Singulari quidem
Que así como no hay más, que un solo Dios, un solo Cristo, y un solo Espíritu Santo, así tampoco no hay más, que una sola verdad divinamente revelada, una sola fé divina, principio de la salud del hombre, y fundamento de toda justificación, la fé, de que vive el justo, y sin la cual es imposible agradar a Dios, ni pertenecer a la sociedad de sus hijos; una sola Iglesia verdadera y santa, la Iglesia Católica, Apostólica, Romana, una sola Cátedra fundada sobre Pedro por la palabra del Señor, Cátedra, fuera de la cual no puede hallarse ni la verdadera fé, ni la salud eterna, pues el que no tiene por madre a la Iglesia no puede tener por padre a Dios, y es en vano lisonjearse de pertenecer a la Iglesia, cuando se ha dejado la Cátedra de Pedro, que es el cimiento sobre el cual está fundada aquella.
No hay pues, ni puede haber pecado mayor ni ignominia más vergonzosa, que el sublevarse contra Jesucristo, desgarrar las entrañas de la Iglesia, fundada y comprada con su sangre, y conculcar la caridad evangélica, combatiendo con furor impío la unión y concordia del pueblo de Dios.
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