José Ignacio Moreno y Santistevan
Ensayo sobre la supremacía del Papa.
Volumen 3 de 3
Año 1838
"Se ha dicho, en fin, “que sin romper la unidad cada iglesia en los primeros siglos recibía su Obispo de los Metropolitanos.” Es verdad, pero no sin el Papa: éste consentía por entonces con la Iglesia en esta manera de constituir Obispos, así como hoy la Iglesia consiente con el Papa en que éste sea sólo el que los constituya. En ningún tiempo ha podido darse válida ni lícitamente Obispo a una diócesis sino en espíritu de unidad con el cuerpo, que es la Iglesia con su: cabeza (el Papa), porque, como dijimos antes, ninguna iglesia puede reproducirse, sino por la fecundidad de todo el cuerpo. De donde se sigue, que ninguna iglesia puede hoy darse a sí misma Obispo sin consentimiento del Papa, porque no se lo daría así en espíritu de unidad con toda la Iglesia."
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