San Jerónimo
“La ignorancia en las Escrituras es ignorancia de Cristo”.
“¡Qué curioso maestro el que, con el estómago lleno,
diserta sobre el ayuno!”.
diserta sobre el ayuno!”.
“El rostro es el espejo de la mente, y los ojos, sin hablar,
confiesan los secretos del corazón”.
confiesan los secretos del corazón”.
“Es aún peor ser ignorante de la ignorancia de uno”.
“Huye como de una peste del clérigo que se dedica a los negocios,
de aquél que viniendo de la pobreza se ha hecho rico,
y del desconocido que ha pasado a ser famoso”.
de aquél que viniendo de la pobreza se ha hecho rico,
y del desconocido que ha pasado a ser famoso”.
“Que tus acciones no desmientan tus palabras,
para que no suceda que, cuando prediques en la Iglesia,
alguien en su interior comente: ‘¿por qué entonces tú no actúas así?’”.
para que no suceda que, cuando prediques en la Iglesia,
alguien en su interior comente: ‘¿por qué entonces tú no actúas así?’”.
“En vano canta la lira para el asno”.
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