VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

SAN JUAN DE LA CRUZ, Confesor y Doctor



24 de noviembre del Año del Señor
SAN JUAN DE LA CRUZ,
Confesor y Doctor

La caridad no tiene envidia,
no obra precipitada.
(I Corintios, 13, 4).

San Juan de la Cruz, de la Orden Carmelitana y émulo de Santa Teresa, tenía tal amor por Dios, que bastaba la vista de un crucifijo para fundirlo en lágrimas y hacerlo caer en éxtasis. Tres cosas pedía frecuentemente al Señor: la primera, no pasar día sin sufrir; la segunda, no morir siendo superior, y la tercera, acabar su vida en la humillación, el desprecio y la soledad. Fue escuchado. Las odiosas persecuciones de que fue objeto durante mucho tiempo, hasta la misma prisión, no hicieron sino aumentar su dicha. A punto de morir exclamó ¡Gloria a Dios! y, después, apretando el crucifijo sobre su corazón, extinguióse dulcemente el 14 de diciembre de 1591, a la edad de 49 años.


ORACIÓN

Oh Dios, que habéis hecho de San Juan de la Cruz, vuestro confesor y Doctor, un amante apasionado de la Cruz y de la perfecta abnegación de sí mismo, concedednos la gracia de llegar, caminando por sus huellas, a la gloria eterna. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN SOBRE LA ENVIDIA

I. Nada hay que el cristiano deba evitar más que la envidia, porque allí donde ella reina no hay caridad, ni humildad, ni tranquilidad de espíritu. La envidia nos hace enemigos de Dios, de nuestro prójimo y de nosotros mismos. Lo más raro es que el envidioso se hace más mal a sí mismo que a los demás. La dicha del prójimo tórnalo miserable y lo condena; se aflige a sí mismo sin poder hacer mal a los otros. El envidioso es el enemigo de su salvación más todavía que del prójimo. (San Cipriano).

II. Tiénese envidia de los bienes del espíritu y de los bienes del cuerpo, de los bienes de la naturaleza y de los bienes de gracia. ¡Qué locura envidiar en tu prójimo aquello que Dios, en su liberalidad, le concedió, o aquello que él adquirió mediante su trabajo! Los bienes de la tierra muy poca cosa son para que sean objeto de tu envidia; en cuanto a los dones y favores de Dios, si los deseas, eres un insensato envidiando a los demás, porque éste es el medio, precisamente, con que no los obtendrás.

III. Para corregirse de este vicio, hay que buscar las fuentes, que son la vanidad y la falta de caridad. Considera, además, las penas que te causa la envidia y los pecados que te hace cometer; arruina tu salud y tu reputación. ¡Desdichado! ¡Imita el bien que ves en los demás, y no tendrás motivo para envidiarlos! Si no puedes imitarlos, alégrate de que practiquen la virtud y sigan el camino del cielo; es la manera de participar de sus méritos. Imita a los buenos, si puedes: si no puedes, alégrate con ellos. (San Cipriano).

*Así es, mis queridos hermanos. La envidia es un pecado muy repugnante, porque arruina el bien que uno haya podido hacer y lo hace esclavo del demonio, por cuya envidia entró el pecado en el mundo (Sabiduría 2,24), ya que él no podía soportar que el género humano fuera merecedor de las gracias y dones divinos. Quienes actúan por envidia se hacen mucho daño a ellos mismos y a los demás, pues siembran la cizaña de la discordia allá por donde pasan. El envidioso no tiene paz en su corazón, pues siempre está pensando mal de aquél a quien envidia, y busca la manera de desacreditarlo y robarle el buen nombre o la reputación que Dios le dio. En este sentido, la envidia y el orgullo van juntos, pues el envidioso es un orgulloso que es incapaz de humillarse y reconocer sus errores y faltas, de ahí que Dios le abandone en su peligrosa locura, ya que el Señor resiste a los soberbios y les retira su gracia, pero colma de bienes a los humildes y a quienes saben hacerse pequeños como niños. Por tanto, cuando tengamos la desgracia de toparnos con algún envidioso, huyamos rápidamente de esa persona, pues ese tipo de individuos son tóxicos y contaminan a quienes se les acercan. Pidamos a San Juan de la Cruz que interceda por nosotros ante el Divino Maestro y Su Santísima Madre la Virgen María, de modo que nos hagan muy humildes e insignificantes, para que no caigamos en la terrible tentación de creernos más que nadie, no siendo nada más que polvo y humo. De esta manera, Dios verá nuestra pequeñez y abatimiento, y se compadecerá de nosotros, levantándonos de la miseria y atrayéndonos a Él mediante la acción invisible de la Gracia.

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo IV, Patron Saints Index.

*Comentario de Un discípulo amado de N.S.J.C.


24 de Noviembre del Año del Señor.
SAN JUAN
DE LA CRUZ
Confesor y Doctor de la Iglesia

n. 24 de junio de 1542 en Fontiveros (Ávila), España;
† 14 de diciembre de 1591 en Úbeda, España

Patrono de místicos; teología mística; vida contemplativa; poetas españoles.

La caridad no tiene envidia, no obra precipitada. (1 Corintios 13, 4)

+ San Juan de la Cruz, Presbítero, Confesor y Doctor de la Iglesia. compañero de santa Teresa en la reforma de los Carmelitas; de cuya muerte se hace mención el 14 de Diciembre.
+ El mismo día, el triunfo de san Crisógono, Mártir, el cual, después de prolongadas prisiones y cárceles sufridas por confesar constantísimamente a Cristo, de orden de Diocleciano fue conducido a Aquilea, y finalmente, cortada la cabeza y arrojado al mar, consumó el martirio.
+ En Roma, san Crescenciano, Mártir, de quien se hace mención en el martirio de san Marcelo Papa.
+ En Corinto, san Alejandro, Mártir, que en tiempo de Juliano Apóstata y del Presidente Salustio, combatió por la fe de Cristo hasta la muerte.
+ En Perusa, san Felicísimo, Mártir.
+ En Ameria de Umbría, santa Fermina, Virgen y Mártir, la cual, en la persecución del Emperador Diocleciano, después de varios tormentos, suspendida y quemada con hachas encendidas, entregó su inmaculado espíritu a Dios.
+ En Córdoba de España, las santas Vírgenes y Mártires Flora y María, que en la persecución Arábiga, al cabo de una larga prisión, fueron pasadas a cuchillo.
+ En Milán, san Protasio, Obispo, que en el Concilio Sardicense, delante del Emperador Constante, defendió la causa de san Atanasio, y habiendo pasado muchos trabajos por la Iglesia que se le había confiado y por la religión, finalmente pasó a gozar de Dios.
+ En el territorio de Auvernia, san Ponciano, Abad, que reinando Teodorico resplandeció en milagros. De él tomó su nombre, así el monasterio que el Santo gobernó, como el pueblo que más tarde se levantó en aquel lugar.
+ En Blaye de Francia, san Román, Presbítero, cuya santidad es atestiguada por la gloria de los milagros.

+ Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.



Se presenta a veces un abominable espíritu que, de tal manera oscurece el sentido, que  llena de mil escrúpulos y perplejidades. Por eso hay que estar vigilantes
Noche Activa de Espíritu

¡Señor: dame más paciencia, más dolor y más amor!
Cántico Espiritual

Cuando sembramos dudas, estamos  en la obligación de resolverlas para que la verdad  aparezca  clara y reluciente
Noche Activa del Espíritu

¡He aquí los muchos que son llamados y cuán pocos son los elegidos! Y he aquí, si no cuidas de ti mismo, tu perdición es más certera que tu enmienda, especialmente porque la senda que lleva a la vida eterna es tan estrecha.

Cuando Dios se comunica  con el espíritu, es para engrandecerlo y por eso no lo aprieta sino que lo ensancha; no lo fatiga sino que lo deleita y clarifica enriqueciéndolo.
Oh Cautiverio Suave.

Apagados los deseos, el entendimiento queda libre para entender la verdad.
Noche Oscura.

Busca leyendo y hallarás meditando; llama orando y te responderán.
Puntos de Amor.

Con las tribulaciones, los trabajos, las tentaciones y aprietos, se purifica y fortalece el espíritu.
Llama de Amor Viva.

Llevarlo todo con Tranquilidad y paz, no sólo es provechoso para que el espíritu alcance muchos bienes, sino también para que pueda juzgar las adversidades y remediarlas en forma  conveniente y oportuna.
Subida al Monte Carmelo.

En ocasiones, cuando el espíritu camina entre piedras y arideces, tropieza menos que cuando se mueve entre los hombres.
Noche Oscura.

Privada el alma de todo lo que deleita y agrada por el oído, la vista, el gusto, el olfato y el tacto, queda en ese vació que es una verdadera noche, a oscuras y sin nada. 
Libro noche activa del sentido.

No sabe el hombre gozar bien un dolerse bien, porque no entiende la distancia que hay entre el bien y el mal.
Dichos de Luz y Amor.

Mortificar el apetito es el camino hacia la unión con Dios.
Monte de perfección.

Si el entendimiento entendiese todas las cosas, no habría fe, porque la fe es vacío de entendimiento; la esperanza es siempre sobre lo que no se posee porque si se poseyese, no cabría ya esperanza; la caridad es vacío de nosotros mismos porque nos lleva necesariamente al amor. El amor por los demás y por sobre ellos, al amor a Dios. 
Noche Oscura.

Es bueno retirarse a la soledad porque en ella no se ocupan mucho los sentidos, sino que se levanta el espíritu, como sucede con los montes que se elevan hacia el cielo y son pelados de sensitiva recreación
Monte de Perfección.

Cinco daños causa cualquier apetito desordenado en el alma: 
El 1ro: la inquieta y perturba,
El 2do: la enturba y esclaviza.
El 3ro: la ausencia.
El 4to: la debilita y la enflaquece
El 5to: la oscurece.
Puntos de Amor.

Si tu no has querido armar guerra contra la paz y deleite de tus sentidos, ¿ cómo querrás enfrentar las turbulencias de las tribulaciones y trabajos del espíritu, que son de más adentro?
Llama de Amor Viva.

La ignorancia es la oscuridad del espíritu
Llama de Amor Viva.

El alma no puede alcanzar las virtudes sin la ayuda de Dios, pero Dios tampoco puede obrarlas en soledad, es decir, si el alma no coopera. Dios y el alma obran juntamente.
Cántico Espiritual.

Llevarlo todo con Tranquilidad y paz, no sólo es provechoso para que el espíritu alcance muchos bienes, sino también para que pueda juzgar las adversidades y remediarlas en forma  conveniente y oportuna.
Subida al Monte Carmelo.

Busca leyendo y hallarás meditando; llama orando y te responderán.
Puntos de Amor.

Es bueno retirarse a la soledad porque en ella no se ocupan mucho los sentidos, sino que se levanta el espíritu, como sucede con los montes que se elevan hacia el cielo y son pelados de sensitiva recreación
Monte de Perfección

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