VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

SAN ANDRÉS AVELINO, Confesor




10 de noviembre del Año del Señor

SAN ANDRÉS AVELINO,
Confesor

Creced en la gracia y en el conocimiento
de Nuestro Señor Jesucristo.
(2 Pedro, 3, 18).

San Andrés, clérigo napolitano y doctor en derecho, agregó a los votos ordinarios, al entrar en los teatinos, el voto de combatir siempre su voluntad y el de tender a la más alta perfección. Al saber que había sido asesinado uno de sus sobrinos, solicitó insistentemente se perdonase al matador. Toda su vida estuvo consagrada a la oración, a la predicación y a la dirección de almas. Llegado a la edad de 87 años, un día al comenzar a celebrar la misa, cayó afectado mortalmente de apoplejía después de haber repetido por tres veces: Me acercaré al altar del Señor. Fue en 1608.


ORACIÓN

Oh Dios, que, por el voto heroico de adelantar todos los días en la virtud, habéis dispuesto el corazón del bienaventurado Andrés, vuestro confesor, a admirables elevaciones hacia Vos, concedednos, en consideración a sus méritos e intercesión, que participemos de la misma gracia, a fin de que, tendiendo siempre a lo más perfecta, alcancemos felizmente la cumbre de vuestra gloria. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN
SOBRE EL PROGRESO
EN EL CAMINO DE LA VIRTUD

I. El cristiano jamás debe detenerse en el camino de la virtud; debe, hasta el fin de su vida, aspirar a una santidad más alta. Por santo que seas, todavía te falta mucho camino para andar antes de alcanzar la cumbre de la perfección. Hojea la vida de los santos, verás cuán alejado estás tú de su santidad. ¡Cuántas pasiones en ti aún no mortificadas! ¡Cuántos deseos desordenados! ¿Amas tú la humillación y el dolor tan apasionadamente como aman los mundanos la gloria y los placeres? ¡Cuántas imperfecciones tienes tú de las que aún debes deshacerte! Trabaja, tienes con esto bastante ocupación para toda tu vida.

II. Ten cuidado de no extraviarte en el camino que eliges para llegar a la perfección. En vano caminas a grandes pasos si te alejas del sendero recto. Si no haces la voluntad de Dios, nada mereces, hagas lo que hagas. Debes consultar a tu confesor sobre lo que tienes que hacer para agradar a Dios; de otro modo caminarás a grandes pasos fuera de la ruta verdadera.

III. ¿No te relajas? ¿Nada has disminuido de tus mortificaciones y de tus ejercicios espirituales? Si tu conciencia te reprocha alguna negligencia, ten cuidado, estás en peligro. ¿Por qué no sirves a Dios con tanta fidelidad como antes? ¿Acaso Dios es menos amable que cuando lo amabas con todo tu corazón? ¿Qué ha hecho el demonio para merecer que partas con él ese corazón que habías dado sin reserva al Señor? Vamos, pues, despierta tu antiguo fervor; exclama con el Rey Profeta: Ahora comienzo. Este comienzo es obra de la diestra del Omnipotente. Sí, es obra vuestra, Dios mío; consumadla, dadme la fuerza de perseverar.

*Ciertamente, mis queridos hermanos y hermanas en el Señor. La vida del cristiano es un combate constante, no podemos relajarnos ni un momento, pues estancarse y no avanzar en la vida espiritual es lo mismo que retroceder y entibiarse en la práctica de la virtud. En todo cuanto hagamos, busquemos siempre hacer la Divina Voluntad y procurar la mayor honra y gloria de Dios, de esa manera podemos estar seguros de que nuestras obras serán gratas al Señor. No hagamos como los pobres paganos, que confían únicamente en sus propias fuerzas y en su ingenio, excluyendo criminalmente a Dios de sus vidas, de lo que resulta que se pasan la existencia haciendo su propia voluntad y sin consultar a Dios para nada, por lo que cuando les llega la hora de comparecer ante Él, comprueban horrorizados que anduvieron muy lejos de la senda estrecha de la salvación, ya que nunca quisieron cargar con la cruz que N.S.J.C. y el Padre celestial les habían preparado para separarlos del mundo y sus engaños. Debemos vernos como unos pobres desvalidos y unos niños indefensos, que de nada seríamos capaces si Dios no nos ayudara con Su gracia, la cual necesitamos más que el aire que respiramos. Así, haciéndonos pequeños de verdad, confesando nuestra miseria y total dependencia de Dios, nos atraeremos el amor y la compasión del más bondadoso y amoroso de los padres, pues el Señor se apiada de los humildes y les colma de bienes, mientras que a los soberbios les retira Sus gracias y les abandona. Trabajemos, pues, en la santificación de nuestra alma, extirpando aquellos vicios y defectos que todos tenemos, mortificando nuestra carne, y sobre todo, nuestro orgullo, para que el Espíritu Santo pueda hallar una digna morada dentro de nuestro corazón y no salga jamás de allí. San Andrés Avelino, ora pro nobis!

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo IV, Patron Saints Index.

*Comentario de Un discípulo amado de N.S.J.C.

10 de Noviembre del Año del Señor.
SAN ANDRÉS
AVELINO,
Confesor
n. 1521 en Castronuovo, Sicilia;
† 10 de noviembre de 1608 en Nápoles, Italia

Patrono de quienes han sufrido accidentes cerebrovasculares (ACV); quienes padecen de apoplejía. Protector contra los accidentes cerebrovasculares (ACV); apoplejía; muerte repentina.

Creced en la gracia y en el conocimiento de Nuestro Señor Jesucristo. (2 Pedro 3, 18)

+ En Nápoles de Campania, el tránsito de san Andrés Avelino, Clérigo Regular y Confesor, muy célebre en santidad y en celo de la salvación de las almas; al cual, ilustre en milagros, S.S. el Papa Clemente XI puso en el catalogo de los Santos.
+ El mismo día, el triunfo de los santos Mártires Trifón, Respicio y Ninfa, Virgen.
+ En Roma, el tránsito de san León I, Papa, Confesor y Doctor de la Iglesia, que por el relevante mérito de sus virtudes es llamado el Grande. En su tiempo se celebró el santo Concilio de Calcedonia, donde él mismo por sus legados condenó a Eutiques, y después con su autoridad confirmó los decretos de aquel Concilio. Por fin, habiendo ordenado muchas cosas y dejado excelentes escritos, cual buen Pastor, muy benemérito de la santa Iglesia de Dios y de todo el rebaño del Señor, descansó en paz. Su fiesta se celebra el 11 de Abril.
+ En Iconio de Licaonia, las santas mujeres Trifena y Trifosa, las cuales, con la predicación de san Pablo y el ejemplo de santa Tecla, adelantaron muchísimo en la perfección Cristiana.
+ En Antioquía, los santos Demetrio, Obispo, Aniano, Diácono, Eustosio y otros veinte Mártires.
+ En la diócesis de Agde, en Francia, los santos Mártires Tiberio, Modesto y Florencia, que en tiempo de Diocleciano, al cabo de varios tormentos, consumaron el martirio.
+ En Ravena, san Probo, Obispo, ilustre en milagros.
+ En Orleáns de Francia, san Monitor, Obispo y Confesor.
+ En Inglaterra, san Justo, Obispo, que, enviado por san Gregorio Papa a aquella isla en compañía de Agustín, Melito y otros a predicar el Evangelio, allí, célebre en santidad, descansó en el Señor.
+ En Melún de Francia, san León, Confesor.
+ En la isla de Paros, santa Teoctiste, Virgen.

+ Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.

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