VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

SAN PEDRO DE ALEJANDRÍA, Obispo y Mártir


26 de noviembre del Año del Señor
SAN PEDRO DE ALEJANDRÍA,
Obispo y Mártir

Yo soy el camino, y la verdad, y la vida:
nadie viene al Padre sino por mí.
(Juan, 14, 6).

San Pedro de Alejandría fue un verdadero imitador de Jesucristo. Imitó su humildad rehusando, aunque fuese patriarca, sentarse en la cátedra patriarcal, y su caridad, abrazando al verdugo que venía a decapitarlo. Decapitado, permaneció de rodillas todavía algún tiempo, como si hubiese continuado rezando a Dios por sus perseguidores. Murió en el año 311.


ORACIÓN

Dios omnipotente, mirad nuestra flaqueza; ved cómo el peso de nuestros pecados nos abruma, y fortificadnos con la gloriosa intercesión de San Pedro, vuestro pontífice mártir. por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN SOBRE LA IMITACIÓN
DE JESUCRISTO

I. Jesús es el camino por el cual debemos llegar al cielo; hay que seguir la huella de sus pasos. Es nuestra Cabeza, Él, primero, nos ha abierto el camino del cielo: este camino es el de las humillaciones y de los sufrimientos; me engaño, pues, si pretendo ir al cielo por otro camino. En adelante quiero, oh mi divino Maestro, seguiros a todas partes adonde vayáis, al Huerto de los Olivos, al Calvario y hasta a la Cruz.

II. Jesús es la verdad; hay que ser impío para dudar de la verdad de sus palabras. Ha dicho Él que los pobres, los afligidos y los perseguidos son bienaventurados: ¿lo crees tú? ¿No crees más bien al mundo, que dice lo contrario? Preciso es que uno u otro se equivoque y quiera hacernos equivocar. No sois Vos, oh Jesús mío, el mundo es el engañador, ¡Y nosotros nos fiamos en él! O Cristo se equivocó, o el mundo está en el error. (San Bernardo).

III. Jesús es la vida; ha venido a este mundo para darnos una vida feliz y rica en toda clase de bienes, no de esta tierra, sino del cielo. Sobre todo en el adorable Sacramento del altar es donde nos da esta vida. ¿Cómo te acercas tú a la santa Mesa?* Si tanto trabajamos para prolongar nuestra vida algunos días, ¡qué no deberíamos hacer para vivir eternamente! (San Agustín).

*Nota: Hoy esto es imposible, dado que ya no hay Santo Sacrificio del altar que se celebre en ninguna parte del orbe, puesto que no hay Ministros válidos y lícitos que lo puedan ofrecer, siendo todos ellos herejes apóstatas de Babilonia la Grande, intrusos y laicos disfrazados sin misión ni jurisdicción sobre nadie, que sólo pueden cometer simulaciones sacrílegas y graves profanaciones, de modo que los fieles estamos obligados a permanecer en casa, rezando las oraciones de la Santa Misa en nuestros Misales, y realizando la Comunión Espiritual o de deseo, pidiéndole al Señor que se apiade de nosotros y se digne bajar hasta nuestras almas de manera espiritual.

*Comentario de un discípulo amado de N.S.J.C. - En efecto, mis amados hermanos y hermanas. Para entrar en el cielo, sólo hay un camino, y es bastante estrecho y desconocido, pues prácticamente todos prefieren seguir la avenida ancha y espaciosa del mundo, con sus vanidades y distracciones mortales para el alma, la cual conduce al abismo eterno tras unos cuantos años de falsa felicidad en esta vida. Por tanto, para evitar seguir al gran número que se condena, los cristianos, esto es, los discípulos de Cristo, debemos hacernos violencia a nosotros mismos y cargar con la cruz que el Padre eterno nos ha preparado en su infinita sabiduría, de modo que así imitemos al Divino Maestro y aprendamos a morir al mundo y su triple concupiscencia, que a tantos infelices tiene engañados. Cuando la vida nos dé a elegir entre los honores y la aprobación de la gente, o bien el desprecio y el olvido más humillantes, humanamente hablando, elijamos SIEMPRE ser el despreciados y sufrir por Cristo como Él sufrió por nosotros, aunque el mundo y sus lacayos nos llamen locos o tontos, pues en realidad son ellos los locos, ya que razonan según el mundo y los hombres carnales, mundo que nosotros sabemos está bajo el influjo del maligno desde el principio (I Juan 5,19). Sigamos el ascenso al Calvario por la senda angosta y desconocida, pues es la ÚNICA que lleva a la salvación, y no nos preocupemos de nada más, pues quien hace la Voluntad de Dios, ése es el verdadero dichoso y bienaventurado. Al final de la jornada, el que se salva es el que se sabe, pero el que se condena, ése no sabe nada. Y sólo UNA cosa es necesaria: conocer a Dios por la Fe y entender Su Santa Palabra, mediante las cuales salvaremos nuestras almas con la bendita paciencia.

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo IV, Patron Saints Index.

*Comentario de Un discípulo amado de N.S.J.C.


26 de Noviembre del Año del Señor.
SAN PEDRO
DE ALEJANDRÍA
Obispo y Mártir
n. en Alejandría, Egipto;
† martirizado en el año 311 en Alejandría

Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre sino por Mí. (Juan 14, 6)

+ En Fabriano del Piceno, san Silvestre, Abad, Fundador de la Congregación de los Monjes Silvestrinos.
+ En Alejandría, el tránsito de san Pedro, Obispo de la misma cuidad, y Mártir, que estando adornado de todas las virtudes, allí mismo, por orden de Galerio Maximiano, fue decapitado.
+ Padecieron también en Alejandría, durante la misma persecución, los santos Mártires Fausto, Presbítero, Didio y Anmonio; asimismo, cuatro Obispos de Egipto, a saber: Fileas, Esiquio, Pacomio y Teodoro, con otros seiscientos sesenta, a quienes la espada de la persecución elevó a los cielos.
+ En la granja llamada Frátta, en: el territorio de Rovigo, san Belino, Obispo de Padua y Mártir, que, por defender con tesón los derechos de la Iglesia, acometido cruelmente de los asesinos y acribillado de heridas, entregó su espíritu.
+ En Nicomedia, san Marcelo, Presbítero, que, en tiempo de Constancio, precipitado de una roca por los Arrianos, murió Mártir.
+ En Roma, san Siricio, Papa y Confesor, preclaro en doctrina, piedad y celo de la religión, el cual condenó a varios herejes, y, con muy saludables decretos, renovó la disciplina eclesiástica.
+ En Autún, San Amador, Obispo.
+ En Constanza de Alemania, san Conrado, Obispo.
+ En Roma, san Leonardo de Puerto Mauricio, Sacerdote de la Orden de Menores y Confesor, señalado por el celo de las almas y sus misiones por Italia, a quien canonizó el Sumo Pontífice Pío IX; y S.S. el Papa Pío XI eligió y constituyó celestial Patrono de los Sacerdotes que se dedican a las sagradas Misiones del pueblo en las regiones católicas de todo el mundo.
+ En territorio de Reims, el tránsito de san Básolo, Confesor.
+ En Adrianópolis de Paflagonia, san Estiliano, Anacoreta, esclarecido en milagros.
+ En la Armenia, san Nicón, Monje.

+ Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.

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