San Alfonso María de Ligorio
"...Respondemos que SI ALGUNA VEZ EL PAPA, COMO PERSONA PRIVADA, CAYESE EN LA HEREJÍA, SE VERÍA AL INSTANTE DESPOJADO DEL PONTIFICADO; pues, como estaría entonces fuera de la Iglesia, ya no podría ser jefe de la Iglesia. En ese caso, la Iglesia por consiguiente debería, no deponerlo —puesto que nadie tiene autoridad sobre el Papa— sino declararlo depuesto del pontificado. Hemos dicho: "Si el Papa, como persona privada, cayese en la herejía", pues el Papa, en cuanto Papa, es decir, dando sus enseñanzas ex cathedra a la Iglesia universal, no puede enseñar ningún error contra la fe, dado que la promesa de Jesucristo no puede dejar de realizarse, a saber, que las puertas del infierno no prevalecerían jamás contra la Iglesia. Y es aquí el lugar de recordar esta célebre sentencia de Orígenes: es evidente que si las puertas del infierno prevaleciesen contra la piedra sobre la cual está construida la Iglesia, prevalecerían también contra la Iglesia misma: "Manifestum est quod si praevalerent [inferorum portae] adversus petram in qua Ecciesia fundata erat, contra Ecclesiam etiam praevalerent"
(Contra Conciliaristas)
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"...Pero, se dice, si el Concilio puede deponer a un Papa herético, también puede deponerlo por otros delitos igualmente perjudiciales para la Iglesia; por lo que se deduce que el Concilio está por encima del Papa. - Se responde que sólo la herejía, y no otros delitos, es lo que incapacita al Papa para desempeñar su cargo; y en el caso de que el Papa se convierta en hereje, el Concilio no es por ello superior al Papa; pues ¿CÓMO PUEDE SER SUPERIOR AL PAPA, SI NO HAY PAPA? pero entonces el Concilio declara que el Papa está privado del Pontificado, del mismo modo que quien profesa la falsa doctrina ya no puede ser doctor de la Iglesia..."
(Contra Conciliaristas)
[...]
"...Pero esa conclusión no es de ningún modo lógica. Pues, respondremos, está fuera de duda que si un Papa fuese un herético declarado, como lo sería el que definiese públicamente una doctrina opuesta a la ley divina, él podría, no ser depuesto por el Concilio, SINO SER DECLARADO DEPUESTO DEL PONTIFICADO EN SU CALIDAD DE HEREJE; y allí estaba el peligro que señalaba el papa Inocencio, es decir, el de ser privado de su dignidad y de su cargo. Por eso había dicho primeramente en esta misma carta, que no osaba decidir ese punto contrariamente al Evangelio, donde se dice que el hombre no debe separar lo que Dios ha unido: "Quod... Deus coniunxit, homo non separet" (Mat. XIX,6). Pero, como el peligro estaba muy alejado y que, por otra parte, el Soberano Pontífice buscaba librarse por alguna excusa aparente de los urgentes pedidos del rey respecto a la dispensa, se sirvió de esas expresiones oscuras y dudosas: "Pondríamos quizás en peligro nuestra dignidad y nuestro cargo..."
(Contra Febronio/Conciliarista)
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PAPA HAERETICUS DEPOSITUS EST
https://www.youtube.com/post/UgkxjqgnJU8uRvYLs4pxTAa_aSjZkpnWzjJD
Mons. Federico Maria Zinelli
Miembro de la Comisión De Fide, Zinelli escribió el tercer capítulo de Pastor aeternus, que define la doctrina de la infalibilidad papal.
Tampoco tienen un gran peso los casos puramente hipotéticos de que el Pontífice caiga en herejía como persona privada o de que sea incorregible, que puedan equipararse a otros casos de que el Pontífice caiga habitualmente en la locura, etc. . . . Esto, confiando en la providencia sobrenatural, creemos que probablemente nunca sucederá. Pero a Dios no le faltan las necesidades; y, en consecuencia, si permitiera tanto mal, no faltarían medios para que, a causa de estos casos hipotéticos, no se debilitara la doctrina del poder verdaderamente pleno y supremo del Romano Pontífice.
“ Porque hasta este punto ningún Papa ha sido hereje, o ciertamente no se puede probar que alguno de ellos lo fuera; por lo tanto es señal de que tal cosa no puede ser. ”
San Roberto Belarmino
Sobre el Romano Pontífice, libro 4, cap. 6.
https://archive.org/details/saint-robert-bellarmine-papal-error/page/n7/mode/2up
https://archive.org/details/on-the-roman-pontif-vol-2-st-robert/mode/2up
https://archive.org/details/on-the-roman-pontif-vol-2-st-robert/mode/2up
https://archive.org/details/on-the-roman-pontif-vol-2-st-robert/page/n183/mode/2up?q=
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pues el Papa ni tiene superior, ni recibe de nadie la jurisdicción,
sino de sólo Dios;
pues equivale a la muerte, y
Tomo II. P.130
1561
Recogemos de manera sumaria, que no hay absolutamente ninguna potestad del concilio sobre quien sea Pontífice por derecho. Y aunque hay tres situaciones en que otra cosa se vea a primera vista: la primera donde la mayoría se opone al Pontificado, la segunda donde la elección del Pontífice es inválida, y la tercera donde el Pontífice era hereje, sin embargo nada de esto impide nuestra conclusión.
Porque aun en lo que hemos dicho primero, donde no aparece quién es el Pontífice, es lo mismo como si no lo fuera, ya que se juzga igualmente que no son y que no aparecen.
Luego lo discutido en segundo lugar, que quien no fue elegido legítimamente, no merece ser llamado Pontífice, ni sustentado por la autoridad Papal.
Finalmente, el que, habiendo caído en la herejía, persevera en una opinión desafiantemente depravada, ni siquiera se cuenta entre los Pontífices.
Todas estas cosas las hemos mostrado arriba de tal manera por las razones más convincentes y los principios autorizados de los hombres más grandes, que parece superfluo añadir más.
Nunc ut quæcúmque hacténus dicta sunt in breve compéndium redigámus, illud in summa collígimus, nullam prorsus esse concílii potestátem in eum, qui jure sit Póntifex. Et quámvis tria sint, in quíbus prima fronte áliud vidéri possit, primum ubi plures de Pontificátu conténdunt, álterum ubi Pontíficis eléctio est írrita, tértium ubi fúerit hæréticus Póntifex: horum tamen nihil conclusióni nostræ obsístit.
Nam et in eo, quod primo dixímus, ubi non appáret quis sit Póntifex perínde est ac si non esset, cum non esse et non apparére pária esse judicéntur.
Quod áutem secúndo loco tractátum est, qui legítime non est eléctus, is néque Póntifex appellári merétur, nec Pontifícia subníxus est autoritáte.
Is dénique, qui in hærésim lapsus contumáciter in prava opinióne perséverat, ne inter Pontífices quídem numerátur.
Quae ómnia evidentíssimis ratiónibus et maximórum virórum autoritátibus, supérius ita osténdimus, ut plura áddere supérfluum videçatur.
(1248-1298)
Claro está que ni el Papa ni la sede Romana puede errar pertinazmente en la fe, por lo menos con error universal y docente. Porque la Iglesia universal no puede errar, y así, por consiguiente, ni puede adherirse verazmente a una cabeza errónea y falsa o apoyarse en ella; y el papa que errara de esa suerte con error universal sería cabeza errónea y no sólo una persona particular y privada que se equivocara: IMPOSIBLE QUE UN PAPA QUE ASÍ ERRARA FUERA VERDADERO PAPA Y VERDADERA CABEZA DE LA IGLESIA.
Maestro Agregado a la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, Prefecto de Estudios y Profesor de Teología Fundamental en el Colegio Máximo de Marneffe (Bélgica)
Texto: Las Quaestiones in II librum Sententiarum, descubiertas por el Cardenal EHRLE, fueron editadas por B. JANSEN, Quaracchi, 1922-1926. El Tratado De la perfección, de donde tomamos un fragmento, en Card. EHRLE: Petrus Johannis Olivi, sein Leben und seine Schriften (Archiv für Literatur-und Kirchengeschichte des Mittelalters III, 1887, 409-552)
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NI PUEDE SERLO