VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

EL MIEDO AL PAPA (Mons. Gaume) (XI)


Mons. Gaume
¿El miedo al Papa es peligroso? (Continuación)


V.

Entonces, ¿por qué da miedo el Papa? ¿Por qué una sola de sus palabras sacude al mundo entero, provoca sarcasmo en algunos, furia en otros, miedo en todos?

Esto se debe a que el Papa posee más que un vasto imperio, más que ejércitos valientes, más que fortalezas formidables, posee la verdad: la verdad religiosa y la verdad social; con la verdad, la ley que es inseparable de ella; y con la verdad y el derecho, soberanía moral, salvaguarda de la conciencia humana; la verdad, una protesta viva contra la violación general de la gran ley de la humanidad y contra el prestigio satánico que es su causa; verdad, faro inextinguible de las naciones, reina de la inteligencia y reina invencible, cuyo trono domina todos los tronos, desafía a todos tormentas y permanece en pie, entre las ruinas de todo lo que no sostiene con su inmortalidad.


                                                                                VI.

Personificación de la verdad, del derecho, de lo justo: he ahí, lo repetimos, por qué el Papa hoy asusta al mundo, hace temer a los hombres de mentira, a los cismáticos, a los protestantes, a los revolucionarios, a los católicos liberales, a los racionalistas, a los materialistas, a todas las mentes descarriadas, a todos los corazones necios, a todos los hombres fascinados por el prestigio satánico.

Como se ha dicho, volvemos a ver con nuestros ojos lo que vivió el mundo antiguo, hace mil ochocientos años, la agitación, el temblor, el odio, la alianza universal contra el Señor y contra su Cristo, es decir, en definitiva, contra el Papa, representante inmortal de ambos.


                                                                                VII.

Es tan cierto que es el Papa, y sólo el Papa, el objeto central del miedo y del odio hacia todo lo que no está en el camino de la verdad y la justicia, que los gobiernos y los partidos más hostiles a las ideas religiosas apoyan a todas las sectas que rechazan al Papa y persiguen a todas las comunidades religiosas que viven del Papa.


Así, el turco tiene miedo del Papa y sólo del Papa, ya que apoya a los griegos que no reconocen al Papa; también apoya a los cismáticos armenios que no reconocen al Papa, mientras persigue con saña a los armenios católicos, que reconocen al Papa y viven del Papa.


                                                                                
                                                                                VIII.

Lo mismo ocurre con los autócratas rusos, con los gobiernos de Inglaterra, Dinamarca, Suecia, Noruega, Prusia, Italia, Suiza y otros, todos los cuales permiten que entre ellos vivan pacíficamente numerosas sectas a las que incluso favorecen porque lo son ajenas al Papa; mientras que persiguen a todas las comunidades religiosas, pequeñas o grandes, que reconocen al Papa y viven del Papa.

¡Ay también de las sectas y los sectarios que llegan a reconocer al Papa y quieren vivir de su vida; no sólo los favores, sino también la tolerancia de que eran objeto, se transformaron inmediatamente en vejaciones y persecuciones.

Así, considerado en el orden religioso, el miedo al Papa lleva al mundo al odio de la justicia y la verdad, y lo empuja al abismo.


Continuará...