RICHERISMO

Edmond Richer

Teólogo galicanista
1560 - 1631

Prefiriendo la autoridad de los obispos a la del Papa , fue partidario del galicanismo.

En 1611, durante la minoría de Luis XIII, un año después de la muerte de Enrique IV, fué impreso por la primera vez el libro sobre «el poder eclesiástico y político.» Apenas apareció se le miró así en Francia como en Roma como uno de los escritos más peligrosos por lo que respecta a la religión, porque el autor atenta a la primacía del Papa, combate el poder de los obispos y vitupera abiertamente el gobierno presente de la Iglesia.

El autor afirma en él que la Iglesia está gobernada por la jerarquía de los obispos, sucesores de los apóstoles, y por los sacerdotes, sucesores de los setenta y dos discípulos reunidos en el concilio de Jerusalén. Por razones prácticas, las más altas funciones ministeriales corresponden a los obispos, pero los sacerdotes, como participantes en el mismo sacerdocio, son jueces en materia de fe y consejeros en materia de disciplina. Una Iglesia así, en la que todos los miembros se confunden en una identidad natural, tiende a la democracia clerical. 

La doctrina pretende aplicar el principio de gobierno de las comunidades en todos los niveles de la organización eclesial. En el nivel superior, el Richérismo se fusiona con la doctrina galicana que considera que el Papa está sujeto, en términos de autoridad temporal y dogmática, al Concilio, por lo tanto a todos los obispos que representan al pueblo cristiano. Pero la doctrina no se queda en este primer nivel. Del mismo modo, el obispo está sujeto, al sínodo diocesano, y por tanto a todos los sacerdotes que representan al pueblo cristiano de la diócesis. Es comprensible que la riqueza se haya ganado los favores del bajo clero. Y finalmente en el tercer nivel, el párroco está sujeto a la asamblea parroquial, por tanto a todo el pueblo cristiano de la parroquia.

Al relativizar la autoridad del Papa, Richer abrió el camino a la corriente jansenista que abrazó el sistema de Richer solo en lo que respecta a las relaciones entre los obispos y el papado. 

Pascasio Quesnel en la proposición 90 (es la Iglesia que tiene la autoridad de la excomunión, para ejercerla por los primeros pastores, con consentimiento al menos presumido de todo el cuerpo), y el P. Laborde en su famoso libro del Testimonio de la verdad, han renovado claramente el sistema de Richer, no pudiéndose dudar que los jansenistas no sean verdaderos richeristas.

Richer se retractó en 1629. Por un escrito firmado por su mano declara que reconoce a la Iglesia romana por madre y maestra de todas las Iglesias y por juez infalible de la verdad. 

*** *** ***