VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

SAN BRAULIO AL PAPA HONORIO EN EL AÑO 638 CITANDO LA INFALIBILIDAD Y EL PRIMADO DE JURISDICCIÓN

QUE LOS GALINICANISTAS NEGABAN EN LA IGLESIA VISIGODA ESPAÑOLA, TOMÁNDOLA COMO EJEMPLO DE SUS ESPURIOS ERRORES HERÉTICOS.


San Braulio de Zaragoza

Carta de respuesta al Papa Honorio sobre el Concilio VI de Toledo.

Al Reverendísimo Señor y Honorabilísimo Papa Honorio, en quien concurren todos los méritos de la gloria apostólica, salud envían ayuntados en sínodo universal los prelados de España.

Optima y dignisimamente, por cierto, cumplis con el cargo de esa cátedra que Dios os ha conferido, cuando con santa solicitud por el bien de todas las iglesias, llevando por delante la refulgente luz de la doctrina y discurriendo de una en otra atalaya, defendeis, como es justo, a la Iglesia de Cristo, ya sea que esgrimiendo la espada de la palabra, divina, ó asestando las celestiales flechas de vuestro celo, traspaseis a los que se burlan, desgarrándola, de la túnica del Señor; ya sea también que a ejemplo de Nehemías, veleis infatigable por el honor de la Santa Casa de Dios, expurgándola de nefandos prevaricadores y desertores abo minables.

[...]

saber de donde partió, suele no pocas veces cundir por todas partes é insinuarse en instables mentes. Y así, puesto caso que  a nuestros calumniadores no puede favorecer la pura verdad, habrá servido de resguardo la encubierta mentira. Más, por cuanto Dios siempre destruye la boca de los que hablan iniquidad; de aquí es que no creemos haya podido hacer mella la serpiente infernal, ni dejado rastro de sí en la PIEDRA de PEDRO; la cual sabemos ha sido fundada con la estabilidad de Nuestro Señor Jesucristo. Y si bien, o Santísimo Padre, cumpliendo con el deber de tu cargo, has hecho bien en dirigirnos tu sacratísima exhortación para que velemos por el interés del culto divino, todavía no creemos que en la apacibilidad de vuestro corazon se haya podido albergar la ponzoña de tan funesta mentira: pues no ignoramos que el no dar fácilmente oídos a la murmuración es indicio de generosa índole.