S.S.Pío VIII
Tráditi humilitati nostrae
"Entre estas herejías se encuentra esa sucia invención de los sofistas de esta época que no admiten ninguna diferencia entre las distintas profesiones de fe y que piensan que el portal de la salvación eterna se abre para todos desde cualquier religión. Por lo tanto, etiquetan con el estigma de la frivolidad y la estupidez a quienes, habiendo abandonado la religión que aprendieron, abrazan otra de cualquier tipo, incluso el catolicismo. Se trata, ciertamente, de una impiedad monstruosa que asigna el mismo elogio y la marca del hombre justo y recto a la verdad y al error, a la virtud y al vicio, a la bondad y a la turpitud. En efecto, esta idea mortífera sobre la falta de diferencia entre las religiones es refutada incluso por la luz de la razón natural. Estamos seguros de ello porque las distintas religiones no suelen coincidir entre sí. Si una es verdadera, la otra debe ser falsa; no puede haber sociedad de la oscuridad con la luz. Contra estos experimentados sofistas hay que enseñar al pueblo que la profesión de la fe católica es la única verdadera, como proclama el apóstol: un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Jerónimo lo decía así: el que come el cordero fuera de esta casa perecerá como lo hicieron durante el diluvio los que no estaban con Noé en el arca. En efecto, no se da a los hombres otro nombre que el de Jesús, por el que pueden salvarse. El que crea se salvará; el que no crea se condenará."
Dado en Roma, junto a San Pedro, el 24 de mayo de 1829, primer año de Nuestro pontificado.
https://www.papalencyclicals.net/pius08/p8tradit.htm
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