VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

CONSAGRACIÓN DE ESPAÑA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Su Majestad Alfonso XIII

"Corazón de Jesús Sacramentado, Corazón del Dios Hombre, Redentor del Mundo, Rey de Reyes y Señor de los que dominan:

España, pueblo de tu herencia y de tus predilecciones, se postra hoy reverente ante este trono de tus bondades que para Tí se alza en el centro de la península. Todas las razas que la habitan, todas las regiones que la integran, han constituido en la sucesión de los siglos y a través de comunes azares y mutuas lealtades esta gran patria española, fuerte y constante en el amor a la Religión y en su adhesión a la Monarquía.

Sintiendo la tradición católica de la realeza española y continuando gozosos la historia de su fe y de su devoción a Vuestra Divina Persona, confesamos que Vos vinisteis a la tierra a establecer el reino de Dios en la paz de las almas, redimidas por Vuestra Sangre y en la dicha de los pueblos que se rijan por vuestra santa Ley; reconocemos que tenéis por blasón de Vuestra Divinidad conceder participación de Vuestro Poder a los Príncipes de la tierra y que de Vos reciben eficacia y sanción todas las leyes justas, en cuyo cumplimiento estriba el imperio del orden y de la paz.

Vos sois el camino seguro que conduce a la posesión de la vida eterna: luz inextinguible que alumbra los entendimientos para que conozcan la verdad y principio propulsor de toda vida y de todo legítimo progreso social, afianzándose en Vos y en el poderío y suavidad de vuestra gracia, todas las virtudes y heroísmos que elevan y hermosean el alma.

Venga, pues, a nosotros tu Santísimo Reino, que es Reino de justicia y de amor. Reinad en los corazones de los hombres, en el seno de los hogares, en la inteligencia de los sabios, en las aulas de la Ciencia y de las Letras, y en nuestras leyes e instituciones patrias.

Gracias, Señor, por habernos librado misericordiosamente de la común desgracia de la guerra, que tantos pueblos ha desangrado; continuad con nosotros la obra de vuestra amorosa providencia.

Desde estas alturas que para Vos hemos escogido, como símbolo del deseo que nos anima de que presidáis todas nuestras empresas, bendecid a los pobres, a los obreros, a los proletarios todos para que en la pacifica armonía de todas las clases sociales, encuentren justicia y caridad que haga más suave su vida, mas llevadero su trabajo.

Bendecid al Ejército y a la Marina, brazos armados de la Patria, para que en la lealtad de su disciplina y en el valor de sus armas sean siempre salvaguardia de la Nación y defensa del Derecho. Bendecidnos a todos los que aquí reunidos en la cordialidad de unos mismos santos amores de la Religión y de la Patria, queremos consagraros nuestra vida, pidiéndoos como premio de ella el morir en la seguridad de Vuestro Amor y en el regalado seno de Vuestro Corazón Adorable. Así sea."

30-05-1919


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SAN PÁNFILO Mártir


1 de Junio del Año del Señor
SAN PÁNFILO
Mártir

Cuando hubieres de orar, entra en tu aposento
y, cerrada la puerta, ora en secreto
a tu Padre, y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
(Mateo, 6, 6).


San Pánfilo, fue mártir en Cesárea de Palestina, 308. San Pánfilo es una de las más ilustres víctimas de la persecución de Maximiano. Nacido en Beiruth, recogió en Alejandría la ciencia de Orígenes de labios del filósofo Pierio. Después se estableció en Cesárea de Palestina y allí abrió una escuela, consagrándose al mismo tiempo a corregir el texto bíblico de los Setenta. Se dice que sabía de memoria la Escritura. Apresado como propagandista del Evangelio, permaneció más de dos años en la cárcel y allí compuso su apología de Orígenes. de la cual sólo tenemos un libro. Eusebio, obispo más tarde de Cesárea e historiador famoso de la Iglesia, fue discípulo y amigo suyo y le ayudó en sus trabajos. Pánfilo murió degollado en 308.


ORACIÓN

Haced, os lo suplicamos, Señor, que la intercesión del santo mártir Pánfilo nos haga agradables a vuestra Majestad, y que obtengamos por sus oraciones las gracias que no podemos esperar de nuestros méritos. Por J. C. N. S. Amén.



MEDITACIÓN SOBRE LAS TRES DISPOSICIONES
REQUERIDAS PARA LA ORACIÓN MENTAL

I. ¿Quieres gustar la dulzura que hay al conversar con Dios en la oración? Evita las reuniones mundanas: la voz de este divino Esposo no se hace oír en las plazas públicas; habla al corazón sólo en la soledad. Huye de los hombres y de sus vanas conversaciones y encontrarás a Dios en la oración. Habla a mi corazón, divino Maestro mío; en adelante estará sordo para todas las creaturas para no escucharos más que a Vos.

II. Sosiega el tumulto de tus pasiones, si quieres orar a Dios con atención y recibir sus santas inspiraciones. Mientras tu alma esté turbada por las tempestades que en ti excitan el odio, el amor, el deseo de hacerte notar, no experimentarás jamás las dulzuras de la oración; ahora bien, ¿quieres un secreto para domar pronto tus pasiones? Ama la soledad. Las pasiones son vencidas sin lucha cuando la soledad secunda a la gracia. (Casiodoro).

III. Acostúmbrate poco a poco a pensar en Dios: mantén tu espíritu recogido lo más que puedas, y no te costará mucho trabajo orar a Dios sin distracción. Para lograrlo, es menester que toda tu vida sea casi una oración continua. Ah señor, es tan dulce y tan consolador conversar con Vos en todo tiempo; en todo lugar puedo yo gozar de esta dicha y no hago caso de ella; cuando haya gustado la dulzura de la conversación con Dios, la sociedad de los hombres me disgustará. Desolada está la tierra, porque no hay quien reflexione en su corazón. (Jeremías).

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo I, Patron Saints Index.

LOS AMIGOS DE LA CRUZ (San Luis Mª Grignion de Montfort) (12)



CARTA CIRCULAR A
“LOS AMIGOS DE LA CRUZ”

                        SAN LUIS Mª GRIGNION DE MONFORT

Amigos de la Cruz, discípulos de un Dios crucificado:
El misterio de la Cruz es un misterio ignorado por los gentiles, rechazado por los judíos (1 Cor. 1, 23), y despreciado por los herejes y los malos católicos; pero es el gran misterio que habéis de aprender en la práctica de la escuela de Jesucristo, y que solamente en su escuela lo podéis aprender. En vano buscaréis en todas las escuelas de la antigüedad algún filósofo que lo haya enseñado. En vano consultaréis la luz de los sentidos y de la razón: solamente Jesucristo puede enseñaros y haceros gustar este misterio por su gracia victoriosa. Adiestraos, pues, en este ciencia sublime bajo la guía de un Maestro tan excelente, y poseeréis todas las demás ciencias, pues ésta las contiene a todas en grado eminente. Ella es nuestra filosofía natural y sobrenatural, nuestra teología divina y misteriosa, nuestra piedra filosofal que, por medio de la paciencia, cambia los metales más groseros en preciosos, los dolores más agudos en delicias, la pobreza en riqueza, las humillaciones más graves en gloria. Aquel de vosotros que sabe llevar mejor su cruz, aun cuando fuere un analfabeto, es el más sabio de todos. Escuchad al gran San Pablo, que vuelto del tercer cielo, donde aprendió misterios ocultos a los mismos ángeles, asegura que no sabe ni quiere saber otra cosa que a Jesús crucificado (1 Cor. 2, 2). Alégrate, pues, tú, pobre idiota, y tú, humilde mujer sin talento ni ciencia: si sabéis sufrir con alegría, sabéis más que cualquier doctor de la Sorbona, que no sepa sufrir tan bien como vosotros (Mt. 11, 25).


Sois miembros de Jesucristo (1 Cor. 6, 15; 12 ,27; Ef. 5, 30). ¡Qué honor! Pero ¡qué necesidad hay en ello de sufrir! Si la Cabeza está coronada de espinas (Mt. 27, 29) ¿estarán los miembros coronados de rosas? Si la Cabeza es escarnecida y cubierta de barro en el camino del Calvario ¿se verán los miembros cubiertos de perfumes sobre un trono? Si la Cabeza no tiene dónde reposar (8, 20), ¿descansarán los miembros entre plumas y edredones? Sería una monstruosidad inaudita. No, no, mis queridos Compañeros de la Cruz, no os engañéis: esos cristianos que veis por todas partes, vestidos a la moda, en extremo delicados, altivos y engreídos hasta el exceso, no son verdaderos discípulos de Jesús crucificado. Y si pensarais de otro modo, ofenderíais a esa Cabeza coronada de espinas y a la verdad del Evangelio. ¡Ay, Dios mío, cuántas caricaturas de cristianos, que pretenden ser miembros del Salvador, son sus más alevosos perseguidores, pues mientras con la mano hacen el signo de la Cruz, son en realidad sus enemigos! Si de verdad os guía el espíritu de Jesucristo, y si vivís la misma vida que esta Cabeza coronada de espinas, no esperéis otra cosa que espinas, azotes, clavos, en una palabra, cruz; pues es necesario que el discípulo sea tratado como el maestro y el miembro como la Cabeza (Jn. 15, 20). Y si el Cielo os ofrece, como a Santa Catalina de Siena, una corona de espinas y otra de rosas, elegid como ella la corona de espinas, sin vacilar, y hundidla en vuestra cabeza, para asemejaros a Jesucristo.


No ignoráis que sois templos vivos del Espíritu Santo (1 Cor. 6, 19), y que como piedras vivas (1 Pe. 2, 5), habéis de ser construidos por el Dios del amor en el templo de la Jerusalén celestial (Ap. 21, 2.10). Pues bien, disponeos para ser tallados, cortados y cincelados por el martillo de la cruz. De otro modo, permaneceríais como piedras toscas, que no sirven para nada, que se desprecian y se arrojan fuera.


¡Guardaos de resistir al martillo que os golpea! ¡Cuidado con oponeros al cincel que os talla y a la mano que os pule! Es posible que ese hábil y amoroso arquitecto quiera hacer de vosotros una de las piedras principales de su edificio eterno, y una de las figuras más hermosas de su reino celestial. Dejadle actuar en vosotros: Él os ama, sabe lo que hace, tiene experiencia, cada uno de sus golpes son acertados y amorosos, nunca los da en falso, a no ser que vuestra falta de paciencia los haga inútiles. 

Continuará...


AL QUE EN LA TIERRA, AUNQUE INDIGNAMENTE, HACE SUS VECES


S.S. Benedicto XV
23 de Mayo de 1920

...Declaren guerra al odio y a la enemistad, y la hagan con valor, complaciendo gratísimamente al Corazón amantísimo de Jesús y al que en la tierra, aunque indignamente, hace sus veces.

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FIESTA DE LA REALEZA DE MARÍA



31 de Mayo del Año del Señor
FIESTA DE LA REALEZA DE MARÍA

La realeza de Cristo es dogma fundamental de la Iglesia y a la par canon supremo de la vida cristiana.

Esta realeza, consustancial con el cristianismo, es objeto de una fiesta inserta solemnemente en la sagrada liturgia por el Papa Pío XI a través de la bula QUAS PRIMAS del 11 de diciembre de 1925. Era como el broche de oro que cerraba los actos oficiales de aquel Año Santo.

La idea primordial de la bula podría formularse de esta guisa: Cristo, aun como hombre, participa de la realeza de Dios por doble manera: por derecho natural y por derecho adquirido. Por derecho natural, ante todo, a causa de su personalidad divina; por derecho adquirido, a causa de la redención del género humano por El realizada.

Si algún día juzgase oportuno la Iglesia -decía un teólogo español en el Congreso Mariano de Zaragoza de 1940- proclamar en forma solemne y oficial la realeza de María, podría casi transcribir a la letra, en su justa medida y proporción claro está, los principales argumentos de aquélla bula.

Y así ha sido. El 11 de octubre de 1954 publicó Pío XII la encíclica AD CAELI REGINAM. Resulta una verdadera tesis doctoral acerca de la realeza de la Madre de Dios. En ella, luego de explanar ampliamente las altas razones teológicas que justifican aquélla prerrogativa mariana, instituye una fiesta litúrgica en honor de la realeza de María para el 31 de mayo. Era también como el broche de oro que cerraba las memorables jornadas del Año Santo concepcionista.

El paralelismo entre ambos documentos pontificios y aun entre las dos festividades litúrgicas, salta a la vista.

La realeza de Cristo es consustancial, escribíamos antes, con el cristianismo; la de María también. La realeza de Cristo ha sido fijada para siempre en el bronce de las Sagradas Escrituras y de la tradición patrística; la de María lo mismo.

La realeza de Cristo, lo insinuábamos al principio, descansa sobre dos hechos fundamentales: la unión hipostática -así la llaman los teólogos, y no acierta uno a desprenderse de esta nomenclatura- y la redención; la de María, por parecida manera, estriba sobre el misterio de su maternidad divina y el de corredención.

Ni podría suceder de otra manera. Los títulos y grandezas de Nuestra Señora son todos reflejos, en cuanto que, arrancando fontalmente del Hijo, reverberan en la Madre, y la realeza no había de ser excepción. La Virgen, escribe el óptimo doctor mariano San Alfonso de Ligorio, es Reina por su Hijo, con su Hijo y como su Hijo. Es patente que se trata de una semejanza, no de una identidad absoluta.

"El fundamento principal -decía Pío XII-, documentado por la tradición y la sagrada liturgia, en que se apoya la realeza de María es, indudablemente, su divina maternidad. Y así aparecen entrelazadas la realeza del Hijo y la de la Madre en la Sagrada Escritura y en la tradición viva de la Iglesia. El evangelio de la maternidad divina es el evangelio de su realeza, como lo reconoce expresamente el Papa; y el mensaje del arcángel es mensaje de un Hijo Rey y de una Madre Reina.

Entre Jesús y María se da una relación estrechísima e indisoluble -de tal la califican Pío IX y Pío XII-, no sólo de sangre o de orden puramente natural, sino de raigambre y alcance sobrenatural trascendente. Esta vinculación estrechísima e indisoluble, de rango no sólo pasivo, sino activo y operante, la constituye a la Virgen particionera de la realeza de Jesucristo. Que no fue María una mujer que llegó a ser Reina. No. Nació Reina. Su realeza y su existencia se compenetran. Nunca, fuera de Jesús, tuvo el verbo "ser" un alcance tan verdadero y sustantivo. Su realeza, al igual que su maternidad, no es en Ella un accidente o modalidad cronológica. Más bien fue toda su razón de ser. Predestinóla el cielo, desde los albores de la eternidad, para ser Reina y Madre de misericordia.

Toda realeza, como toda paternidad, viene de Dios, Rey inmortal de los siglos. Pero un día quiso Dios hacerse carne en el seno de una mujer, entre todas las mujeres bendita, para así asociarla entrañablemente a su gran hazaña redentora. y este doble hecho comunica a la Virgen Madre una dignidad, alteza y misión evidentemente reales.

Saliendo al paso de una objeción que podría hacerse fácilmente al precedente raciocinio, escribe nuestro Cristóbal Vega que, si la dignidad y el poder consular o presidencial resulta intransferible, ello se debe a su peculiar naturaleza o modo de ser, por venir como viene conferido por elección popular. Pero la realeza de Cristo no se cimenta en el sufragio veleidoso del pueblo, sino en la roca viva de su propia personalidad.

Y, por consecuencia legítima, la de su Madre tampoco es una realeza sobrevenida o episódica, sino natural, contemporánea y consustancial con su maternidad divina y función corredentora. Con atuendo real, vestida del sol, calzada de la luna y coronada de doce estrellas vióla San Juan en el capítulo 12 del Apocalipsis asociada a su Hijo en la lucha y en la victoria sobre la serpiente según que ya se había profetizado en el Génesis.

Y esta realeza es cantada por los Santos Padres y la sagrada liturgia en himnos inspiradísimos, que repiten en todos los tonos el "Salve, Regina".

Hable por todos nuestro San Ildefonso, el capellán de la Virgen, cantor incomparable de la realeza de María, que, anticipándose a Grignon de Monfort y al español Bartolomé de los Ríos agota los apelativos reales de la lengua del Lacio: Señora mía: Dueña mía, Señora entre las esclavas, Reina entre las hermanas Dominadora mía y Emperatriz.

Realeza celebrada en octavas reales, sonoras como sartal de perlas orientales y perfectas como las premisas de un silogismo coruscante, por el capellán de la catedral primada don José de Valdivielso cuando, dirigiéndose a la Virgen del Sagrario, le dice:

Sois, Virgen santa, universal Señora
de cuanto en cielo y tierra ha Dios formado;
todo se humilla a Vos, todo os adora
y todo os honra y a vuestro honrado;
que quien os hizo de Dios engendradora,
que es lo que pudo más haberos dado,
lo que es menos os debe de derecho,
que es Reina universal haberos hecho.


Los dos versos finales se imponen con la rotundidez lógica de una conclusión silogística.

En el 2º concilio de Nicea, VII ecuménico, celebrado bajo Adriano en 787, leyóse una carta de Gregorio II (715-731) a San Germán, el patriarca de Constantinopla, en que el Papa vindica el culto especial a la "Señora de todos y verdadera Madre de Dios".

Inocencio III (1198-1216) compuso y enriqueció con gracias espirituales una preciosa poesía en honor de la Reina y Emperatriz de los ángeles.

Nicolás IV (1288-1292) edificó un templo en 1290 a María, Reina de los Angeles.
Juan XXII (1316-1334) indulgenció la antífona "Dios te salve, Reina", que viene a ser como el himno oficial de la realeza de María.

Los papas Bonifacio IX, Sixto IV, Paulo V, Gregorio XV, Benedicto XIV, León XIII, San Pío X, Benedicto XV y Pío XI repiten esta soberanía real de la Madre de Dios.

Y Pío XII, recogiendo la voz solemne de los siglos cristianos, refrenda con su autoridad magisterial los títulos y poder reales de la Virgen y consagra la Iglesia al Inmaculado Corazón de María, Reina del mundo. Y en el radiomensaje para la coronación de la Virgen de Fátima, al conjuro de aquellas vibraciones marianas de la Cova da Iria, parece trasladarse al día aquel, eternamente solemne, al día sin ocaso de la eternidad, cuando la Virgen gloriosa, entrando triunfante en los cielos, es elevada por los serafines bienaventurados y los coros de los ángeles hasta el trono de la Santísima Trinidad, que, poniéndole en la frente triple diadema de gloria, la presentó a la corte celeste coronada Reina del universo... "Y el empíreo vio que era verdaderamente digna de recibir el honor, la gloria, el imperio, por estar infinitamente más llena de gracias, por ser más santa, más bella, más sublime, incomparablemente más que los mayores santos y que los más excelsos ángeles, solos o todos juntos; por estar misteriosamente emparentada, en virtud de la maternidad divina, con la Santísima Trinidad, con Aquel que es por esencia Majestad infinita, Rey de reyes y Señor de señores, como Hija primogénita del Padre, Madre ternísima del Verbo, Esposa predilecta del Espíritu Santo, por ser Madre del Rey divino; de Aquel a quien el Señor Dios, desde el seno materno, dio el trono de David y la realeza eterna de la casa de Jacob; de Aquel que ofreció tener todo el poder en el cielo y en la tierra. El, el Hijo de Dios, refleja sobre su Madre celeste la gloria, la majestad, el imperio de su realeza, porque, como Madre y servidora del Rey de los mártires en la obra inefable de la redención, le está asociada para siempre con un poder casi inmenso en la distribución de las gracias que de la redención derivan..."

Por esto la Iglesia la confiesa y saluda Señora y Reina de los ángeles y de los hombres.
Reina de todo lo creado en el orden de la naturaleza y de la gracia.
Reina de los reyes y de los vasallos.
Reina de los cielos y de la tierra.
Reina de la Iglesia triunfante y militante.
Reina de la fe y de las misiones.
Reina de la misericordia.
Reina del mundo, y Reina especialmente nuestra, de las tierras y de las gentes hispanas ya desde los días del Pilar bendita.
Reina del reino de Cristo, que es reino de "verdad y de vida, reino de santidad y de gracia, reino de justicia, de amor y de paz".

Y en este reino reinado de Cristo que es la Iglesia santa es Ella Reina por fueros de maternidad y de mediación universal y, además, por aclamación universal de todos sus hijos.

En este gran día jubilar de la realeza de María renovemos nuestro vasallaje espiritual a la Señora y con fervor y piedad entrañables digámosla esa plegaria dulcísima, de solera hispánica, que aprendimos de niños en el regazo de nuestras madres para ya no olvidarla jamás:

"Dios te salve, Reina y Madre de misericordia; Dios te salve"...

FILIBERTO DÍAZ PARDO

BIBLIOGRAFÍA:

Enc. Ad caeli Reginam: AAS 45 (1954) 6355, y Quas primas: ib., 17 (1925) 599s.
Estudios Marianos vol.17, año 15 (Madrid 1956). Estudios fundaramentales sobre la realeza de María.
La Royauté de Marie pendant les neuf premiers siècles: Rech. Sc. Rel. p.129s. 315s (1930).
Crónica Congreso Mariano N. (Zaragoza 1940).
GRUYTER, DE, De Beata Maria Regina (Bosccduci 1934).
MORINEAU, S. M. M., La souveranité de Notre-Dame (París 1937).
ROSCHINI, O. S. M., La Madre de Dios según la fe y la teología (Madrid 1955).
SANTONICOLA; A., La regalita di Mana (Pompei 1938).
BARRÉ, A., C. S. SP., Marie, Reine du monde: Bull. Soc. Franc.. Et. Mar. (1937).
ALDAMA, J. A. DE, Consideraciones sobre la realeza de Nuestra Señora: Est. Ecles. 30 (1956) p.459s.

SERÍA IMITAR A LOS LIBERALES, A LOS MASONES Y A LOS LIBREPENSADORES



Cardenal Martín de Herrera
Pastoral del 15 de enero de 1902

Pero el medio más eficaz de defender la independencia del Papa, es la obediencia a su autoridad, no sólo en las cosas de fe y de moral, sino también en todo aquello que se refiere a la disciplina y gobierno de la misma Iglesia como ha enseñado el Concilio del Vaticano, porque sería imitar a los liberales, a los masones y a los librepensadores el poner límites a la extensión de los preceptos, exhortaciones y consejos del Papa, erigiéndose en censores los que deben ser sus defensores, y conmoviendo en sus cimientos el edificio de la Iglesia, cuya unidad es incompatible con la desobediencia.


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EJERCICIOS ESPIRITUALES DE SAN IGNACIO DE LOYOLA (VII) por Aloysius Bellecius SJ


LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES DE SAN IGNACIO DE LOYOLA 
(Aloysius Bellecius SJ, Madrid, 1867). 


LECTURA SOBRE EL PRIMER EJERCICIO , QUE S. IGNACIO LLAMA FUNDAMENTO. (Continuación)


II. No deben sorprendernos tales ejemplos , porque cuando nuestro espíritu ha llegado á convencerse plenamente de que no estamos sobre la tierra para gozar de las riquezas , de los honores , de los placeres y de las otras comodidades y ventajas temporales , sino para ganar el cielo por el buen uso ó tambien por el desprecio de estos bienes , nuestra voluntad no puede ménos de tener una santa indiferencia por las criaturas , no quiere ya absolutamente sino lo que puede conducirnos á nuestro último fin , y no se inclina á ningun objeto sino en cuanto lo cree propio para hacerle llegar á ese fin .


Disposicion bien razonable , toda vez que los medios considerados como tales , no tienen otra bondad que los haga dignos de nuestra eleccion y de nuestros deseos , sino la de ser el camino por el que llegamos á nuestro fin . No debemos , pues , buscarlos sino en cuanto nos conducen á él ; y pues que , segun nos enseña la fe , la gloria , las riquezas , los placeres del mundo , la salud ó larga vida no son sino medios y auxilios que Dios nos ha preparado para obrar nuestra salvacion ; síguese de aquí que todos esos bienes no son buenos ni apetecibles sino cuando sirven útilmente á la salvacion ; y que al contrario debemos temerlos como gravísimos males , si son un obstáculo á nuestro último fin. Es preciso , pues , que estemos en una total indiferencia respecto de ellos .


El obrero ve colgados en su taller los instrumentos de su profesion , sin dar la preferencia á uno más que á otro : no considera la materia , de que estan formados , solo fija su atencion en el uso que de ellos debe hacer ; y no de otra suerte debemos nosotros portarnos respecto de las cosas criadas , no inclinándonos con preferencia á ninguna de ellas , y no haciendo uso ó no absteniéndonos de las mismas , sino en cuanto nos ayudan ó nos sirven de impedimento en el negocio de la salvacion . Nos reiriamos sin duda de un hombre , que en lugar de servirse de una pluma ligera para escribir , quisiese neciamente emplear al efecto un cetro cargado de oro y de piedras preciosas ; ¿ pero es acaso menor locura el querer ir al cielo por los honores , las riquezas , y un camino sembrado de flores , habiendo Dios resuelto conducirnos por el desprecio , la pobreza , las penas y los trabajos ?


III . En efecto , ¿de qué me sirve haber gozado de una salud robusta , de una felicidad constante , y del brillo de los honores , si todas estas ventajas son seguidas de la eterna condenación? ¿Qué hay, al contrario , tan desagradable y molesto en la enfermedad , en la pobreza y en el desprecio , si estas pruebas aseguran la salvación ? ¿Qué perjuicio resulta ahora á Lázaro de haber vivido despreciado , de haber estado cubierto de llagas y úlceras , de haber sido arrojado con amenazas , como un vil animal , de las puertas del rico? ¿Y de qué sirve hoy al rico Epulón haber nadado entre los regalos y los tesoros , y haber agotado todos los goces de la vida? Lázaro es al presente consolado en el seno de Abrahan , y el rico está sepultado en los infiernos (1) .


( 1 ) Luc ., c . XVI.


Continuará...

SE BUSCA LA RUINA DEL ORDEN CRISTIANO

S.S. León XIII
Alocución al Sacro colegio de Cardenales  30 de enero de 1903

Lo que se quiere y se busca es la ruina del orden cristiano y la reconstitución de los Estados sobre las bases del naturalismo pagano.
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PEDRO, PASTOR DE TODOS Y FUNDAMENTO, DE QUIEN NADIE DEBE DISTANCIARSE


«Por tanto, ocúpate, Venerable Hermano; seguid los preceptos y ejemplos de vuestros predecesores, que hablaron palabras de vida; analizando el objetivo de su discurso, imitar su fe. Cristo es el mismo AYER, HOY Y EN LOS SIGLOS VENIDEROS; NADIE PODRÁ ERRADICAR LO QUE ÉL PUSO COMO FUNDAMENTO DE LA IGLESIA, así como nadie que quiera PERMANECER en el rebaño del Señor podrá JAMÁS DISTANCIARSE DE AQUEL A QUIEN ÉL NOMBRÓ PASTOR DE TODOS.»

— SU SANTIDAD PÍO IX, Quæ In Patriarcatu.

COMENTARIO: Una de las notas más características del modernismo es la herética pretensión de la acomodación de los dogmas a las necesidades de los tiempos. De tan nefasta premisa resulta la evolución, la irreversión o la derogación doctrinal, volviendo estéril, voluble y prescindible aquello que contrariamente es incólume, eterno y de absoluta necesidad, la fe católica y divina.

Cabe recordar que la «solemne» apertura del conciliábulo del Vaticano II tiene como base la aplicación de la proposición antes expuesta, hasta el punto de verse plasmada a lo largo y ancho de sus dieciséis (16) documentos, sumado a los efectos que a la fecha están en pleno desarrollo.

Párrafo aparte y sin justificar la inmundicia conciliar, lo que más sorprende es la alevosa duplicidad de lefebvristas y thucistas, que remarcando este pérfido comportamiento que tienen los conciliares para con la significancia perpetua de los puntos doctrinales, ellos mismos caen estrepitosamente en el mismo error teológico en que se arraiga el cuerpo conciliar, tornándose sus llamamientos contrarios a su accionar, resaltando su resistencia heterodoxa, al caer en la misma falta en que incurren conciliares. Si el dogma no cambia —Singulari Quidem— y se mantiene intacto en su sentido perpetuo, lo mismo sucede con aquellos dogmas que, thucistas y lefebvristas, aseveran han perdido su razón de ser en virtud de la necesidad del siglo, como ser la total adhesión a estos —Ad Beatissimi Apostolorum, Codex Iuris Canonici— sin despreciar a aquellos puntos que, por su rechazo, recaen sobres sus cabezas por no reconocer en el Pastor de todos, el Romano Pontífice, las promesas divinas de indefectibilidad, invencibilidad e infalibilidad en lo dictado; en su carácter de Piedra, Fundamento y Única Fuente del Episcopado (junto con su jurisdicción) y del Sacerdocio —Satis Cognitum, Amantissimus, Ad Apostolorum Principis, In Requirendis—, y en la tan desnaturalizada (por estos) PRIMACÍA PERPETUA O PERPETUIDAD DE SU PRIMADO constituida por su actividad doctrinal y DISCIPLINAR, ambas a ser observadas con VERDERA OBEDIENCIA —Pastor Æternus—

El día que thucistas y lefebristas sean coherentes con sus reclamos entre ellos y frente a los conciliares, se darán con que su «clero» nunca tuvo tal carácter —Vacantis Apostolicæ Sedis— y abrazarán por fin la imperecedera fe católica y divina.

Por José Augusto Ceccarelli

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SANTA JUANA DE ARCO, Virgen


30 de Mayo del Año del Señor
SANTA JUANA DE ARCO,
Virgen

Bienaventurados los que padecen persecución por la
justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
(Mateo, 5,10).


Nacida en Domrémy en 1412, Juana de Arco, hija de un humilde campesino, fue inspirada por voces sobrenaturales y, a la edad de 17 años, persuadió al rey de Francia, Carlos VII, a que la pusiese al frente de un ejército contra los invasores ingleses. Después de varias victorias, seguidas de la consagración de Carlos VII en Reims, Juana fue capturada por los borgoñones y entregada a los ingleses, que la hicieron quemar viva el 31 de mayo de 1431. Fue canonizada en 1920.


ORACIÓN

Escuchadnos, Señor, Dios Salvador nuestro, y haced que, así como nos regocijamos con la fiesta de vuestra bienaventurada virgen Juana, obtengamos provecho, en nuestra inteligencia, de estos sentimientos de piedad y de devoción. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN
EL SECRETO PARA SER FELIZ
EN ESTE MUNDO

I. ¿De dónde proviene que encuentras la vida penosa y fastidiosa? Es porque deseas muchas cosas que no puedes tener, y porque tienes aversión al esta do en el que estás. No quieres ser pobre, estar enfermo o ser despreciado; cuando esto te acaece, caes en la desesperación: quisieras estar siempre sano, ser siempre rico, siempre estimado; si esto te falta estás triste. ¡Ah! si supieses padecer las pruebas de la vida no desear lo que no tienes, ¡cuán dichoso serias! Desgraciados ante los ojos de los ignorantes, los santos no pueden ser sino dichosos. (Salviano).

II. ¿Acaso no es ser feliz en esta vida tener las promesas de la vida eterna? Los que sufren tienen estas promesas, porque Nuestro Señor les ha asegurado que serán consolados en el cielo; por el contrario. Él condena al rico malo que gozó toda suerte de bienes en este mundo. ¡Dichosos del siglo: cuidado, vuestra dicha es el triste presagio de la desdicha eterna que os espera en la otra vida!

III. Jesucristo ha venido a este mundo a enseñamos el secreto para ser felices, no sólo en la otra vida sino aun en ésta. Para ello, nos ha recomendado el amor a los sufrimientos. Los santos lo han imitado, y han vivido muy contentos en medio de las tribulaciones de este mundo. Estás en un error, hermano mío, si quieres regocijarte en el mundo, y vivir después con Jesucristo en el cielo. (San Jerónimo).

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo I, Patron Saints Index.




30 de Mayo del Año del Señor
SAN FERNANDO, 
REY DE ESPAÑA

La devoción y amor que tuvo a la virgen María fue muy singular: le dedicó mas de dos mil templos y son innumerables las imágenes que hizo construir para extender su devoción. En Sevilla se veneran tres que llevaba consigo en la guerra; una de ellas en el arzón de la silla para consuelo de su alma cuando peleaba. No dió batalla que no ganase la victoria; pero todas empezaban en nombre de Dios y de Maria, y concluian del mismo modo. En el sitio de Sevilla le habló y animó la Virgen santísima: ganada la ciudad, hizo su entrada con una gran procesión llevando en un carro triunfal de plata la imagen de la Virgen de los Reyes, y él seguía detrás con la espada desnuda.

ORACION.
O san Fernando: vos triunfabais en las batallas, pero antes rogabais a Jesús y a María: yo muchas veces he sucumbido en las tentaciones por no implorar su auxilio; rogad por mí a la Virgen santísima me alcance la gracia de acudir prontamente a Dios y a ella siempre que sea tentado. Amen.



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HACIENDO LAS VECES DEL ETERNO REY DE LA GLORIA


S.S.Alejandro III
1179 BULA DE ALEJANDRO III, PONTÍFICE MÁXIMO 
Extracto de la Bula concediendo el Jubileo del Año Santo a la Iglesia de Santiago.

ALEJANDRO Obispo, siervo de los siervos de Dios, para perpetua memoria: Haciendo, aunque sin merecerlo, las veces del Eterno Rey de la Gloria, de aquel Soberano Rey, cuya inmensa piedad tan claramente resplandece en estar derramando siempre sobre los infelices mortales los benignos influjos de su gracia, pues queriendo inspirar en sus corazones el más ardiente deseo de la vida celestial, no se contentó con enviarles el oráculo de los Profetas, ni con hacer por atraerlos por medio de la doctrina y ejemplo de los antiguos Patriarcas, sino que quiso también que bajase a redimirlos desde el Cielo a la tierra la misma Verdad, esto es su Unigénito Hijo, el cual, vistiéndose de nuestra carne en el vientre purísimo de una Doncella, apareció en el mundo en forma mortal y visible, y acrecentó con su venida el corto número de Santos que su Eterno Padre había justificado con su gracia: haciendo pues aquí en la tierra sus veces, y deseando imitarle en sus piadosos oficios y obras, velamos con un cuidado continuo, y hacemos de nuestra parte los mayores esfuerzos, para que, no faltando la actividad de nuestro ministerio, se propague felizmente en el campo del Señor la preciosa semilla de la Sagrada Religión, que Él mismo sembró por su mano; y franqueamos libremente a los que están encomendados á nuestro cargo el tesoro precioso de las gracias, para que, empleándose éstos durante su vida en el ejercicio de las buenas obras con pureza de intención, logren la dicha de agradar al Altísimo con sus servicios, y por este medio lleguen más felizmente a gozar de la vista sin fin de la eterna claridad. Por este mismo motivo, además de aprobar y corroborar con la firmeza apostólica las gracias próvidamente concedidas por los Romanos Pontífices nuestros predecesores, y darlas aún más fuerza y vigor para que en todo tiempo se conserven cada vez más firmes sin la menor contradicción, también las concedemos de nuevo, según vemos que conviene a la honra y gloria de Dios y salvación de las almas...


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SANTA MARÍA MAGDALENA MAGDALENA DE PAZZI, Virgen


29 de Mayo del Año del Señor
SANTA MARÍA MAGDALENA
DE PAZZI,
Virgen

Si alguno quiere venir en pos de Mí,
que se renuncie a sí mismo,
que tome su cruz cada día y que me siga.
(Lucas, 9, 23).


Santa María Magdalena de Pazzi, aun en la flor de la edad, obtuvo, a fuerza de insistencia, de sus padres, el permiso para entrar en el monasterio de las carmelitas de Florencia. Mostró, desde el comienzo, una virtud consumada. Tan admirable era su oración, que pasaba a veces ocho días en éxtasis. Éstas y otras gracias extraordinarias fueron tachadas de ilusiones, y la santa fue sometida, durante cinco años enteros, a las más rudas pruebas. Finalmente, Dios devolvióle la calma y la consoló con su divina presencia. Recibió el don de milagros y de profecía, y murió en el año 1607, a la edad de 41 años.


ORACIÓN

Oh Dios, amador de la virginidad, que habéis abrasado de vuestro amor y adornado con vuestros dones celestiales a vuestra bienaventurada virgen María Magdalena, haced que honrando su memoria, imitemos su pureza y su castidad. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN SOBRE
LA VIDA DE SANTA MARÍA
MAGDALENA DE PAZZI

I. Esta santa amó a Dios desde que tuvo suficiente razón como para conocerlo. Aislábase para orar; pasaba horas enteras ante el Santísimo Sacramento; su Bienamado sin cesar estaba presente en su memoria. ¿Has comenzado tú a amar a Dios? ¡Des de hace ya mucho tiempo lo conoces y muy poco lo has amado!

II. Ella despreció todas las ventajas temporales que le aseguraban sus hermosas cualidades, y desde que conoció la vanidad del mundo, apresuróe a dejarlo, protestando que estaba dispuesta a soportar todos los suplicios antes que permanecer en él. Mira tú las grandezas, las riquezas y los placeres con los ojos de la fe, y no tendrás sino desprecio por lo que el mundo adora. Pon los ojos en el cielo, allí es donde debes poner todas tus esperanzas. He aprendido a pisar la tierra y no a adorarla, no me es lícito poner en las cosas inanimadas las esperanzas de mi vida. (San Clemente de Alejandría).

III. La oración continua de esta santa era la fuente de todas sus virtudes. Hacíala amar a Dios únicamente, y despreciar todo lo que no fuera Dios. Tú no podrás formarte alta idea de Dios, porque no piensas en Él, porque no conversas con Él. Gusta de la oración, ella te desasirá de la tierra y te unirá por entero a Dios; haz tu jaculatoria el lema de esta santa: ¡Sufrir o morir!

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo I, Patron Saints Index.

EL MIEDO AL PAPA (Mons. Gaume) (XIII)


Mons. Gaume
¿El miedo al Papa es absurdo? 


                                                                                    I.

De una forma u otra, el Papa es una necesidad social de todos los tiempos y lugares.

Tenéis miedo del Papa de Roma, del Papa de sotana, del Papa vicario de Jesucristo, del Papa infalible e inmortal. No lo quereis: Nolumus hunc regnare super nos; sin embargo, no escaparéis del Papado.


                                                                                    II.

¡No queréis al Papa de Roma! Tendréis al Papa de San Petersburgo, al Papa de Berlín, al Papa de Londres, al Papa de Berna, papas por todas partes.

¡No queréis al Papa con sotana! Tendréis papas con pantalones, cordones, botas, espuelas y sables al costado.

¡No queréis al Papa vicario de Jesucristo! Tendréis papas que serán vicarios de sí mismos, vicarios de su ambición, de sus caprichos, de sus intereses, de su tiranía y cuyas órdenes, por ciegas que sean, se convertirán en regla de vuestra vida.


                                                                                    III.

¡No queréis al Papa infalible e inmortal! Tendréis papas falibles que os desviarán por los caminos del error; quienes se contradecirán. Lo que es verdadero en el norte será falso en el sur y viceversa.

¡Papas mortales! quienes legarán a sus sucesores el derecho de modificar la doctrina; y nada nos impedirá ver, con cada nuevo reinado, un Credo oficial, diferente de los demás, que habrá que firmar, o sino...


                                                                                    IV.

Que después de algún conflicto, estos diferentes Papas sean absorbidos por un Papa más poderoso, como lo son hoy las nacionalidades de segunda categoría en beneficio de las nacionalidades mayores; entonces el mundo volverá a ver lo que ya ha visto, el axioma del antiguo paganismo volverá a convertirse en ley brutal de la humanidad: “Todo lo que agrada al príncipe, tiene fuerza de ley: Quidquid pIacuit Regi, vim habet legis”.

Ese día, a los más orgullosos enemigos del Papa de Roma, temblorosos esclavos de todos los Papas de creación humana, no les quedará más que repetir al tirano, que les pondrá el pie en la garganta, lo que los gladiadores dijeron a los césares paganos, sentados en el Coliseo para disfrutar de su muerte: “César, los que están a punto de morir te saludan: César, morituri te salutant".


                                                                                    
                                                                                    V.

El miedo al Papa, por parte de los malvados, produce todos los miedos de la gente buena. Ejemplos: ¿por qué le tenemos miedo a Bismarck? Porque Bismarck tiene miedo del Papa, lo odia, desprecia la autoridad del Papa y quiere hacerse Papa.

¿Los Rojos? Porque los rojos temen al Papa, odian al Papa, desprecian la autoridad del Papa y quieren hacerse papas.

¿Los Ateos, materialistas, solidarios, masones? Porque tienen miedo del Papa, porque odian al Papa, porque desprecian la autoridad del Papa y porque quieren convertirse en Papas.

¿Los Pseudocatólicos, llamados católicos liberales? Porque tienen miedo del Papa, porque sólo reconocen la autoridad del Papa con restricciones y porque quieren convertirse en Papas.


                                                                                    VI.

Si todas estas personas no tuvieran miedo del Papa y no se resistieran al Papa, nadie les tendría miedo. ¿Por qué ? porque ellos mismos no tendrían miedo de la verdad ni de la justicia. ¿Cómo es eso? porque es el Papa y sólo el Papa quien, directa o indirectamente, promulgó en el mundo y quien mantiene intactas las dos leyes invariables de la verdad y la justicia: el símbolo católico y el Decálogo.


                                                                                    VII.

Vemos, desde la forma en que lo miramos, que el miedo al Papa es el miedo de los miedos. Los enemigos de la sociedad y de la religión sólo temen al Papa. Los amigos de la religión y de la sociedad sólo temen a aquellos que no temen al Papa y que quieren ser Papas. Así, el mundo entero hoy está bajo la influencia del miedo: los malvados, porque tienen miedo del Papa; los buenos, porque tienen miedo de los papas.

En sentidos muy diferentes, todos tienen razón.

Continuará...

USURPA EL NOMBRE CRISTIANO, Y REALMENTE REPITE LOS ERRORES Y LAS DOCTRINAS DEL COMUNISMO


S.S. Pío XII
Evangelii Praecones
Sobre el fomento de las Misiones Católicas
1951

Hay pastores, como bien sabéis, Venerables Hermanos, que querrían conducir lejos a las ovejas de este único redil, de este único puerto de salvación, y os es conocido cómo se va haciendo cada vez más grave el peligro de este género. Por eso, considerando ante Dios a esta multitud inmensa de hombres que no conocen todavía la verdad del Evangelio y el grave peligro que amenaza a tantos, o por la difusión del materialismo ateo o por una cierta doctrina que usurpa el nombre cristiano, y que realmente repite los errores y las doctrinas del comunismo, sentimos toda la urgencia y el ansia de hacer progresar en todas partes y con todo esfuerzo las obras de apostolado, y reconocemos como dicha a Nos la exhortación del Profeta: Grita, no te des reposo, alza tu voz como una trompeta (Is. 58, 1)..
Encomendamos a Dios con suplicantes plegarias de modo particular las misiones interiores de la América latina, sabiendo de qué peligros e insidias están amenazadas más o menos arteramente por parte de las sectas anticatólicas.


Evangelii Praecones
Sobre el fomento de las Misiones Católicas
1951
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SAN GERMÁN, Obispo y Confesor


28 de Mayo del Año del Señor
SAN GERMÁN,
Obispo y Confesor

Era peregrino, y me hospedasteis;
estaba desnudo, y me vestisteis;
estaba enfermo, y me visitasteis;
estaba en prisión, y vinisteis a Mí.
(Mateo, 25, 35-36).


San Germán, obispo de París, tenía tanta compasión por los pobres prisioneros que, no pudiendo obtener su liberación de los hombres, pedíala a Dios y rompía sus cadenas mediante sus plegarias. Su casa estaba sin cesar invadida por una muchedumbre de desventurados, a quienes servía de padre. Siempre tenía varios pobres a su mesa, donde nada veíase que no fuese simple y frugal. Fue advertido del día de su muerte y lo hizo escribir en la cabecera de su lecho. Puesto que tú no sabes el día de la tuya, piensa en ella todos los días.


ORACIÓN

Haced, oh Dios omnipotente, que la augusta solemnidad del bienaventurado Germán, vuestro confesor y pontífice, aumente en nosotros el espíritu de devoción y el deseo de la salvación. Por J. C. N. S. Amén.



MEDITACIÓN SOBRE
LAS OBRAS DE MISERICORDIA

I. Estás obligado a hacer obras de misericordia: no es sólo un consejo que Jesucristo te da, es un mandamiento que te impone; y si no lo observas, no hay paraíso para ti. En el día del juicio, te salvarás por haber practicado las obras de misericordia, o te condenarás por haberlas descuidado; porque todo lo que haces o rehúsas a tu prójimo, a Jesucristo mismo es a quien lo haces o lo rehúsas. Da poco para recibir mucho, da un pedazo de pan para recibir el paraíso. (San Pedro Crisólgo).

II. Da ropa a los pobres que carecen de ella; tú estás cubierto de oro y de seda, da por los menos lo que tienes en exceso para cubrir los miembros de Jesucristo; visita a los enfermos, sobre todo a los pobres, y ayúdalos cuanto puedas. Vete a las cárceles, ocúpate de los desdichados que gimen en ellas: si son inocentes, merecen que les tengas piedad; si son culpables, acaso tú lo seas más que ellos. Si hubiera de encarcelarse a todos los que han ofendido a la majestad de Dios, el mundo no seria más que una dilatada prisión.

III. Si tu pobreza no te permite asistir con tus bienes a esas tres clases de personas, hazles una cari dad espiritual: visita a los presos, consuela a los pobres y a los enfermos; agradece a Dios el que no haya permitido que te veas reducido al estado en que los ves. En fin, graba bien en tu espíritu este pensamiento: Espera en vano misericordia aquél que, a su vez, no usó de misericordia. (San Pedro Crisólogo).

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo I, Patron Saints Index.

EJERCICIOS ESPIRITUALES DE SAN IGNACIO DE LOYOLA (VI) por Aloysius Bellecius SJ

 

LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES DE SAN IGNACIO DE LOYOLA 
(Aloysius Bellecius SJ, Madrid, 1867). 


LECTURA SOBRE EL PRIMER EJERCICIO , QUE S. IGNACIO LLAMA FUNDAMENTO. (Continuación)


                                                                                II.


I. El ejercicio del fin del hombre comprende esencialmente dos puntos que merecen toda su atención:

1.° El hombre ha sido criado para alabar y honrar al Señor su Dios , y para que sirviéndole salve su alma.

2.º Todas las criaturas que hay sobre la tierra, han sido hechas para el hombre , y para que se sirva de ellas ordenándolas exclusivamente al fin de su creación ( 1 ) . Por consiguiente , lo mismo que el hombre ha sido criado para Dios , así también todo lo demás ha sido hecho para el hombre ; y como el Ser Supremo es el fin del hombre , el hombre es á su vez el fin de todo lo que en este universo tiene sentimiento , vida ó existencia . Servir á nuestro Criador es nuestro fin esencial , único y el más importante : tal era la materia de nuestra primera meditación. La materia de la segunda será pues este segundo principio , que todas las otras criaturas no son sino medios , que nos ayudan á llegar á ese fin. Esta segunda verdad , lo mismo que la primera , es del género de aquellas , que la fe , la razon y la experiencia establecen unánimemente,  y que no puede ser negada sino por un ateo ó por un insensato .


De este doble principio saca nuestro santo autor , por una consecuencia natural , dos conclusiones de la más alta importancia : la primera que no debemos usar de las cosas criadas , sino en cuanto nos conducen á nuestro último fin , ni abstenernos de ellas , sino en cuanto nos apartan de él : la segunda, que debemos estar en una indiferencia completa respecto de todas las criaturas , y aun escoger en todas las circunstancias y buscar con cuidado lo que nos conduce con más seguridad á nuestro último fin ; de manera , que no deseemos más la salud que la enfermedad , las riquezas que la pobreza , los honores que el desprecio , una vida larga que una vida corta ( 2) . De estas dos conclusiones la primera fija nuestra elección en el uso que debemos hacer de las criaturas ; la segunda ordena nuestros afectos respecto de las mismas , y las dos reunidas encierran el secreto más infalible para llegar prontamente á una alta perfección .


Oh doctrina llena de un sentido divino ! ¡ Ciencia que la soledad de Manresa no pudo recibir sino del cielo ! ¡ Oh pensamiento digno de ser escrito con letras de oro ! ¡ Tú eres el grano de mostaza ; la médula del cedro , cubierta y escondida bajo una ligera corteza ; el maná divino , que , bien saboreado, produce en el alma efectos sorprendentes !


Un sabio doctor de París , Martin Olave , cuyas luces honraron á la Sorbona , confesaba que habia recogido más fruto en una sola hora de meditación sobre esta verdad , llamada Fundamento , que en los muchos años , durante los cuales había empleado los días y las noches en el estudio de la teología, y dado tantas veces lecciones públicas de esta ciencia.

Una joven religiosa , llamada Buenaventura , abandonó después de esta meditación una conducta hasta entonces demasiado imperfecta , y comenzó á llevar una vida regular. Distinguíase por el lustre de su familia , por la penetración de su espíritu, por sus conocimientos en matemáticas y por otras brillantes cualidades . Habiendo entrado en el monasterio llamado de Torre di Specchi ( 3 ) , en Roma , solo el hábito parecía tener de religiosa . Cuando el P. Lancicio fue á dar los Ejercicios á aquella comunidad , esta religiosa se resistió obstinadamente á su celo , parecía haber cerrado enteramente su corazón y aun sus oídos á la gracia , y estar decididamente resuelta á no asistir á ninguna de las instrucciones ; pero en fin , dejándose ganar á fuerza de instancias , ella medita atentamente las verdades de que acabamos de hablar : no se necesitó más : cambiada al punto en otra bien diferente de sí misma , rompe generosamente de un solo golpe todos los lazos que tan fuertemente la habían tenido sujeta á la vanidad y á pueriles bagatelas ; destierra de su celda los pequeños regalos, las estampas , los cuadros , todas las frivolidades, todo lo que huele á mundo ; rompe las amistades particulares , renuncia á las conversaciones inútiles , se ofrece á su Criador en una perfecta disposición de indiferencia ; y pronta á trabajar por llegar al grado de perfección , en que Dios quiera que en adelante le sirva , se dirige al Padre Lancicio á darle cuenta del resultado de su meditación en estos términos : Padre mío , ya no más jugar con Dios . He conocido lo que quiere y lo que no quiere de mí. Estoy resuelta á ser toda suya , y para su mayor gloria , voy, sin más tardar, desde este mismo momento , voy á aplicarme con todas mis fuerzas á hacerme una santa , y no como quiera santa , sino una grande santa.


Su fidelidad correspondió á sus promesas ; se aplicó á imitar á Santa Catalina de Sena , y se elevó á una alta perfección , perseverando en la virtud hasta su muerte . Esta primera meditación fue la que obró en un corazón enteramente mundano este gran milagro , este cambio tan prodigioso .

(1) Libro de Ejercicios , Fundamento .
(2) Libro de los Ejercicios , Fundamento.
(3) Situado al Norte de la plaza Montamara , cuartel del Capitolio , fundado en 1425 por Santa Francisca, dama romana . Las religiosas de este monasterio son llamadas Collatinas ú Oblalas.

Continuará...

CASI TODAS LAS HEREJÍAS DE LOS PRIMEROS SIGLOS FUERON FRANCAMENTE COMUNISTAS

Niceto Alonso Perujo
Presbítero, doctor en Teología y en Derecho Canónico, canónigo en varios cabildos, profesor y rector de Seminario, apologeta y polifacético escritor.

Después de Jesucristo, casi todas las herejías de los primeros siglos fueron francamente comunistas. 

Los Ebionitas, o pobres profesaban la expropiación individual ó la comunidad de bienes como una doctrina que atribuían falsamente a los Apóstoles; así como también los carpocracianos y muchas famas de los Gnósticos. 

Mas tarde el socialismo práctico parece con los Valdenses y Albigenses, los hermanos del libre Espíritu, los Fraticelos, los Lolardos y otras sectas de la Edad Media, pero sobre todos lo proclamaron en el siglo XVI los terribles anabaptistas, que trataron de realizarlo á mano armada. 

Los filósofos del siglo pasado defendieron los principios socialistas, y la revolución francesa puso en práctica muchos de aquellos principios. 

En nuestra época (1877) los tres reformadores mas audaces han sido Saint Simon, Fourier y Owen, los cuales han tenido y tienen numerosos partidarios, que trabajan incansables por realizar sus imposibles y perversas teorías. 

Todos hemos Visto los medios que emplean, y los principios que proclaman y lo peor es que se organizan de día en día, y son para los pueblos una continua amenaza.

Lecciones sobre el Syllabus

https://archive.org/details/lecciones-sobre-el-syllabus/page/n196/mode/1up

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SAN BEDA, Confesor


27 de Mayo del Año del Señor
SAN BEDA,
Confesor

Si alguno me ama, observará mi palabra,
mi Padre lo amará, y vendremos a él,
y haremos en él nuestra morada.
(Juan, 14, 23).


San Beda, apodado el Venerable, desde la edad de siete años fue confiado a San Benito Biscopio para que él lo educara. Fuera del tiempo del Oficio divino, plúgole siempre estudiar, enseñar o escribir, dedicándose sobre todo a la composición de comentarios sobre las Sagradas Escrituras. El día de su muerte, el niño que le servía de secretario le recordó que aún le faltaba componer una frase para acabar su tratado sobre el Evangelio de San Juan. Dictóla el santo y, terminada su obra, recitando el Gloria Patri expiró. Corría el año 735.


ORACIÓN

Oh Dios, que ilustráis a vuestra Iglesia por la ciencia del bienaventurado Beda, vuestro confesor y doctor, conceded a vuestros servidores ser siempre ilustrados por sus méritos. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN ACERCA
DE TRES CLASES DE LIBROS

I. No leas libros malos, ni siquiera inútiles; éstos hacen perder el tiempo, aquellos inspiran im piedad o impureza. Quieres aprender de ellos a hablar bien, y aprendes a vivir mal. Muchos libros hay en los que aprenderás la ciencia y el talento unidos a la virtud. ¿No los lees? Un mal libro es un tentador continuo, un demonio doméstico; échalo de tu casa; de lo contrario él echará de ella la virtud.

II. Lee la vida de los santos; al decirte lo que ellos han hecho, te enseñarán lo que tú debes hacer. Te desafío a leer la vida de un santo sin experimentar el deseo de llegar a ser tú mismo un santo. En fin, no dejes pasar ningún día sin hacer alguna lectura espiritual: es el alimento de tu alma; hablas a Dios en la oración. Él te habla en la lectura espiritual: escúchalo, y pon de inmediato en práctica lo que hayas leído. Que tus lecturas o tus oraciones sean continuas; ora dirígete a Dios, ora escucha su palabra. (San Cipriano).

III. Lee a menudo en el libro de tu conciencia. Todos los otros libros serán inútiles si no conoces éste. Estudia tus inclinaciones, tus defectos, conócete a ti mismo. Este libro será abierto el día del juicio; ¿podrás darlo a conocer sin temor? ¡Cuán pocos hay que se conozcan a sí mismos! Mira en el examen de cada día, y en el examen preparatorio a la confesión, las faltas que has cometido; trae a tu memoria los años transcurridos, y borra con tus lágrimas los pecados escritos en este libro de tu conciencia, no sea que se lo condene a ser quemado. Levántate contra ti mismo en el tribunal de tu conciencia. (San Agustín).

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo I, Patron Saints Index.