S.S.Pío XII
Orientalis Ecclesiae
Es absolutamente necesario que todos, siguiendo los pasos del art. Cirilo, alcanza esa concordia de las almas, que deben estar dotadas de ese triple vínculo con el que Cristo Jesús, fundador de la iglesia, quiso estrecharlas y mantenerlas unidas, casi en un vínculo excelso e inquebrantable, establecido por él; es decir en la única fe católica, en la única caridad hacia Dios y hacia todos, y finalmente en la única obediencia y sujeción a la legítima jerarquía constituida por el mismo divino Redentor. Estos tres vínculos, como bien sabéis, venerados hermanos, son tan necesarios que, si falta uno u otro de ellos, ya ni siquiera se puede entender la verdadera unidad y armonía en la Iglesia de Cristo.
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Además, el efecto de la fe y de la caridad resultaría incluso insuficiente e ineficaz para solidificar la unidad en nuestro Señor Jesucristo, si no se apoyara en aquella piedra invicta sobre la cual la Iglesia fue fundada por Dios: es decir en la autoridad suprema de Pedro y sus sucesores.
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