VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

SAN REMIGIO, Obispo y Confesor





1 de octubre del Año del Señor
SAN REMIGIO,
Obispo y Confesor

Conforme a la santidad
del que os llamó, sed también
vosotros santos en todo vuestro proceder.
(1 Pedro, 1,15).

San Remigio, el gran apóstol de Francia, fue ilustre por la ciencia, la elocuencia, la santidad y los milagros que jalonaron sus largos setenta años de episcopado. Elegido por Santa Clotilde para instruir religiosamente al rey Clodoveo, su esposo, que había decidido abrazar el cristianismo, tuvo el santo obispo el consuelo de bautizarlo, con dos de sus hermanas, tres mil guerreros y muchas mujeres y niños. Destruyó los ídolos e hizo edificar iglesias. Murió hacia el año 533, casi nonagenario.


ORACIÓN

Haced, oh Dios omnipotente, que la piadosa solemnidad de San Remigio, vuestro confesor y pontífice, aumente en nosotros el espíritu de devoción y el deseo de nuestra salvación. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN SOBRE LA SANTIDAD
RESUMIDA EN TRES PALABRAS

I. La santidad puede resumirse en tres palabras: abstenerse, sufrir, emprender. Abstente de las cosas ilícitas y peligrosas, y a menudo aun de las permitidas. Prívate de los placeres de esta vida, y gozarás de los del cielo. No hay gozo más dulce, aun en esta vida, que privarse de un placer por amor de Dios. Señor, ¿cómo podría entregarme al placer viéndoos clavado en una cruz? ¡Existe un infierno para los voluptuosos, y me abandono yo a las delicias!

II. Hemos de sufrir ataques de la concupiscencia, del mundo y del demonio. Hemos de sufrir insultos de nuestros enemigos y perfidias de quienes consideramos amigos. En fin, seas quien fueres, te desafío a que me cites tan siquiera un día de tu vida en que no hayas sufrido. Reflexiónalo bien. El mundo es incapaz de satisfacer nuestros deseos, y la inquietud incesante de nuestra alma, en el seno mismo de la abundancia, es una prueba de que sólo Dios puede colmarla. Considera el estado de vida que te plazca, no hay descanso ni en el más oscuro ni en el más brillante. (San Euquerio).

III. Gran obra es nuestra santificación; es menester, para llevarla a cabo, trabajar seriamente por adquirir las virtudes cristianas. ¿Podrías acaso decir que posees alguna de ellas? No te desalientes sin embargo: para ser santo, basta quererlo. Examina qué te impide serlo, y verás que no son sino bagatelas, como aquéllas de que habla San Agustín: Estaba retenido por las frivolidades y las vanidades más miserables.

*En efecto, mis queridos hermanos. Estamos llamados a ser Santos y perfectos, como el Padre Celestial es Santo y perfecto, siendo muy conscientes de nuestra flaqueza y miseria naturales, pero aspirando siempre a ser mejores, con la ayuda fundamental de Dios Uno y Trino. En el mundo y sus vanidades jamás hallaremos reposo para nuestras almas, pues los placeres caducos y envenenados de esta pobre vida no pueden llenar nuestro corazón, sino que lo dejan siempre más hambriento y necesitado del verdadero amor y la verdadera paz que sólo Dios puede dar. Las inquietudes y distracciones mundanas hunden al alma cada vez más en la idolatría y el olvido de Dios, que es la mayor desgracia que existe, pues quienes se han entregado a satisfacer la triple concupiscencia de la carne, de los ojos y del orgullo jamás tienen suficiente y siempre buscan nuevas maneras de procurarse placer y deleites, aunque sea ilícitamente y suponga ofender gravemente a Dios. Por eso los pobres mundanos jamás despiertan de sus peligrosas ilusiones en esta vida, y cuando les llega la hora crucial de la muerte, su conciencia les muestra que gastaron toda su existencia en perseguir fantasmas y cazar moscas, casi literalmente, pero descuidaron aquello que era la única cosa necesaria, esto es, conocer a Dios por la Fe y amarlo por completo, abandonando el mundo y sus ficciones absurdas. Seamos, pues, ambiciosos como Dios quiere, de modo que aspiremos a los bienes de lo alto, dando de mano a las bagatelas por las que tantos infelices pierden su salud y su tiempo, para que vivamos únicamente en Cristo, por Cristo y para Cristo, Que San Remigio nos obtenga el desprendimiento de las cosas terrenas y los apegos sentimentales, haciendo que suspiremos únicamente por las virtudes teologales y cardinales, en las que debemos sobresalir para ir bien cargados de ellas a comparecer ante el Juez Eterno.

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo II, Patron Saints Index.

*Comentario de Un discípulo amado de N.S.J.C.


1 de Octubre del Año del Señor.
SAN REMIGIO
Obispo y Confesor
n. hacia el año 438;
† 13 de enero del año 533

Conforme a la santidad del que os llamó, sed también vosotros santos en todo vuestro proceder. (1 Pedro 1, 15)

+ San Remigio, Obispo de Reims y Confesor, que durmió en el Señor el 13 de Enero, pero es venerado especialmente en este día, a causa de la Traslación de su cuerpo.
+ En Roma, san Aretas, Mártir, y otros quinientos cuatro.
+ En Tournay de las Galias, san Piatón, Presbítero y Mártir, que, juntamente con san Quintín y sus Compañeros, caminó desde Roma a Francia a predicar el Evangelio, y después, en la persecución de Maximiano, consumado el martirio, pasó al Señor.
+ En Tomis del Ponto, los santos Mártires Prisco, Crescente y Evagrio.
+ En Lisboa de Portugal, los santos Mártires Verísimo y sus hermanas Máxima y Julia, que padecieron en la persecución del Emperador Diocleciano.
+ En Salónica, san Domnino, Mártir, en el imperio de Maximiano.
+ En Orbieto, san Severo, Presbítero y Confesor.
+ En Gante, san Bavón, Confesor.

+ Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.

MEDITACIONES DE SANTO TOMÁS DE AQUINO (I)


MEDITACIONES
DE SANTO TOMÁS DE AQUINO.


Primera parte - Sobre la vía purgativa.


1ª meditación - Del deseo que hay que tener de avanzar y adquirir la perfección.


La primera y más necesaria preparación que debe traer para hacer los ejercicios de manera útil, es tener un deseo muy grande de avanzar y adquirir la perfección a la que debemos esforzarnos. Ésta es la única cuestión que nos concierne, como dice San Pablo (1); todo lo demás está fuera de nosotros y no es capaz de hacernos felices; solo hay esto, trabajar para salvarnos y ganar el cielo, que debemos estimar o considerar como un negocio. David, dice Santo Tomás, llama a su alma mi única, “unicam meam” (2), ¿por qué? porque es sólo a ella a quien debemos amar, sólo por ella debemos trabajar. Todo lo demás, incluso si se trata de un imperio, o incluso del mundo entero, debe considerarse sólo como diversión.
¡Pobre de mí! Jesucristo dijo una vez a sus apóstoles: "¿De qué le serviría a un hombre ganar el universo perdiéndose a sí mismo? » (3). ¡Pues bien! ¿No sería una extraña locura perderse para ganar lo que nos resultaría inútil si alguna vez nos hubiésemos perdido eternamente? — Consideremos, pues, las tres razones por las que estamos obligados a trabajar, con todo el ardor y aplicación posibles, hacia nuestra perfección.

I. Porque sólo por esto hemos sido creado, sólo por esto Dios nos dio el ser y la razón;

II. Porque sólo para esto Dios nos ha puesto en la Iglesia, donde recibimos toda la plenitud de las gracias necesarias;

III. Porque sólo por eso Dios nos ha puesto en un estado de vida en el que nuestro deber es trabajar sólidamente por la adquisición de la santidad.

(l) Ut vestrum negotium agatis. I ad Thess, 4, 11.
(2) Ps. 34, 47.
(3) Quid enim prodest homini si mundum universum lucretur, animae vero suae detrimentum patiatur? Matth, 16, 26.


Continuará...


Mons. GAUME - ¿PARA QUÉ SIRVE EL PAPA? (I)


Mons. Jean-Joseph Gaume

¿PARA QUÉ SIRVE EL PAPA?


PRÓLOGO de la 2ª edición (1861)


La Revolución no se cansa de atacar a la Iglesia. Nosotros no debemos cansarnos de defenderla. No se contenta con reproducir sus ataques de anteayer: cada día inventa otros nuevos o rejuvenece los viejos. A medida que se acerca el resultado, la lucha se vuelve más sencilla. De hora en hora, el Santo Padre se convierte en el objetivo cada vez más marcado de la Revolución.

Hace unos días, M. E. de Girardin afirmaba, en la introducción de un nuevo panfleto contra la Santa Sede, que sin el Papa y sobre todo sin el Papa-Rey, el mundo no dejaría de ser cristiano; en consecuencia, que no sería ni menos civilizado ni menos feliz que con el Papa. En otras palabras, es preguntar para qué sirve el Papa y provocar la respuesta: que Europa es ahora lo suficientemente fuerte y la civilización lo suficientemente avanzada como para prescindir del Papa.

Si miramos de cerca, encontraremos el mismo error al final de todos los folletos, discursos, artículos periodísticos e incluso conversaciones revolucionarias en un mundo determinado. Se está formando una opinión muy pública en esta dirección. Incluso las personas honestas se dejan engañar: hasta el punto de que la seducción de los espíritus se ha convertido en el gran peligro de la situación.

El ataque exigía defensa. El ataque es directo, la defensa debe serlo también. El ataque es de ayer: la defensa no se debe hacer esperar.

De ahí las páginas que vamos a leer.


I - ¿PARA QUÉ SIRVE EL PAPA?

No, no es un sueño. Después de mil ochocientos años de cristianismo, a mediados del siglo XIX, un siglo, se dice, de progreso y de ilustración, en las asambleas legislativas, en las salas de estar, en los cafés, en los talleres, en la intimidad del hogar, tanto en el campo como en las ciudades, millones de criaturas bautizadas han venido a preguntar, con una seguridad angustiosa: ¿Cuál es el propósito del Papa, especialmente del Papa-Rey?

Formulada en términos más o menos similares, ¿qué significa esa pregunta?, preguntémonos uno por uno. Significa que la noción del Papado, tal como la estableció el Hijo de Dios mismo, está siendo alterada de manera aterradora. Significa que el principio, el fundamento de la Iglesia, pasa del estado de doctrina al estado de problema. Significa que el poder preservador de las sociedades civilizadas, cae en medio, si no de la hostilidad, al menos de la indiferencia, que se ha vuelto contagiosa incluso entre los cristianos.

En cuanto a lo que llamamos mundo, la caída del trono de San Pedro le conmueve menos que una suspensión de pagos, menos que una caída de la Bolsa. Ahí, ni un miedo más, ni un baile menos.

En medio de este descarrilamiento general, una sola palabra sobre el Papa Pontífice y el Papa Rey. ¿Y por qué esta palabra? ¿Para prevenir desastres? Ya no es el momento, la vieja Europa puede compararse a un barco desarbolado, empujado por el huracán y dispuesto a saltar la gran catarata del Niágara.

¿Por qué esta palabra? Por dos motivos no carentes de gravedad. El primero, para resumir brevemente todo lo dicho sobre la cuestión pontificia, a fin de proporcionar a las almas rectas, en los días de peligro, un arma fácil y segura contra los sofismas revolucionarios. El segundo, para arrojar un último rayo de luz sobre el abismo sin fondo al que descenderá Europa sin el Papa.

Continuará...

S.S.GREGORIO XVI SOBRE EL CASO HONORIO


MAURO CAPPELLARI
S.S.Gregorio XVI
El Triunfo de la Santa Sede y de la Iglesia contra los ataques de los novadores (jansenistas)

Y primeramente obsérvese que en nuestro caso habiendo autores contemporáneos ó inmediatamente posteriores, á quienes no podía ser desconocida la intención de aquellos Padres, y que sin oponerse estos testifican ó suponen que no tuvieron intención de declarar hereje formal al Pontífice, basta que la fórmula de la condenación no excluya esta distinción, tanto más si parece que la exige. Pues así es: el Emperador mismo que nada replicó á la carta que le escribió León en su edicto puesto después de la sesion 8.2, distingue á Honorio de los demás herejes: Ad hoc et Honorium, horum hæreseos in omnibus fautorem, concursorem, atque confirmatorem. Hasta el mismo concilio hace esta distinción; porque habiendo condenado ya á los autores y defensores formales de la herejía, excomulga separadamente al Pontífice, no confundiéndole con los demás: Anathematizari præcipimus et Honorium, eo quod invenimus, per scripta quæ ab eo facta sunt ad Sergium, quia in omnibus ejus mentem secutus est, et impia dogmata confirmavit. Constantino, pues, le llama fautor, cooperador y confirmador del monotelismo; el concilio le anatematiza separadamente, dando por razón de la excomunión, que en su carta á Sergio in omnibus ejus mentem secutus est; es decir, porque condescendió con sus pretensiones, miras é intenciones; aunque ignoraba el fin que aquel se proponía, pues le ocultaron el misterio de la herejía con el velo de un celo ortodoxo; y porque confirmó las doctrinas impías con haber impuesto silencio. No se quiere admitir esta explicación? ¿Pues por qué añade el concilio: et impía dogmata confirmavit? Si el haberse conformado con la intención de Sergio significase haber abrazado sus herejías, era supérfluo añadir que confirmó sus impíos dogmas. El que abraza la herejía, la confirma en el mismo hecho de abrazarla; siendo así que se puede confirmar la indirectamente, por falta de cautela, sin error del entendimiento, y de consiguiente sin abrazarla. ¿Con qué fundamento se pretende pues que la intención del concilio fué condenar al Papa como hereje formal? Pero esta interpretación la necesitaban los novadores (jansenistas) para probar que estaba lejos el concilio de tener al Papa por infalible, y autorizar al mismo tiempo con este ejemplo el erróneo sistema de la falibilidad de la Iglesia en los hechos doctrinales. Por lo demás, se prueba que es inasequible la empresa de los contrarios, sin necesidad de recurrir á la profesión de fé que hacían los electos romanos Pontífices á la faz de la Iglesia excomulgando en ella auctores novi hæ retici dogmatis,&c. una cum Honorio, qui pravis eorum assertionibus silentium impendit. Si los contrarios se empeñan en la voz hereje se debe tomar siempre en un sentido tan riguroso, que nunca signifique sino el que es reo de una herejía formal, les recordaremos á Teogni y Eusebio de Nicomedia en el concilio Niceno, á Teodoreto y Juan, &c. en el Calcedonense, referidos por Bolgeni; y verán que también se llaman así generalmente los fomentadores, y defensores ocultos de la herejía...

[...]

 Las cartas de Honorio fueron condenadas como indirectamente heréticas, concedo, como formalmente, niego. Y hé aquí por tierra el monstruoso edificio levantado contra un autor tan benemérito de la Iglesia. Aquí se ve principalmente la fé que merecen los contrarios cuando interpretan á los Padres. El mismo concilio de que hablamos decidió también contra ellos: Hæreticorum proprium esse, circumtruncatas patrum voces deflorare



S.S.Honorio I


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EL ESPEJO DE LA CRUZ (XXVI)


CAPITULO 21 - Cómo el dolor de Cristo fue gravoso: considerando la condición y la cualidad de los que lo crucificaron.


Además, el dolor de Cristo se agrava si consideramos la condición de que lo ofendieron, y la de los que lo crucificaron. De cuatro clases de personas recibe el hombre injuria con más dolor que de las otras: de hombres que dicen ser amigos; de hombres a quienes se les ha hecho un gran servicio; de hombres considerados religiosos y santos; y de hombres viles e infames. Cristo fue ofendido por estas cuatro clases de personas.


En primer lugar por hombres que aparentaban ser sus amigos, porque fue traicionado y vendido por el discípulo Judas. Fue abandonado y negado por san Pedro, que le hacía grandes promesas diciendo: “Si todos los otros se escandalizaran, yo no me escandalizaré, y estoy preparado para morir contigo”. Fue abandonado por todos los apóstoles, que antes mostraron ser sus amigos y servidores; y le fue penoso no solamente porque fue traicionado sino el modo, que fue bajo apariencia de amistad. Por eso dijo a Judas: “Con el beso me traicionaste”. Y en el Salmo se lamenta de él diciendo: “Si aquél que siempre se mostraba enemigo me hubiese maldecido, habría tenido paz y soportado menos penosamente; pero soy traicionado por ti, hombre, que te mostraste amigo y compañero, y que comiste en mi mesa”. Y por eso me es más gravoso.


Además, se agrava este dolor pensando que recibió maltrato de hombres a los que había servido y hecho muchos beneficios, no solamente por predicar la verdad e iluminarla, sino por sanar a los enfermos, resucitar a los muertos, sanar a los tullidos, iluminar a los ciegos, y haciendo muchos otros milagros para su utilidad; ellos, siendo alimentados por Él en el monte cuando multiplicó el pan y el pescado, quisieron hacerlo Rey, y luego súbitamente se volvieron contra de Él, y todos juntos gritaban al unísono: “¡muera! ¡muera!, ¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!”.


Además, fue más penoso este dolor, porque entre esta multitud estaban los principales, es decir los príncipes de los sacerdotes y los fariseos, que eran hombres doctos y religiosos, y que debían tener discernimiento y calmar al pueblo. Porque cuando el hombre soporta injuria de algún hombre considerado malvado y desalmado, siente alguna consolación en esto, pues considera que mucha gente le tiene compasión y piensa que se le ha hecho injuria; pero cuando el hombre recibe ofensa de un hombre religioso y sabio, de buena fama, la gente común no puede creer que se le haya hecho una sinrazón ni injusticia; antes bien, creen que Él haya sido condenado justamente, es decir por un hombre justo. Y sin embargo el dolor es más gravoso puesto que es con más vergüenza e infamia, y nadie le tiene compasión. Por eso el dolor de Cristo fue sumamente gravoso: porque fue acusado y condenado por hombres de los cuales la gente común tenía buena opinión y los tenían por maestros y jueces, es decir de los príncipes y fariseos: de modo que ninguno podía creer que a Cristo le fuese hecha injusticia, ya que los maestros de la ley lo acusaban por impostor.


Además el dolor de Cristo se agrava por otro motivo, en cuanto que los que lo escarnecían y crucificaron fueron hombres de gran vileza y perfidia, como lo son los esbirros y los soldados que estaban con Pilato, y los peones de los Príncipes y de los sacerdotes, quienes por deseo de complacer a sus señores, como hombres pérfidos que eran, le hacían a Cristo muchos escarnios y muchas cosas crueles y viles. Por eso uno de los ministros, cuando el pontífice Anás le preguntó a Cristo sobre su doctrina, porque respondió: “Yo he predicado abiertamente, pregúntale a aquellos que la han oído”, le dio una fuerte cachetada y le dijo: “¿Así respondes Tú a nuestros pontífices?”.


Y vemos que tanto mayor es la injuria cuanto es hecha por personas viles, y especialmente cuando la persona que la recibe es honorable y de gran dignidad. Y por eso el dolor de Cristo en este sentido fue sumamente gravoso: porque fue engañado, recibió escupitajos, golpeado y maltratado por soldados canallas y hombres muy viles. En resumen, podemos decir que así como Cristo vino a morir por todo el género humano, así para crucificarlo y atormentarlo pareciera que se reunieron toda clase de personas, es decir judíos y gentiles, señores y vasallos, religiosos y laicos, maestros y discípulos, grandes y pequeños, hombres y mujeres, nobles y villanos, ricos y pobres, y de toda condición y estado. Y puesto que Cristo vino para hacer el bien a todos, de la misma manera recibió mal de todos.


Para agravar el dolor de Cristo sucedió también que el domingo anterior lo habían honrado mucho y lo recibieron con palmas y con ramos de olivos, con cantos y con gran procesión; e inmediatamente cambiaron a lo contrario. Y los que anteriormente lo habían llevado a Jerusalén montado sobre el asno, cantando y gritando: “Bendito es el que viene en nombre de Dios”, luego el viernes lo echaron fuera de Jerusalén con la cruz sobre el hombro, gritando: “¡Muera!, ¡Muera!. Crucifícalo!, crucifícalo!”. Y fue mucho mayor el gentío que lo echó de Jerusalén que el que lo recibió. Y así como el domingo lo recibieron con ramos de olivo en las manos, del mismo modo el viernes lo golpearon con varas y otros azotes. Y así como el domingo se quitaron el manto en honor de Cristo, extendiéndolos sobre el camino, del mismo modo el viernes le quitaron sus vestimentas, y lo dejaron desnudo en la cruz. He aquí cómo el inmediato cambio de honor a deshonor agrava el dolor de Cristo.

Continuará...



SAN JERÓNIMO, Presbítero y Doctor

30 de septiembre del Año del Señor
SAN JERÓNIMO,
Presbítero y Doctor


Del mismo modo que fuimos aprobados de Dios
para que se nos confiase su Evangelio,
así hablamos, no para agradar a los hombres,
sino a Dios, que sondea nuestros corazones.
(1 Tesalonicenses, 2, 4).


La vida de San Jerónimo, hombre rico de Panonia que se hizo bautizar en Roma y fue ordenado sacerdote en Antioquía, no es sino una serie ininterrumpida de trabajos emprendidos por la gloria de Dios. Secretario de S.S. el Papa San Dámaso, enseñó Sagrada Escritura y dio de ella, en latín, su famosa traducción conocida con el nombre de Vulgata, que aprobó el Concilio de Trento. Fue también el azote de las herejías. Su austeridad, sus continuos ayunos y su celo por la conversión de las almas, nos enseñan la virtud y el Evangelio más elocuentemente aun que sus palabras. Murió en el año 420, cerca de los 80 años de edad.


ORACIÓN

Oh Dios, que os dignasteis conceder a la Iglesia un admirable intérprete de las Sagradas Escrituras en la persona de vuestro confesor San Jerónimo, ayudadnos, en consideración de sus méritos, a llevar a la práctica la que enseñó con su palabra y sus actos. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN
SOBRE SAN JERÓNIMO

I. Este santo Doctor abandonó la lectura de los autores profanos, por quienes tenia una especie de pasión, a fin de entregarse de lleno al estudio de los Libros santos. ¿Hasta cuándo perseguirás en tus estudios sólo tu agrado y tu interés? Mira hacia dónde tienden tus vigilias y tus trabajos, y trata de santificarlos mediante la rectitud de tus intenciones. Acuérdate siempre que hay que atribuir a la virtud más valor que a la ciencia. Ama la ciencia, pero prefiere a ella la caridad. (San Agustín).

II. San Jerónimo dejó la Ciudad eterna, en la que era colmado de honores, y fue a buscar, en la soledad de Belén, un refugio contra los peligros del mundo. Examina las ocasiones que tienes de ofender a Dios, y abandónalas. En el desierto es donde Jesucristo y un gran número de santos después de Él triunfaron de sus ataques. La gloria del desierto es triunfar del demonio que venció a nuestros primeros padres en el paraíso terrenal. (San Euquerio).

III. El pensamiento del juicio fue lo que movió a este gran santo a retirarse a la soledad y a imponerse las más rudas mortificaciones. Es menester que el sonido de aquélla trompeta terrible que deberá citarte ante el tribunal de Dios resuene continuamente en tus oídos. ¿Estás pronto a dar cuenta de tu vida? Piensa en ello a toda hora durante el día, tiembla, como lo hacía este santo; abandona los placeres y abraza la cruz. Cuando el sonido de la trompeta haga temblar la tierra y a los que la habitan, tú estarás gozoso. (San Jerónimo).

*Así es, mis queridos hermanos. A las almas escogidas, Dios las lleva siempre al desierto y al abandono extremo, permitiendo que sean traicionadas por aquéllos en quienes confiaban, como pueden ser sus propios familiares, sus amigos, y hasta quienes consideraban ser sus hermanos en la Fe. Dios hace esto para separar a esas almas de la afición engañosa a los lazos de sangre y los afectos naturales como la amistad y los gustos comunes, porque nuestro Señor es un Dios celoso, y quiere ser amado en exclusiva como Él ama a sus elegidos, de ahí que no tolere ningún otro amor que no sea el suyo. Los grandes Santos han sido grandes penitentes, como San Jerónimo, y su amor por el desprecio y las austeridades nos enseña que no hay otro camino para conmover a Dios y moverle a enviarnos Sus gracias que mediante la aceptación serena y resignada de la cruz que Él ha tenido a bien enviarnos para separarnos del mundo y sus engaños y hacernos discípulos suyos. Que nadie se engañe ni se imagine poder llegar al Cielo por otro camino que no sea el de la cruz y la penitencia, pues si el Padre Eterno no perdonó ni a Su propio Hijo Unigénito Jesucristo, el cual era inocente de todo pecado y era la santidad misma, mucho menos nos va a perdonar a nosotros, que no somos sino despreciables pecadores orgullosos llenos de vanidad y sujetos a la concupiscencia de las pasiones. El camino al paraíso pasa obligatoriamente por la cruz y la muerte a uno mismo. Por tanto, formemos la santa resolución de querer vivir olvidados y ninguneados por todos, para que Dios vea nuestra abyección y se apiade de nosotros, levantándonos de nuestra miseria y abriéndonos el camino a la vida eterna. San Jerónimo, ora pro nobis!


Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo III, Patron Saints Index.

*Comentario de Un discípulo amado de N.S.J.C.


30 de Septiembre del Año del Señor.
SAN JERÓNIMO
Presbítero y Doctor de la Iglesia
n. hacia el año 347 en Dalmacia;
† hacia el año 420
Patrono de arqueólogos; bibliotecarios; archivistas; bibliotecas; estudiosos de la Biblia; traductores; estudiantes.

Del mismo modo que fuimos aprobados de Dios para que se nos confiase su Evangelio, así hablamos, no para agradar a los hombres, sino a Dios, que sondea nuestros corazones.
(1 Tesalonicenses 2, 4)

+ En Belén de Judá, el tránsito de san Jerónimo, Presbítero, Confesor y Doctor de la Iglesia, el cual, consumado en el estudio de todas las ciencias y hecho imitador de los Monjes perfectos, con la espada de su doctrina dio muerte a muchos monstruos de herejías, y finalmente habiendo llegado a la edad decrépita, descansó en paz y fue sepultado junto al Pesebre del Señor. Su cuerpo, trasladado después a Roma, fue colocado en la Basílica de santa María la Mayor.
+ En Roma, el tránsito de san Francisco de Borja, Sacerdote y Confesor, que fue Prepósito General de la Compañía de Jesús, varón memorable por la aspereza de vida, don de oración y por haber renunciado a las dignidades del siglo y rehusado las de la Iglesia. Su fiesta se celebra el 10 de Octubre.
+ En Lisieux de Francia, el tránsito de santa Teresa del Niño Jesús, de la Orden de Carmelitas Descalzos, muy esclarecida por la inocencia y sencillez de vida. El Sumo Pontífice S.S. Pío XI la puso en el catálogo de las santas Vírgenes, la declaró especial Patrona de todas las Misiones, y mandó que su fiesta se celebre el día 3 de Octubre.
+ En Roma, san Leopardo, Mártir, que fue de la servidumbre de Juliano Apóstata, y a quien le fue cortada la cabeza, y su cuerpo después trasladado a Aquisgrán.
+ En Soleure de Francia, el suplicio de los santos Mártires Víctor y Urso, de la gloriosa legión de los Tebeos, los cuales primero, imperando Maximiano, fueron atormentados con crueles suplicios, pero librados por una luz celestial que, resplandeciendo sobre ellos, hizo caer en tierra a los verdugos; después fueron arrojados al fuego, y, no recibiendo daño alguno, por último perecieron pasados a cuchillo.
+ En Plasencia, san Antonino, Mártir, de la misma legión.
+ El mismo día, san Gregorio, Obispo de Armenia la Mayor, el cual, en tiempo de Diocleciano, padeció muchos tormentos y por fin, imperando Constantino Magno, descansó en paz.
+ En Cantórbery de Inglaterra, san Honorio, Obispo y Confesor.
+ En Roma, santa Sofía, Viuda, madre de las santas Vírgenes y Mártires Fe, Esperanza y Caridad.

+ Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.

SI HAS CREÍDO, SOSTENIDO O ESTÁS DISPUESTO A CREER Y SOSTENER, QUE TODOS LOS ROMANOS PONTÍFICES

S.S. Clemente VI
Super quibusdam a Consolador

si has creído, sostenido o estás dispuesto a creer y sostener, que todos los Romanos Pontífices que, sucediendo al bienaventurado Pedro, canónicamente han entrado y canónicamente entrarán, al mismo bienaventurado Pedro, Pontífice Romano, han sucedido y sucederán en la misma plenitud de jurisdicción de potestad que el mismo bienaventurado Pedro recibió del Señor Jesucristo sobre el todo y universal cuerpo de la Iglesia militante.
si habéis creído y creéis tú v los armenios a ti sujetos que los Romanos Pontífices que han sido y Nos que somos Pontífice Romano y los. que en adelante lo serán por sucesión, hemos recibido, como vicarios de Cristo legítimos, de plenísima potestad, inmediatamente del mismo Cristo sobre el todo y universal cuerpo de la Iglesia militante, toda la potestativa jurisdicción que Cristo, como cabeza conforme, tuvo en su vida humana.

si has creído y crees que todos los Romanos Pontífices que han sido, Nos que somos y los otros que serán en adelante, por la plenitud de la potestad y autoridad antes dicha, han podido, podemos y podrán por Nos y por sí mismos juzgar de todos como sujetos a nuestra y su jurisdicción y constituir y delegar, para juzgar, a los jueces eclesiásticos que quisiéramos.

 si has creído y crees que en tanto haya existido, exista y existirá la suprema v preeminente autoridad y jurídica potestad de los Romanos Pontífices que fueron, de Nos que somos y de los que en adelante serán, por nadie pudieron ser juzgados, ni pudimos Nos ni podrán en adelante, sino que fueron reservados, se reservan y se reservarán para ser juzgados por solo Dios, y que de nuestras sentencias y demás juicios no se pudo ni se puede ni se podrá apelar a ningún juez.

si has creído y crees que la plenitud de potestad del Romano Pontífice se extiende a tanto, que puede trasladar a los patriarcas, católicos, arzobispos, obispos, abades o cualesquiera prelados, de las dignidades en que estuvieron constituidos a otras dignidades de mayor o menor jurisdicción o, de exigirlo sus crímenes. degradarlos y deponerlos, excomulgarles y entregarlos a Satanás.

si has creído y todavía crees que la autoridad pontificia no puede ni debe estar sujeta a cualquiera potestad imperial y real u otra secular, en cuanto a institución judicial, corrección o destitución.

si has creído y crees que el Romano Pontífice sólo puede establecer sagrados cánones generales, conceder plenísima indulgencia a los que visitan los umbrales (limina) de los Apóstoles Pedro y Pablo o a los que peregrinan a tierra santa o a cualesquiera fieles verdadera y plenamente arrepentidos y confesados.

si has creído y crees que todos los que se han levantado contra la fe de la Iglesia Romana y han muerto en su impenitencia final, se han condenado y bajado a los eternos suplicios del infierno.

si has creído y todavía crees que el Romano Pontífice puede acerca de la administración de los sacramentos de la Iglesia, salvo siempre lo que es de la integridad y necesidad de los sacramentos, tolerar los diversos ritos de las Iglesias de Cristo y también conceder que se guarden.

si has creído y crees que los armenios que en diversas partes del orbe obedecen al Romano Pontífice y con empeño y devoción guardan las formas y ritos de la Iglesia Romana en la administración de los sacramentos y en los oficios eclesiásticos, en los ayunos y en otras ceremonias, obran bien y obrando así merecen la vida eterna.

si has creído y crees que nadie puede pasar por propia autoridad de la dignidad episcopal a la arzobispal, patriarcal o católicon, ni tampoco por autoridad de ningún príncipe secular, fuere rey o emperador, o bien cualquier otro apoyado en cualquier potestad o dignidad terrena.

si has creído y todavía crees que sólo el Romano Pontífice, al surgir dudas sobre la fe católica, puede ponerles fin por determinación auténtica, a la que hay obligación de adherirse inviolablemente, y que es verdadero y católico cuanto él, por autoridad de las llaves que le fueron entregadas por Cristo, determina ser verdadero; y que aquello que determina ser falso y herético, ha de ser tenido por tal.

CUMBRE DEL EPISCOPADO, PIEDRA FUNDAMENTAL DE SU IGLESIA

 

S.S.Pío IX
Qui pluribus

...venid; oh Hermanos! Nos os lo suplicamos y os lo pedimos, venid con grande ánimo y con grande confianza a esta Cátedra del Bienaventurado Príncipe de los Apóstoles, centro de la unidad católica, cumbre del Episcopado, de donde se deriva que toda la autoridad de este nombre; venid a Nos todas las veces, sentiréis la necesidad de recurrir á la ayuda, al sostén y a la fuerza, que encierra por vosotros nuestra autoridad, y la de esta Silla, Apostólica.

 ...Príncipe de los Apóstoles, a quien el mismo Jesucristo entregó las llaves del reino de los cielos, y al que constituyó piedra fundamental de su Iglesia, contra de la cual las puertas del infierno jamás podrán prevalecer.

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LA SUMISIÓN A ESTA CÁTEDRA DE PEDRO, SOBRE LA CUAL DESCANSA TODO EL MAJESTUOSO EDIFICIO DE NUESTRA SANTÍSIMA RELIGIÓN


 S.S.Pío IX
Qui pluribus

Con igual valor y firmeza debéis procurar la unión y la adhesión de todos los corazones a esta Iglesia Católica, fuera de la cual no puede haber salud; la sumisión a esta Cátedra de Pedro, sobre la cual descansa, como sobre el más firme fundamento, todo el majestuoso edificio de nuestra Santísima Religión. Emplead la misma perseverancia en velar para la conservación de las santísimas leyes de la Iglesia: por medio de las cuales reviven y reflorecen perpetuamente la virtud, la religión y la piedad. 

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A LA CUAL ES NECESARIO QUE POR SU EMINENTE PRIMACÍA ACUDA TODA LA IGLESIA, ES DECIR, LOS FIELES

S.S.Pío IX
Qui pluribus

Y puesto que ésta es la principal Iglesia de la que nace la unidad sacerdotal, ésta la metrópoli de la piedad en la cual radica la solidez íntegra y perfecta, de la Religión cristiana, en la que siempre floreció el principado de la Cátedra apostólica, a la cual es necesario que por su eminente primacía acuda toda la Iglesia, es decir, los fieles que están diseminados por todo el mundo,
con la cual el que no recoge, desparrama.

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LA DOCTRINA JANSENISTA DE LAS 2 CABEZAS PARA TRANSTORNAR EL PRIMADO DE PEDRO


Martín de Barcos
Jansenismo

De estos ataques indirectos hay ejemplos a millares en las doctrinas y máximas del Jansenismo. ¿Quién ignora el medio infernal de que se valió para echar por tierra, como sin querer, el Primado del Papa? Tal es la herejía de las dos cabezas, enseñada por el Abbe Barcos, sobrino y sucesor del famosísimo Sanciran, y condenada por Inocencio X. Con este artificio diabólico de igualar á san Pedro y á san Pablo en el gobierno de la Iglesia, se le quita por de pronto al primero la mitad de su autoridad; se renueva el Consulado Romano, y se trastorna la Jerarquía establecida por J. C. 


Antoine Arnauld
Jansenismo

EI error de este monstruo bicípite es bien notorio, pero acaso no lo es igualmente su origen y filiación. Las obras del Ab. de Barcos en que se contiene, tituladas: la 1.3, Grandeza de la Iglesia Romana, establecida sobre la autoridad de san Pedro yr de san Pablo; y la 2.a, De la autoridad de san Pedro y de san Pablo, que reside en el Papa, sucesor de estos dos Apóstoles, salieron de las tinieblas en 1645. Pero por este tiempo ya corría el libro de la Frecuente comunión de Mr. Arnaldo. Es innegable, y el mismo Racine lo confiesa, que en el prólogo de este libro, escrito por Arnaldo, se haIla la doctrina de las dos Cabezas. Hé aquí la posición como la refiere Racine, pretendiendo disculparla: san Pedro y san Pablo son dos cabezas de la Iglesia, que no hacen más que una ( Abreg. de l' Hist. de Port-Royal, pág. 150). Tenemos, pues, que la gloria de esta invención, ó por lo menos la adopción de este monstruo espantoso, pertenece al doctor Arnaldo; así como le pertenece sin disputa la de haber sabido distinguir el hecho del derecho. Por medio de esta segunda invención se quiere quitar á la Iglesia la mitad de su infalibilidad; y por medio de la primera se divide su Cabeza en dos, ó se le da un jefe con dos cabezas. Hé aquí lo que yo llamo ataques indirectos.


Bosquejo del Jansenismo
Nota página 67-68

https://www.google.es/books/edition/Bosquejo_del_Jansenismo_%C3%B3_sea_disertaci/PPlesyb-IakC?hl=es&gbpv=1&dq=las+2+cabezas+pedro+y+pablo+jansenismo&pg=PA68&printsec=frontcover

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S.S.SAN PÍO V CONFIRMANDO LA BULA «CUM EX APOSTOLATUS» DE PABLO IV

S.S.San Pío V

Inter multiplices
Motu proprio confirmando la Bula
«Cum ex apostolatus»
de S.S.Pablo IV

Y además siguiendo las huellas de nuestro predecesor, el Papa Paulo IV, de feliz recordación, renovamos con el tenor de las presentes, la Constitución (Cum ex apostolatus officio) contra los heréticos y cismáticos, promulgada por el mismo pontífice, el 15 de febrero de 1559, año IV de su pontificado,
y la confirmamos de modo inviolable, y queremos y mandamos que sea observada escrupulosamente,
según su contexto y sus disposiciones.


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ESTÁ VIVA E INFALIBLE AUTORIDAD SOLAMENTE EXISTE EN LA IGLESIA FUNDADA POR CRISTO NUESTRO SEÑOR SOBRE PEDRO

S.S.Pío IX
Qui pluribus

Dios mismo ha constituido una autoridad viva para enseñar el verdadero y legítimo sentido de su celestial revelación, para establecerlo sólidamente, y para dirimir toda controversia en cosas de fe y costumbres con juicio infalible, para que los hombres no sean empujados hacia el error por cualquier viento de doctrina.

Está viva e infalible autoridad solamente existe en la Iglesia fundada por Cristo Nuestro Señor sobre Pedro, como cabeza de toda la Iglesia, Príncipe y Pastor; prometió que su fe nunca había de faltar, y que tiene y ha tenido siempre legítimos sucesores en los Pontífices, que traen su origen del mismo Pedro sin interrupción, sentados en su misma Cátedra, y herederos también de su doctrina, dignidad, honor y potestad.

Y como donde está Pedro allí está la Iglesia y Pedro habla por el Romano Pontífice, y vive siempre en sus sucesores, y ejerce su jurisdicción y da, a los que la buscan, la verdad de la fe Por esto, las palabras divinas han de ser recibidas en aquel sentido en que las tuvo y tiene esta Cátedra de San Pedro, la cual, siendo madre y maestra de las Iglesias siempre ha conservado la fe de Cristo Nuestro Señor, íntegra, intacta. La misma se la enseñó a los fieles mostrándoles a todos la senda de la salvación y la doctrina de la verdad incorruptible.

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SAN MIGUEL, Arcángel

 


29 de septiembre del Año del Señor
SAN MIGUEL,
Arcángel

Se trabó un gran combate en el cielo:
Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón.
(Apocalipsis, 12, 7)


San Miguel, el príncipe de los ángeles y el protector de la Iglesia, siempre ha defendido el honor y la gloria de Dios tanto en la tierra como en el cielo. Fue él quien echó del paraíso a Lucifer y sus cómplices. La Iglesia celebra esta fiesta en su honor, y Francia, que lo ha elegido por protector, a menudo ha experimentado los venturosos efectos de su protección. Luis IX creó en su honor la célebre Orden de San Miguel; Rusia también lo tuvo en gran veneración.


ORACIÓN

Oh Dios, que reguláis con infinita sabiduría los diversos ministerios de los ángeles y de los hombres, dignaos concedernos como protectores en la tierra a esos espíritus bienaventurados que no cesan en el cielo de ofreceros sus servicios y homenajes. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN
SOBRE SAN MIGUEL

I. Lucifer se había rebelado contra Dios: tal vez se negaba a adorar el misterio de la Encarnación, que Dios había revelado de antemano a sus ángeles. Imita el celo del Arcángel San Miguel cuando se trata de los intereses de Dios: declárate abiertamente en contra de los impíos. Cuando el mundo con sus placeres o el demonio con su orgullo te ataquen, diles con San Miguel: ¿Quién como Dios?" Mundo, placeres, honores, riquezas, ¿Pueden acaso tus recompensas compararse a las que Dios me reserva? ¿Quién como Dios?

II. La humildad y la sumisión procuraron a San Miguel una gloria eterna, y el orgullo precipitó a Lucifer en los abismos infernales. ¡Temblad, soberbios! la vanidad es la que ha perdido a la más hermosa de todas las creaturas. Humillémonos y temamos comparecer ante Dios que hasta en los ángeles ha encontrado corrupción. ¡Cayeron los astros del cielo, y yo, lombriz, no tiemblo!

III. Debes honrar a San Miguel, porque es el príncipe de la Iglesia que debe un día asistir al examen de toda tu vida. ¿Qué dirás? ¿qué harás en ese tremendo día? No podrás esperar ayuda alguna ni de tu riqueza ni de tu ciencia. Sólo tus buenas obras abogarán a tu favor ante el Juez supremo. ¿Bastarán para asegurarte una gloria eterna? Llegará ese día en el que un corazón puro valdrá más que palabras hábiles, una buena conciencia más que una bolsa llena de oro. (San Bernardo).

*En efecto, mis queridos hermanos. El santo celo del Arcángel San Miguel debería inspirarnos para buscar que Dios sea honrado y glorificado en todo y por todos. Ante el mal no podemos permanecer impasibles, ante el desorden del pecado no podemos callar por el cobarde respeto humano y por miedo a perder la estima de los demás, pues si así hiciéramos, estaríamos negando a Dios y cayendo en la más infame apostasía. Es preciso denunciar y oponerse al mal con el testimonio de nuestra propia conciencia, nuestras acciones y nuestras palabras, que deben mostrar claramente que somos hijos adoptivos de Dios y miembros de la Iglesia Militante. Quien se avergüence de confesar su Fe ante el mundo y sus infelices esclavos puede empezar a temblar, porque el Hijo de Dios también se avergonzará de él en el día del Juicio. Los ángeles son nuestros hermanos en el Cielo, son espíritus puros creados por Dios para servirle a Él y ayudarnos a nosotros los hombres. Debemos hacernos semejantes a ellos, Dios Uno y Trino mediante, crucificando nuestras pasiones y concupiscencias carnales, viviendo castamente en la santa presencia de Dios, alimentados por la Fe y la santa Palabra de Dios, recogida en la Sagrada Escritura y el Magisterio infalible de los Vicarios de Jesucristo. Quien eso haga, será perfecto a ojos de Dios, en la medida en que esto es posible para nosotros, pobres criaturas mortales hechas de simple barro. Pidámosle a San Miguel que nos haga también muy humildes como él, para que la tentación de la soberbia que a tantos ha perdido no tenga ningún poder sobre nosotros. Para ello, debemos acostumbrarnos a vernos como lo que somos, unos pecadores miserables y unos ciegos orgullosos que nada bueno podemos si Dios no nos ayuda, de modo que no pensemos que nosotros somos capaces de algún bien por nuestras propias fuerzas, siendo que sin Dios no somos nada absolutamente, inferiores a todos y dignos de mucha compasión. San Miguel Arcángel, ¡velad por nosotros!

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo III, Patron Saints Index.

*Comentario de Un discípulo amado de N.S.J.C.


29 de Septiembre del Año del Señor.
LA DEDICACIÓN DE
SAN MIGUEL ARCÁNGEL

Se trabó un gran combate en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón. (Apocalipsis 12, 7)

+ En el monte Gargano, la venerable memoria de san Miguel Arcángel, cuando allí fue consagrada a su nombre una Iglesia, de poca apariencia en verdad, pero dotada de celestial virtud.
+ En Auxerre, san Fraterno, Obispo y Mártir.
+ En Tracia, el triunfo de los santos Mártires Eutiquio, Plauto y Heraclea.
+ En Persia, los santos Mártires Dadas, pariente del Rey Sapor,Casdoa, su mujer, y Cabdelas, su hijo; los cuales, despojados de sus honores, y desgarrados con varios tormentos, al cabo de larga prisión, fueron muertos a cuchillo.
+ En Armenia, las santas Vírgenes Rípsimes y sus Compañeras Martires, en tiempo del Rey Tiridates.
+ En Persia, santa Gudelia, Mártir, la cual, por haber convertido muchísimos a Cristo, y por no querer adorar al Sol ni al Fuego, en tiempo del Rey Sapor, al cabo de muchos tormentos, desollada la cabeza y clavada en un leño, mereció alcanzar el triunfo.
+ En Pontecorbo, junto a Aquino, san Grimoaldo, Presbítero y Confesor.
+ En Palestina, san Quiríaco, Anacoreta.

+Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.



S.S.León XIII
Oración a San Miguel Arcángel

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Sancte Michael Archangele, defende nos in proelio,

contra nequitiam et insidias diaboli esto praesidium.

Imperet illi Deus, supplices deprecamur:

tuque, Princeps militiae caelestis,

Satanam aliosque spiritus malignos,

qui ad perditionem animarum pervagantur in mundo,

divina virtute, in infernum detrude.

Amen.

***

San Miguel Arcángel, defiéndenos en batalla,

sé nuestro amparo contra las maldades y asechanzas del diablo,

que Dios le reprenda, es nuestra humilde súplica;

y tú, Príncipe de las huestes celestiales,

por el poder de Dios,

arroja al Infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos,

que rondan por el mundo buscando la ruina de las almas.

Amén.


Esta oración fue compuesta por S.S. el Papa León XIII después de experimentar una visión horrible. El 13 de octubre de 1884, mientras consultaba con sus cardenales después de la misa, S.S. el Papa León XIII se detuvo al pie del altar y cayó en lo que parecía un coma. Al poco tiempo el Papa se recobró y contó la aterradora visión que tuvo de la batalla entre la Iglesia y Satanás. Posteriormente, el Papa León fue a su oficina y compuso esta ahora famosa oración a San Miguel Arcángel y la asignó para ser recitada después de la Misa Rezada; el impío Anticristo Montini-Pablo 6 eliminó esta oración de auxilio y protección a San Miguel Arcangel de su recién creada secta masiva, la Gran Babilonia, Ramera o iglesia del Ánomos, siguiendo las oscuras instrucciones de su padre el diablo.

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DESDE EL NACIMIENTO DEL SOL HASTA SU OCASO, ENARBOLANDO, COMO ÚNICA BANDERA LA CRUZ

S.S.Pío IX
Qui pluribus

...Todo el principio de nuestros dogmas tiene su origen en el mismo Señor de los cielos, y que, por lo mismo, nada hay más cierto, nada más seguro, nada más santo, nada que se apoye en principios más sólidos.

Nuestra fe, maestra de la vida, norma de la salud, enemiga de todos los vicios y madre fecunda de las virtudes, confirmada con el nacimiento de su divino autor y consumador, Cristo Jesús; con su vida, muerte, resurrección, sabiduría, prodigios, vaticinios, refulgiendo por todas partes con la luz de eterna doctrina, y adornado con tesoros de celestiales riquezas, con los vaticinios de los profetas, con el esplendor de los milagros, con la constancia de los mártires, con la gloria de los , santos extraordinaria por dar a conocer las leyes de salvación en Cristo Nuestro Señor, tomando nuevas fuerzas cada , día con la crueldad de las persecuciones, invadió el mundo entero, recorriéndolo por mar y tierra, desde el nacimiento del sol hasta su ocaso, enarbolando, como única bandera la Cruz, echando por tierra los engañosos ídolos y rompiendo la espesura de las tinieblas; y, derrotados por doquier los enemigos que le salieron al paso, ilustró con la luz del conocimiento divino a los pueblos todos, a los gentiles, a las naciones de costumbres bárbaras en índole, leyes, instituciones diversas, y las sujetó al yugo de Cristo, anunciando a todos la paz y prometiéndoles el bien verdadero. y en todo esto brilla tan profusamente el fulgor del poder y sabiduría divinos, que la mente humana fácilmente comprende que la fe cristiana es obra de Dios.

Y así la razón humana, sacando en conclusión de estos espléndidos y firmísimos argumentos, que Dios es el autor de la misma fe, no puede llegar más adentro; pero desechada cualquier dificultad y duda, aun remota, debe rendir plenamente el entendimiento, sabiendo con certeza que ha sido revelado por Dios todo cuanto la fe propone a los hombres para creer o hacer.

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NO HABRÍA INTÉRPRETE SEGURO DE LOS MANDAMIENTOS DE DIOS

 

S.S.León XIII
Sapientiae Christianae 

...corresponde al Papa juzgar con autoridad qué cosas contienen los sagrados oráculos, así como qué doctrinas están en armonía y cuáles en desacuerdo con ellos ; y también, por la misma razón, para mostrar qué cosas deben aceptarse como correctas y cuáles deben rechazarse como inútiles; qué es necesario hacer y qué evitar para alcanzar la salvación eterna.
Porque  de lo contrario no habría intérprete seguro
de los mandamientos de Dios,
ni guía segura que mostrara al hombre el modo en que debe vivir .

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SAN WENCESLAO Duque, Mártir


28 de septiembre del Año del Señor

SAN WENCESLAO
Duque, Mártir

Porque son vírgenes,
siguen al Cordero doquiera que vaya.
(Apocalipsis, 14, 4).


San Wenceslao, duque de Bohemia, tan grande respeto tenía por el Sacramento del Altar, que personalmente preparaba el pan y el vino destinados al santo Sacrificio, y por la noche se levantaba para ir descalzo, aun en pleno invierno, a visitar las iglesias de su capital. Nada le dolía tanto como ver que se derramase la sangre de sus súbditos. Atacado un día por Radislao, príncipe vecino, le propuso, para evitar efusión de sangre, dirimir sus diferendos mediante un combate singular. Al lanzarse sobre él su adversarío, vio a dos ángeles que lo defendían, y, cayendo a los pies del santo, le propuso la paz. Su hermano Boleslao atrajo al duque a su casa y lo mató alevosamente cuando iba a la iglesia a oír misa, el 28 de septiembre del año 938, a la edad de 31 años.


ORACIÓN

Oh Dios, que, al conceder al bienaventurado Wenceslao la palma del martirio, lo habéis trasladado de un trono terrenal a la gloria del cielo, dignaos, por su intercesión, preservarnos de toda adversidad y hacernos participar de su gloria. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN SOBRE LA MANERA
DE VIVIR SANTAMENTE EN EL MUNDO

I. Para vivir santamente en el mundo, hay que observar los mandamientos y evitar todo lo que pueda ofender a Dios. ¿Te atreverías a decir que ello es imposible, cuando ves a San Wenceslao practicar en el trono las más eminentes virtudes, y conservar intacta su virginidad hasta la muerte? ¿Cómo te conduces con respecto a Dios? ¿No es verdad acaso que el menor de tus cuidados es el de agradarle? Piensas en hacer fortuna, en vivir cómodamente, y no piensas en servir a Dios y conquistar su amistad. Que en adelante tu única ocupación consista en hacer la voluntad del Señor.

II. Obra en todo siguiendo a tu conciencia; es un secreto monitor que te recordará tus deberes. Si nadie te reprocha el infeliz estado en que vives, tu conciencia te lo advertirá. De tiempo en tiempo escucha lo que te dice. No busques en hacerte de gran reputación en el mundo, sino más bien trabaja por contentar a Dios y a tu conciencia. Nada haré según la opinión del mundo y sí todo según mi conciencia. (Séneca)

III. Para vivir santamente en el mundo, también es preciso cumplir nuestros deberes para con el prójimo. Tienes parientes, amigos y servidores; debes ocuparte de ellos. Dios te lo manda. Si se condenan como consecuencia de tu debilidad en corregirlos, o de los escándalos que les das, responderás de ello ante Dios. Haz toda clase de esfuerzos para ganar la estimación de las personas virtuosas; en cuanto a los impíos, el aborrecimiento con que te persiguen constituye tu gloria: él es una prueba de tu virtud; porque no te pareces a ellos te aborrecen. Torturad, perseguid, condenad: vuestra injusticia es la prueba de nuestra inocencia. (Tertuliano)

*Ciertamente, mis queridos hermanos. Los mundanos y quienes no tienen el Espíritu de Dios nos odian y nos persiguen porque no nos entienden, y porque les escandaliza nuestra serenidad de ánimo ante las tribulaciones y contrariedades de esta vida mortal. No nos entienden porque ellos viven volcados hacia afuera, hacia las cosas exteriores de este mundo, que no son sino vanidades y engaños para desviar a las almas de su único objetivo, que es el buscar a Dios por la luz de la Fe y vivir como hijos de la luz, muertos a las tinieblas de este mundo que vive en la incredulidad y la apostasía permanentes. Por eso debemos tener mucho cuidado de mezclarnos con las pobres personas que tienen el espíritu del mundo, pues ellas son nuestros propios familiares y amigos, los cuales podrán tener muy buena intención humanamente hablando, pero que siempre van a tratar inconscientemente de apartarnos de Dios y de hacer oración, pues ellos se han acostumbrado a vivir así, sin Dios, y piensan engañados que todos deben hacer lo mismo. Los hijos de la luz estamos mezclados en este lugar de destierro con los hijos de las tinieblas espirituales, de ahí que haya que extremar las precauciones y ser muy vigilantes y desconfiados con todos, ya que el mundo se ha convertido hoy en el lugar más inhóspito y hostil para las almas fieles, y se puede decir que estamos en medio de lobos rapaces que nos acechan por todas partes (Mateo 10,16). Que San Wenceslao nos haga gustar los dones espirituales, para que sepamos despreciar como basura las falsas consolaciones humanas, suspirando únicamente por las Gracias divinas.

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo III, Patron Saints Index.

*Comentario de Un discípulo amado de N.S.J.C.


28 de Septiembre del Año del Señor.
SAN WENCESLAO,
Duque y Mártir
n. 907 en Praga (Bohemia), República Checa;
† martirizado el 28 de septiembre de 938 en Stará Boleslav

Porque son vírgenes, siguen al Cordero doquiera que vaya.
(Apocalipsis 14, 4)

+ En la antigua Boleslavia de Bohemia, san Wenceslao, Duque de los Bohemios y Mártir, glorioso en santidad y milagros, el cual muerto a traición por su propio hermano, llegó vencedor a la palma.
+ En Roma, san Privato, Mártir, que, lleno de llagas, fue curado por san Calixto Papa, y después, en tiempo del Emperador Alejandro, por confesar a Cristo, fue azotado con plomadas hasta expirar.
+ También en Roma, san Estácteo, Mártir.
+ En África, los santos Mártires Marcial, Lorenzo y otros veinte.
+ En Antioquía de Pisidia, san Marcos, Mártir, pastor de ovejas; asimismo la Conmemoración de los santos Alfío, Alejandro y Zósimo, sus hermanos; Nicón, Neón, Heliodoro y treinta soldados; los cuales, por los milagros de san Marcos, creyeron en Cristo, y en diversos lugares y días y de varios modos fueron coronados del martirio.
+ El mismo día, el martirio de san Máximo, en tiempo del Emperador Decio.
+ En Tolosa, san Exuperio, Obispo y Confesor, varón de Dios, de quien escribe San Jerónimo en una relación memorable, que fue tan parco para consigo como dadivoso con los demás.
+ En Génova, san Salomón, Obispo y Confesor.
+ En Brescia, san Silvino, Obispo.
+ En Belén de Judá, santa Eustaquia, Virgen, la cual con su madre santa Paula pasó desde Roma a Palestina, y allí, educada con otras Vírgenes junto al Pesebre del Señor, ilustre en santos méritos, fue a gozar de Dios.
+ En Schornesheim, cerca de Maguncia, santa Lioba, Virgen, esclarecida en milagros.

+ Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.