimemente en la oración con María, Madre de Jesús».

Es ésta la última vez que se menciona a la Santísima Virgen en la Sagrada Escritura, y se nos muestra en actitud orante. La Virgen con sus ruegos atrajo sobre la naciente Iglesia la plenitud del Espíritu Santo. Así parece sugerirlo el texto sagrado y así lo creyeron nuestros más ilustres doctores.
Y así lo indica también el Papa LEÓN XIII cuando en su Encíclica Jucunda, de 8 de septiembre de 1894, escribe: «Y como la sagrada obra de la redención humana no terminará antes de la venida del Espíritu Santo, prometido por Cristo, Nos contemplamos a la Virgen en el Cenáculo, donde, orando con los Apóstoles y por los Apóstoles con inefables gemidos, prepara a la Iglesia para recibir la plenitud de este mismo Espíritu, don supremo de Cristo, tesoro que no faltará en ningún tiempo.»

Y lo que entonces hizo la Virgen, lo sigue haciendo desde el cielo a través de los siglos en favor de todos los cristianos. No cambia Dios en sus maneras de obrar, y como entonces toda la gracia del Divino Espíritu se dio por la intercesión de María, así ahora todas las gracias y dones que el Espíritu Santo derrama en nuestras almas, se nos conceden también por los ruegos de esta Madre, benditísima.

 



LECCIONES MARIANAS
P.Ramón J. de Muñana

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SAN PEDRO CELESTINO, Papa y Confesor



19 de Mayo del Año del Señor
SAN PEDRO CELESTINO,
Papa y Confesor

Sed perfectos como vuestro
Padre celestial es perfecto.
(Mateo, 5, 48).


San Pedro Celestino mostró desde su infancia que había nacido para el cielo, pues, desde entonces, decía a su madre: Quiero ser un buen servidor de Dios. Después de haber estudiado las ciencias humanas, se retiró a la soledad para conversar familiarmente con los habitantes del paraíso. Jesucristo, su Santa Madre y su buen Ángel a menudo se le aparecían. Su fama de santidad lo elevó al trono de San Pedro; pero su humildad hízole dejar la primera dignidad del mundo para volver a su querida soledad. Murió santamente, después de haber fundado la orden de los Celestinos.


ORACIÓN

Oh Dios, que habéis elevado al bienaventurado Pedro Celestino al sumo Pontificado, y le habéis enseñado a preferir una vida humilde al brillo de la dignidad suprema, concedednos la gracia de despreciar, siguiendo su ejemplo, todas las grandezas del mundo, y llegar felizmente a las recompensas prometidas a los humildes. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN SOBRE LOS TRES GRADOS QUE HAY QUE SUBIR PARA LLEGAR A LA PERFECCIÓN

I. Todos debemos tender a la perfección cada cual en su estado. Tú, que estás en el mundo, observa por lo menos los mandamientos de Dios y de la Iglesia, no cometas nunca pecado mortal alguno y practica buenas obras: he ahí lo que Dios te pide; si lo haces, te salvarás. ¿Hay acaso algún mandamiento de Dios que no puedas cumplir? Tu avaricia y tus pasiones exigen de ti cosas mucho más difíciles, y tú las obedeces. Es el demonio quien manda, ¡Y se le escucha! (Tertuliano).

II. Para ser perfecto, no hay que contentarse con guardar los mandamientos, también hay que seguir los consejos que Jesucristo ha dado en el Evangelio: vivir en la pobreza, en la castidad y en la obediencia; éstos son tres votos que nos desapegan del mundo y de nosotros mismos para unirnos estrechamente al Señor. ¿Tú, a quien Dios ha concedido la gracia de llamar a su casa, con cuánta fidelidad cumples lo que le has prometido tan solemnemente?

III. Las almas que quieren llegar a la cumbre de la perfecci6n no sólo siguen los mandamientos y los consejos evangélicos. Son también fieles a las inspiraciones secretas por las cuales Dios les manifiesta su voluntad. Dios tiene grandes proyectos sobre ti: escucha lo que te dice en el fondo del corazón, no resistas las gracias particulares que te concede. No basta evitar el mal, es preciso también hacer el bien. Aquél que conoce el bien y no lo practica, comete pecado. (Santiago).

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo I, Patron Saints Index.

LOS AMIGOS DE LA CRUZ (San Luis Mª Grignion de Montfort) (10)

 

CARTA CIRCULAR A
“LOS AMIGOS DE LA CRUZ”

         SAN LUIS Mª GRIGNION DE MONFORT

«Que cargue con su cruz», con la suya propia. Que ese tal, que ese hombre, esa mujer excepcional -«toda la tierra, de un extremo al otro, no alcanzaría a pagarle» (Prov. 31, 10]-, tome con alegría, abrace con entusiasmo y lleve sobre sus hombros con valentía su cruz, y no la de otro; -su propia cruz, aquélla que con mi sabiduría le he hecho, en número, peso y medida exactos (Sab. 11, 21]; -su cruz, cuyas cuatro dimensiones, espesor y longitud, anchura y profundidad, tracé yo por mi propia mano con toda exactitud; -su cruz, la que le he fabricado con un trozo de la que llevé sobre el Calvario, como expresión del amor infinito que le tengo; -su cruz, que es el mayor regalo que puedo yo hacer a mis elegidos en esta tierra; -su cruz, formada en su espesor por la pérdida de bienes, humillaciones y desprecios, dolores, enfermedades y penas espirituales, que, por mi providencia, habrán de sobrevenirle cada día hasta la muerte; -su cruz, formada en su longitud por una cierta duración de meses o días en los que habrá de verse abrumado por la calumnia, postrado en el lecho, reducido a la mendicidad, víctima de tentaciones, sequedades, abandonos y otras penas espirituales; -su cruz, constituida en su anchura por todas las circunstancias más duras y amargas, unas veces por parte de sus amigos, otras por los domésticos o los familiares; su cruz, en fin, compuesta en su profundidad por las aflicciones más ocultas que yo mismo le infligiré, sin que pueda hallar consuelo en las criaturas, pues éstas, por orden mía, le volverán la espalda y se unirán a mí para hacerle padecer.


«Que la cargue», que la cargue: no que la arrastre, ni que la rechace o la recorte o la oculte. Es decir, que la lleve en lo alto de la mano, sin impaciencia ni tristeza, sin quejas ni murmuraciones voluntarias, sin componendas ni miramientos naturales, y sin sentir por ello vergüenza alguna o respetos humanos. «Que la cargue», es decir, que la lleve marcada en su frente, diciendo aquello de San Pablo: «en cuanto a mí, no quiera Dios que me gloríe sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo» (Gál. 6, 14], mi Maestro. Que la lleve sobre sus hombros, a ejemplo de Jesucristo, para que la cruz venga a ser el arma de sus conquistas y el cetro de su imperio (Is. 9, 6-7].


Finalmente, que él la grabe en su corazón por el amor, para transformarla así en zarza ardiente, que día y noche se abrase en el puro amor de Dios, sin consumirse (Ex. 3, 2]. «La cruz». Que cargue con la cruz, pues nada hay tan necesario, nada tan útil, tan dulce ni tan glorioso, como padecer algo por Jesucristo (Hch. 5, 41]. En efecto, queridos Amigos de la Cruz, todos sois pecadores. Entre vosotros no hay ninguno que no merezca el infierno (Prov. 24, 16; 1 Jn. 1, 10] -y yo más que ninguno-. Pues bien, es necesario que nuestros pecados sean castigados en este mundo o en el otro. Si Dios, los castiga en éste mundo (de común acuerdo con nosotros), el castigo será amoroso: la misericordia, que reina en este mundo, será quien castigue, y no la rigurosa justicia; será, pues, un castigo suave y pasajero, acompañado de consolaciones y méritos, y seguido de recompensas en el tiempo y la eternidad.

Continuará...



S.S.PÍO XII NO SUPRIMIÓ EN 1955 LA VIGILIA DE PENTECOSTÉS


S.S.Pío XII
Decreto de la Sagrada Congregación de Ritos simplificando las rúbricas de la misa y breviario de la Sagrada Congregación de Ritos simplificando las rúbricas de la misa y breviario.
(23 de marzo de 1955, publicado en el número 4, 1955, de Acta Apostolicæ Sedis, páginas 218 y siguientes)


De las vigilias
8. Son vigilias privilegiadas: la vigilia de la Natividad del Señor y la vigilia de Pentecostés.
9. Son vigilias comunes; la vigilia de las fiestas de la Ascensión del Señor, de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, Dan Juan Bautista, de San Pedro y San Pablo, de San Lorenzo. Todas las demás vigilias, incluso las que figuran en los calenda- particulares, se suprimen.
10. Las vigilias comunes que coincidan con domínica no se anticipan sino que se omiten.



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AYUNO Y ABSTINENCIA, VIGILIA DE PENTECOSTÉS Y TÉMPORAS DE VERANO


AYUNO Y ABSTINENCIA
Vigilia de Pentecostés
Sábado 18 

Témporas de Verano (o Segundas)
Son el miércoles, viernes y sábado de la primera semana
después de Pentecostés.
El miércoles 21, viernes 24 y sábado 25
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EL PAPA RECIBE SU JURISDICCIÓN INMEDIATAMENTE DEL MISMO DIOS


Según el Canon 219, que sigue la doctrina admitida siempre en la Iglesia, el Romano Pontífice, legítimamente elegido, en seguida que acepta su elección, obtiene por derecho divino la potestad de la jurisdicción suprema. Luego el Papa recibe su jurisdicción inmediatamente del mismo Dios; pues, de lo contrario, la recibiría mediante la confirmación de un superior, y ya sabemos que no existe ni puede existir ningún superior eclesiástico capaz de conferir al Papa la jurisdicción suprema, por lo mismo que no hay nadie que goce de ese supremo poder, aparte del mismo Papa.



***

SAN FÉLIX DE CANTALICIO, Confesor y SAN VENANCIO, Mártir


18 de Mayo del Año del Señor
SAN FÉLIX DE CANTALICIO,
Confesor

No juzguéis, a fin de no ser juzgados; con el mismo
juicio que juzgareis seréis juzgado.
(Mateo, 7, 1.2).


Unió este santo a una profunda humildad un fondo inalterable de alegría y dulzura. Hablaba poco, huía de la compañía de los murmuradores, tenía horror por todo lo que fuese capaz de herir la caridad. Las afrentas dejaban a su alma tranquila y serena. Al que lo insultaba, respondíale: Quiera Dios hacerlo santo. Entró en la Orden de los capuchinos, desempeñó el cargo de cuestor durante más de cuarenta años. Es el empleo que prefería, porque se exponía a mas desaires y desprecias. Murió el 18 de mayo de 1587.


ORACIÓN

Oh Dios, que cada año nos proporcionáis un nuevo motivo de alegría en la fiesta del bienaventurado Félix, vuestro confesor, haced, por vuestra bondad, que honrando la nueva vida que ha recibido en el cielo, imitemos también la que ha vivido en la tierra. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN SOBRE
LOS JUICIOS TEMERARIOS

I. A nadie juzgues. ¿Quién te ha constituido censor y juez de los demás? Usurpas la autoridad de Dios, y te expones a juzgar temerariamente. Los hombres, dice la Sagrada Escritura, no ven más que las apariencias, Dios sólo ve el fondo del corazón. Piensa que los demás valen más que tú; nunca podrás juzgar en demasía favorablemente sus acciones. Este hombre que miras como a pecador, acaso sea un gran santo. El mundo está lleno de juicios temerarios: el hombre del que ya habíamos desesperado se convirtió y llegó a ser santo. (Santo Agustín).

II. Si ves alguna acción exteriormente mala, no por eso condenes a tu prójimo; acaso su ignorancia o su buena intención lo justifican ante Dios. Si su falta es evidente, tampoco lo juzgues, a Dios le corresponde hacerlo. Acuérdate de aquel santo religioso que decía al morir: Nunca juzgué a los demás; espero que Dios no me juzgue, porque lo ha prometido en su Evangelio.

III. Cuando se cometa alguna falta en tu presencia, o se hable de las faltas de los demás, mira si no eres culpable de los mismos pecados. Considera su fealdad para concebir un saludable horror de ellos. Humíllate, agradece a Dios de que te haya concedido la gracia de no caer en el mismo desorden. Ten compasión de tu hermano, ruega a Dios por él. ¿Quién eres tú, tú que juzgas tan injustamente, tan audazmente, tan abiertamente al servidor ajeno? Entra en ti mismo, examínate, júzgate. (San Lorenzo Justiniano).

***


18 de Mayo
SAN VENANCIO,
Mártir

Lo que es agradable a Dios, es que, con la mira de
agradarlo, suframos los males y las penas que se nos
hace sufrir injustamente.
(1 Pedro, 2, 19).

   San Venancio, después de haber sufrido los tormentos más espantosos, fue arrojado a un esterco lero. Curado milagrosamente por un ángel, se presentó nuevamente ante el juez que lo había condena do. Mientras el santo hablaba, cayó el juez boca arriba y expiró exclamando: "El Dios de Venancio es el solo Dios verdadero, destruid vuestros ídolos". Los leones a los que fuera arrojado como alimento, en seguida, posternáronse a sus pies, mientras el santo predicaba la fe a los espectadores. En fin, después de haber sido arrastrado por entre zarzales y precipitado desde lo alto de una roca sin que sufriese mal alguno, fue decapitado a la edad de 17 años.

MEDITACIÓN
UN MÁRTIR ES UN
EXCELENTE PREDICADOR

   I. El cristiano que sufre generosamente por la causa de Jesucristo es motivo grande de júbilo para Dios y los elegidos. Es un espectáculo digno de toda la Corte celestial, ver un hombre que desafía las amenazas, los suplicios, los halagos de los tiranos, e imita, tanto cuanto puede, a Jesús crucificado. ¿No se abrieron acaso los cielos para que los bienaventurados fueran espectadores del martirio de San Esteban? No depende sino de mí proporcionar a Dios este espectáculo tan agradable a sus ojos: basta, para esto, sufrir con alegría todo lo molesto que me acaece.

   II. El mártir tiene oyentes en la tierra: son los infieles a quienes su heroísmo atrae a la verdadera fe. Así fue como Menas convirtió a Hermógenes. ¡Gran Dios! ¿Se puede acaso dudar de vuestra bondad, cuando se ve a los mártires colmados de consuelos en medio de los tormentos? ¿Se puede por ventura dudar de vuestro poder, cuando se contemplan los milagros que realizan? Si los mártires no experimentasen alivio alguno en sus suplicios, no soportarían con tanta paciencia la amargura de sus tribulaciones; todos podían comprender la violencia de sus torturas, muy pocos la dulzura de sus consolaciones. (San Agustín) .

   III. En fin, este excelente orador toca y con mueve los corazones de los fieles. Los cristianos más cobardes, a la vista de la sangre de los mártires, sentían renacer su coraje. Y aun hoy, ¿se puede acaso leer las vidas de estos ilustres atletas sin desear servir a un Dios tan bueno, y sufrir algo por su amor? Los mártires nos hablan todavía desde el cielo; nos ad vierten no perdamos, en la tranquilidad de la paz, la fe y la amistad de Dios que conservaron ellos en me dio de las pruebas de la persecución.

La paciencia
Orad por los países infieles.

ORACIÓN

   Oh Dios, que habéis consagrado este día por el triunfo del bienaventurado Venancio, vuestro mártir, escuchad las plegarias de vuestro pueblo, y haced que honrando sus méritos, aprendamos a imitar su constancia. Por J. C. N. S. Amén.



Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo I, Patron Saints Index.

NUESTRO CORAZÓN CHORREA SANGRE


S.S. San Pío X
A las Sociedades católicas de sport
1905

Nuestro corazón chorrea sangre al ver a tantos jóvenes que, habiendo olvidado que son cristianos, han obscurecido, por lo menos en ellos mismos su dignidad de hombres.

***

SAN PASCUAL BAILÓN, Confesor



17 de Mayo del Año del Señor
SAN PASCUAL BAILÓN,
Confesor

Quien conserva su vida, la perderá, y quien perdiere
su vida por amor mío, la volverá a hallar.
(Mateo, 10, 39).


Nació San Pascual de padres piadosos, pero tan pobres, que no pudieron enviarlo a la escuela. En cargado de cuidar los rebaños, tomaba consigo un libro, y rogaba a las personas que encontraba le enseñasen sus letras por amor a Dios. Por este medio, en poco tiempo llegó a leer y se perfeccionó así en el conocimiento de la religión. Después de haber consultado a Dios, creyóse llamado al estado religioso; y como estaba resuelto, decía, a morir pobre como había nacido, entró en un convento franciscano, donde quiso, por humildad, ser admitido en calidad de hermano lego. La Santísima Virgen, por quien tenía tierna devoción, obtúvole varias señaladas gracias, pero, fue célebre sobre todo por su amor al Santísimo Sacramento. Murió en Villarreal, cerca de Valencia, el 17 de mayo de 1592, alrededor de los 52 años de edad.


ORACIÓN

Oh Dios, que habéis adornado al bienaventurado Pascual, vuestro confesor, con un amor ardiente por los misterios adorables de vuestro cuerpo y de vuestra sangre, concedednos el vigor espiritual que él bebía en este banquete divino. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN SOBRE
LA SALUD y LA SANTIDAD

I. Amamos naturalmente la vida y tememos la muerte; así, nada ahorramos por conservar la salud del cuerpo: nos dejamos sangrar, cortar los miembros, ayunamos, tomamos medicinas amargas. ¿No serías un gran santo si hicieses por el cielo una parte siquiera de lo que haces por la tierra? Pero, ¡ay!, uno hace todo por el cuerpo y nada por el alma; hacemos todo por conservar una vida que nos es común con los animales, y nada por vivir eternamente. Cada día declinamos, cada día nos morimos, y nos creemos eternos. (San Jerónimo).

II. Debes moderar ese deseo que tienes de vivir mucho tiempo. Por corta que sea tu vida, bastante larga será si la quieres emplear bien. Cuanto más se prolongue tu vida tanto más terrible será la cuenta que debas dar a Dios. Y no te quieras persuadir de que al envejecer te harás más virtuoso: el agotamiento de tus fuerzas, las enfermedades y los hábitos más inveterados, te harán más difícil que nunca la práctica de la virtud.

III. Si amas la vida y la salud, ama la virtud y la santidad. La sobriedad, el ayuno, la templanza, mucho más sano te habrán de conservar que las prescripciones y regímenes de los médicos. Reprime tus pasiones: la intemperancia y los excesos han hecho morir a una infinidad de personas; el ayuno y la austeridad han hecho vivir a los antiguos anacoretas hasta una extrema vejez, sin enfermedades y sin incomodidad. En fin, las enfermedades son a me nudo el castigo de tus pecados al mismo tiempo que un remedio para las llagas de tu alma. Dios las envía para curarte, pero lo hace según su juicio, sin consultar al enfermo. (San Agustín).

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo I, Patron Saints Index.

EJERCICIOS ESPIRITUALES DE SAN IGNACIO DE LOYOLA (III) por Aloysius Bellecius SJ


LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES DE SAN IGNACIO DE LOYOLA 
(Aloysius Bellecius SJ, Madrid, 1867). 


Punto tercero.


Es preciso servir á Dios de la manera que Él quiere. ¿Puedes ponerlo en duda? ... ¿Cómo ? Ni aun el labrador sufre que el criado que ha tomado para su servicio , le trabaje de una manera diferente de la que le ha prescrito ; ¿y solo Dios había de tolerar el olvido de sus derechos ? Nadie paga un servicio
prestado de un modo distinto del que se ha pedido ; ¿ por qué habia de recompensar Dios servicios semejantes ? Hasta los mismos beneficios son desdeñados y pierden su mérito si se nos hacen de otra manera que la que deseamos ; ¿ qué será de los servicios que son debidos ? No , las obras más santas, si no son hechas según el beneplácito de Dios , no son de ningún mérito . No está mi voluntad en vosotros (1 ) , decía en otro tiempo á los israelitas el Señor de los ejércitos ; ¿y por qué ? porque en vuestros ayunos se halla vuestra voluntad (2) . En efecto, no los hacían de la manera que el cielo quería, y así eran abominables á los ojos de Dios .


De todo esto , y sin invocar otra autoridad que la de la razón , se sigue evidentemente que debemos servir á nuestro Criador , no de la manera que á nosotros nos conviene , sino de la manera que á Él le place . Que esta verdad fundamental llame seriamente nuestra atención , que se grabe profundamente en nuestra alma , y quede escrita con caracteres de oro sobre nuestro corazón . Si , pues , el Ser infinitamente sabio quiere que le sirvamos en el desprecio y la pobreza , en las enfermedades ,
penas y persecuciones , le opondríamos una resistencia impía , escogiendo obstinadamente prestarle el servicio que le es debido solo en los honores , las riquezas , la salud y las comodidades de la vida :

es preciso , por consiguiente , que estemos indiferentes en cuanto á la manera con que el soberano Criador de todas las cosas nos manda servirle , indiferentes para todo estado de vida á que quiera llamarnos ó para todo grado de perfección , que espera de nosotros en el estado que tenemos ya escogido.


Esta indiferencia puesta en práctica , es el principal fruto que debemos aplicarnos á sacar de esta meditación . El medio de establecernos en ella sólidamente es penetrar : 1. ° nuestro entendimiento del conocimiento vivo y claro de esta verdad : Yo he sido criado por Dios y para Dios : 2.º nuestra voluntad de la firme y eficaz resolución de querer, en general, servir á Dios en adelante de la manera que Él quiera , y que se digne hacernos conocer en estos Ejercicios.

( 1 ) Malach . , I , 10.
( 2 ) Isaías , LVIII , 3.

Continuará...

CONSAGRACIÓN A LA EUCARISTÍA LEÍDA POR EL JEFE DEL ESTADO, EXCMO. SR. D. FRANCISCO FRANCO BAHAMONDE


Francisco Franco Bahamonde​​ 
Católico, Caudillo y Jefe de Estado de España

Consagración a la Eucaristía leída por el Jefe del Estado,
Excmo. Sr. D. Francisco Franco Bahamonde,
en el Congreso Eucarístico Internacional de 1952

«Señor y Dios mío: Con la humildad que corresponde a todo buen cristiano, me acerco a las gradas de la Sagrada Eucaristía a proclamar la fe católica, apostólica, romana de la nación española; su amor a Jesús Sacramentado y al insigne Pastor, Su Santidad Pío XII, cuya vida prolongue Dios para bien de su santa Iglesia. La historia de nuestra nación está inseparablemente unida a la historia de la Iglesia católica. Sus glorias son nuestras glorias y sus enemigos nuestros enemigos. Antes de que en Trento, con la unidad moral del género humano se proclamase a la cristiandad el decreto definitorio sobre la transustanciación eucarística, su misterio vivía en el corazón de los españoles, y hechos portentosos, fruto de la predilección divina, estimulaban la devoción al divino misterio, al Sacramento del Amor. Que ha sido así lo acusa esa maravillosa exposición de arte eucarístico que España ofrece a la contemplación del mundo en este Congreso, en la que no se sabe qué admirar más: si la riqueza y el arte desplegados para el servicio y la honra de Dios o la devoción de un pueblo que hizo posible tanto prodigio. El espíritu de servicio a la causa de la fe católica que venimos a proclamar no es un mero enunciado: le precede una legión. innumerable de mártires y de soldados caídos por esta fe en reciente cruzada. No somos belicosos, Señor, por amaros. Los españoles aman la paz y unen sus preces a las de nuestro santo Pontífice y de toda la catolicidad en esta hora; mas si llegase el día de la prueba, España, sin ninguna duda, volvería a estar en la vanguardia de vuestros servicios.
Recibid, Señor, esta humilde reiteración de fe y gratitud que, desde lo más profundo de sus corazones, conmigo los españoles os ofrecen, y derramad sobre los pueblos que sufren tribulación la protección y bienes que en hora similar derramásteis sobre nuestra Patria, y para nós, Señor, iluminad nuestra inteligencia para mejor serviros.

Decid, eminentísimo señor, a nuestro Padre Santo cuál es el fervor de estos hijos de la Iglesia y su voluntad de servicio y sacrificio bajo la égida de la nueva España».


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EL PRIMADO ES PERPETUO CON CONTINUIDAD MORAL, NO CON CONTINUIDAD FÍSICA

 Eloy Montero y Gutiérrez
Sacerdote y Catedrático de Derecho Canónico

Cesación de la autoridad pontificia.

Cesa, en primer lugar, por la muerte del mismo Papa, sin que la jurisdicción papal pase a los cardenales ni a ningún colegio o corporación durante la vacante, por lo que, como ya hemos indicado, 
el Primado es perpetuo con continuidad moral, no con continuidad física. 

Cesa igualmente por renuncia; y es que la autoridad pontificia no se funda en ningún carácter indeleble, sino que es, en realidad, una relación moral entre el superior y los súbditos, de suerte que, así como el Papa puede libremente aceptar o no su elección, así también podrá renunciar libremente, sin que se requiera que su renuncia sea aceptada por nadie, ya que el Papa no tiene superior en la tierra (Canon 221). Son dignas de mención las renuncias del Papado hechas por Celestino V el año 1294 y por Gregorio XII el 1409. 

Piérdese asimismo la autoridad pontificia por locura cierta, perfecta y perpetua, porque, hallándose el Papa en tal estado, no sería capaz de actos humanos, y por consiguiente, del ejercicio de jurisdicción. 

Finalmente, quedaría privado el Papa de su jurisdicción si cayese en herejía notoria, divulgada públicamente, aunque hay muchos que niegan que el Papa pueda incurrir en herejía, ni siquiera como hombre particular; de hecho, jamás se ha dado un caso semejante.




Eloy Montero y Gutiérrez
Instituciones de Derecho Canónico
Tomo II. P.130

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Relacionado

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SAN UBALDO, Obispo y Confesor



16 de Mayo del Año del Señor
SAN UBALDO,
Obispo y Confesor

Amadísimos, os conjuro para que
como extranjeros y peregrinos,
os abstengáis de los deseos carnales,
que combaten contra el alma.
(1 Pedro, 2,11).


Tal fue la austeridad de este santo obispo de Gubbio, en Umbría, que puede decirse de él que sin cesar llevaba en su cuerpo la mortificación de Jesucristo. Este espíritu de penitencia, unido a un ardor insaciable por la oración, le hicieron adquirir una admirable dulzura. No sólo soportaba en silencio los ultrajes, sino que, a las injurias, respondía con una acrecienta da benevolencia y caridad. Sabiendo que llegaba al término de su peregrinación redobló su celo por las almas que le habían sido confiadas. Enfermo ya de muerte, continuó instruyendo a su pueblo y, el 16 de mayo de 1160, emprendió vuelo hacia la patria celestial.


ORACIÓN

Os suplicamos, Señor, que nos concedáis el auxilio de vuestra misericordia, y que, por la intercesión del bienaventurado Ubaldo, vuestro confesor pontífice, vuestra clemente mano nos ponga a cubierto de las emboscadas del demonio. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN
NUESTRA VIDA ES UNA
PEREGRINACIÓN

I. El cielo es nuestra patria; el mundo, el lugar de nuestra peregrinación o, más bien, de nuestro destierro. No hacemos sino pasar por este mundo, como un viajero por una posada; después de nuestra muerte en él ya no se piensa en nosotros. ¿Por qué, pues, amamos tanto este exilio? ¿Por qué tenemos tan poco amor por nuestra patria? ¿Piensas con frecuencia en el cielo, donde Dios, que es tu Padre, te espera? Cada día prepárate para la muerte, que es donde acaba el camino de esta vida.

II. Un viajero no se recarga de cosas inútiles, no levanta casa en los lugares por donde pasa, no se afana por ser en ellos tenido por liberal y magnífico. Las riquezas y los honores te embarazan y te retrasan. ¿Por qué te esfuerzas en brillar en esta vida? En el cielo es donde debes edificar morada y juntar tesoros, porque allí es donde habitarás eternamente. El hombre es tanto más feliz en esta vida cuanto más se aliviana por la pobreza y no gime bajo la carga de las riquezas. (Minucio Félix).

III. Ni los lugares más agradables retienen al viajero; su patria lo atrae con tal encanto que todo lo demás no hace sino aumentar su nostalgia. ¿Por qué te detienes en los placeres de esta vida? Piensa en los del cielo. Si Dios te envía aflicciones, es para que el mundo no te seduzca con sus encantos falaces. Sírvete del mundo, pero no te dejes encadenar por él. La vida es un hospedaje: entraste en él sólo por un momento y para partir. (San Agustín).

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo I, Patron Saints Index.

EJERCICIOS ESPIRITUALES DE SAN IGNACIO DE LOYOLA (II) por Aloysius Bellecius SJ


LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES DE SAN IGNACIO DE LOYOLA 
(Aloysius Bellecius SJ, Madrid, 1867). 

                                                                        
                                                              Punto segundo .

Has sido criado para Dios , para servirle en este mundo y poseerle en el otro . 1. ° Servir á Dios es el negocio del hombre y su fin esencial . Esta Majestad soberana podía , es verdad , dejarnos sepultados en un olvido eterno , en nuestra nada; pero una vez determinada su voluntad á sacarnos de ella , no ha podido darnos la vida para otro fin que Él mismo . Nadie viene á este mundo para disfrutar de riquezas , de honores y de placeres , para adquirir ciencia , hacerse amigos y alcanzar reputación; sino para servir á Dios ; porque esto es todo el hombre , exclama Salomón ( 1 ) ; como si dijera: Todo hombre ha nacido para esto : pues que , exigiéndolo así la condicion de la criatura , todos los hombres , sin excepción como sin prescripción , son esencialmente servidores de Dios .


2. Servir á Dios es el fin del hombre y su único negocio . Aun cuando con gran aplauso de los pueblos hubiese uno arreglado todos los negocios del mundo entero ; aun cuando , feliz siempre en sus deseos , hubiera amontonado las riquezas de las Indias , acumulado las dignidades reales , extendido sin medida sus vastas posesiones ; si no ha prestado á su Criador el servicio que le debe , á juicio del cielo, no ha hecho nada , ha ocupado inútilmente la tierra : al contrario , el que aquí abajo no se hubiese cuidado absolutamente del mundo , ó que siempre enfermo en una cama hubiese arrastrado una vida lánguida , ó que menospreciado de todos sus semejantes no hubiese habitado sino un rincón oscuro ; si ha servido á Dios ha trabajado lo suficiente, toda vez que ha llevado á cabo el negocio único , para el cual le ha sido dada la vida presente.


3. Servir á Dios es nuestro último fin : es un negocio tal , que solo su logro perfecto puede saciar el alma , y darle la paz ; porque este solo fin obtenido, este solo negocio bien terminado , habremos llegado á un reposo pleno , aun cuando hubiésemos abandonado el cuidado de todos los otros negocios , aun cuando todo lo demás nos hubiese salido mal. Pero al contrario , si no llegamos á este único fin , si descuidamos este único negocio , aun cuando hubiésemos velado asiduamente sobre todos nuestros intereses , aun cuando hubiésemos visto venirnos todos los bienes en abundancia , siempre estaremos inquietos , nuestros deseos insaciables crecerán cada vez más con esfuerzos continuos ; porque así como una piedra no se detiene ni descansa sino en su centro , del mismo modo el hombre no encuentra reposo sino en su centro , en su último fin , es decir , en Dios y en su servicio .


4. Servir á Dios es el fin del hombre y su más grande negocio , porque es el único negocio que nos dará cuidado en la hora de la muerte , el único de que depende la eternidad feliz ó desgraciada , los tormentos eternos ó los goces eternos ; porque el mal éxito de este negocio es irreparable , como que el engañarse una sola vez en este punto , es haber perecido para siempre jamás : en una palabra , servir á Dios es el más grande negocio , el fin último, único y esencial del hombre ; luego es preciso aplicarse á él con todas sus fuerzas , y aplicarse á él únicamente y sin descanso . El hombre ha sido criado por Dios y para Dios ; luego debe servir á Dios : Esta es la verdad ; luego tú que lees esto , tú también debes servir á Dios . Que el mundo grite , que la carne se rebele , tú debes servir á Dios : toda lengua en el cielo , sobre la tierra y en los infiernos proclama esta obligación .

( 1 ) Eccle. , XII , 13.

Continuará...

SERÍA NULO Y DE NINGÚN VALOR, LOS HORRORES DE UN CISMA, LOBOS Y NO PASTORES, INTRUSOS


P. Jaime Luciano Balmes y Urpiá

La disciplina universal de la Iglesia no puede ser modificada por ninguna Iglesia particular; luego prescindiendo de todas las cuestiones que se quieran entablar sobre el modo con que antiguamente se hacía la confirmación de los obispos, no puede la Iglesia de España ni otra cualquiera cambiar la disciplina universalmente establecida, por la cual la confirmación de los obispos está reservada al Sumo Pontífice: todo cuanto se hiciera en este sentido sería, nulo y de ningún valor. Los obispos no siendo confirmados por la Santa Sede serían intrusos; su autoridad no podría ser reconocida por ningún fiel; serían lobos y no pastores, quedando las infelices Iglesias entregadas a los horrores de un cisma. Esta disciplina universal de que estamos hablando, sea cual fuere el origen que quiera atribuirle el señor obispo de Astorga, está expresamente reconocida y sancionada por el concilio de Trento, y en la sesión 24, capítulo I, De Reformatione, indica con bastante claridad el concilio, hablando de la creación de los obispos y cardenales, que los que intervienen en el nombramiento de ellos tienen este derecho de la Sede apostólica.

Omnes vero, et singulos, qui ad promotionem praeficiendorum, quodcumque ius, quacumque ratione, a Sede Apostolica habent, aut alioquin operam suam praestant, nihil in iis pro praesenti temporum ratione innovando, hortatur et monet, etc.


P. Jaime Luciano Balmes y Urpiá
Obras completas 1925 volumen IX página 363
Estudios apologéticos


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