VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

SISTEMA LUTERANO-CALVINISTA DONDE EL ANTICRISTO COMO PAPADO COMIENZA CON SAN LEÓN MAGNO Y "EL MILENIO" DEBÍA COMENZAR EN 1716



 Joseph Mede & Pierre Jurieu
(1586 - 1639)       (1637 -1713)
Calvinismo, Luteranismo, Milenarismo

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Jacques-Bénigne Bossuet
Obispo de Condom
Historia de las variaciones de las iglesias protestantes 

XX.-Lo absurdo de este sistema.

No parece sino que Dios se propuso confundir a estos impostores, haciendo que se sentasen en la Cátedra de san Pedro los hombres más grandes y más santos que ha habido jamás, precisamente en los tiempos en que se la quiere transformar en la silla del Anticristo. ¿Se puede ni siquiera pensar en las cartas y en los sermones en que san León inspira todavía en el dia con tanta fuerza a sus lectores la fe en Jesucristo, y creer que su autor ha sido un Anticristo? Pero ¿qué otro Papa ha combatido con más vigor a los enemigos de Jesucristo, ha sostenido con más celo la gracia cristiana y la doctrina eclesiástica, ha enseñado, en fin, al mundo una doctrina más sana, y ha dado ejemplos más santos? El Pontífice que por su santidad se hizo respetar del bárbaro Atila, y salvó a Roma de una catástrofe sangrienta, es el primer Anticristo, y el origen de todos los demás. Este es el Anticristo que tuvo el cuarto Concilio general, tan respetado por todos los verdaderos Cristianos: este es el Anticristo que dictó aquella divina carta a Flaviano, que causó admiración a toda la Iglesia, y en la cual se explica tan exacta y profundamente el misterio de Jesucristo, que los Padres de aquel gran Concilio exclamaban á cada palabra: Pedro ha hablado por boca de León, debiendo decir que el Anticristo hablaba por su boca, ó más bien que Pedro y el mismo Jesucristo hablaban por la boca del Anticristo. ¿No es preciso haber apurado hasta los posos la bebida de letargo que toman los profetas de mentira, y haberse embriagado con ella hasta perder la razón para anunciar al mundo semejantes portentos?

XXII. Tres malos caracteres que se atribuyen a san León.

¿Y qué hizo san León, para que mereciese ser el primer Anticristo? Porque no se llega a ser Anticristo por nada. Pues véanse los tres caracteres que se dan al anticristianismo que se debe admitir en tiempo de san León, y aun al mismo Santo: la idolatría, la tiranía, y la corrupción de costumbres. Lágrimas cuesta tener que defender a san León de todos estos cargos que se hacen a unos cristianos. Pero la caridad nos estrecha a hacerlo. Empecemos por la corrupción de costumbres. ¿Pero qué hemos de decir? Nada se objeta sobre este punto: ni se hallan en la vida de este gran Papa más que ejemplos de santidad. En su tiempo todavía estaba en toda su fuerza la disciplina eclesiástica, y san León era quien la sostenía: ¡ buen modo de haber decaído las costumbres! Recorramos los demás caracteres, y digamos brevemente algo sobre el de la tiranía. Este consiste, según dice el autor, en que desde « León I que estaba sentado en la silla de Roma el «año de 450, hasta Gregorio el Grande, los obispos de Roma trabajaban por arrogarse la superioridad sobre la Iglesia universal: » ¿pero fue León el que empezó a sobreponerse a la Iglesia universal? No se atreve a asegurarlo; y solo dice que trabajaba en ello: pero todos sabemos que san Celestino, su predecesor, san Bonifacio, san Zósimo y san Inocencio, para no ascender ahora más arriba, hicieron lo mismo que san León, y no sostuvieron menos que él la Cátedra de san Pedro. ¿Por qué, pues, no son Anticristos a lo menos incipientes? La razón es clara: si se hubiera. empezado a contar desde el tiempo de aquellos santos Pontífices, hubiéranse pasado ya los mil doscientos sesenta años, y los hechos hubieran desmentido el sentido que se quiere dar al Apocalipsis. De este modo se engaña al mundo, y se acomodan los oráculos divinos al capricho de cada uno.

XXIII. Idolatría de san León. Los Maozims de Daniel aplicados a los Santos.

Pero ya es tiempo de venir al tercer carácter de la bestia, que se quiere hallar en san León y en toda la Iglesia de su tiempo. Este nuevo paganismo, esta idolatría peor que la de los gentiles, era el culto que se daba a los Santos y a sus reliquias. Este tercer carácter es en el que más se apoyan. José Medo tiene el honor de haberle inventado; porque interpretando las palabras de Daniel, adorará al dios Maozim, esto es, según él traduce, al dios de las fuerzas, y estas otras, elevará las fortalezas Maozim, del dios extranjero, las entiende del Anticristo, que llamará a los Santos su fortaleza.


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RELACIONADO
Decreto del Santo Oficio condenando el milenarismo,
21 de julio de 1944

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