"Hacíanse por manos de los apóstoles muchos milagros y prodigios en el pueblo; y todos se reunían de común acuerdo en el pórtico de Salomón. De los demás nadie se atrevía a juntarse con ellos, pero el pueblo los tenía en gran estima. Agregáronse todavía más creyentes al Señor, muchedumbre de hombres y mujeres, de tal manera que sacaban a los enfermos a las calles, poniéndolos en camillas y lechos, para que al pasar Pedro, siquiera su sombra cayese sobre uno de ellos. Concurría también mucha gente de las ciudades vecinas de Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados por espíritus inmundos, los cuales eran sanados todos."
Hechos V 12-16
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