San Alfonso María de Ligorio
EXTRACTO DEL SERMÓN VIII.
PARA LA DOMINICA TERCERA DESPUÉS DE LA EPIFANÍA
Mientras que los hijos del reino serán echados fuera a las tinieblas: allí será el llanto, y el crujir de dientes.
Filii autem regni ejicientur in tenebras exteriores: ibi erit fletus, et stridor dentium.
(Matheo. VII. 12.)
REFIERE el Evangelio de hoy, que habiendo entrado Jesús en Cafarnaún, le salió al encuentro un Centurión para suplicarle que se dignase conceder la salud a uno de sus criados, que estaba enfermo en su casa con una parálisis. El Señor le respondió: Ego veniam et curabo eum. Yo iré, y le curaré. Señor, replicó el Centurión, no soy yo digno de que vos entreis en mi casa: basta que queráis curarle para que él cure. Viendo el Salvador tanta fe en él, le consoló al punto dando la salud al criado: y volviéndose Jesús entonces a sus discípulos, les dijo: «Vendrán muchos gentiles del Oriente y del Occidente a oír mi doctrina y estarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos: mientras que los hijos del reino serán echados fuera a las tinieblas, donde será el llanto y el crujir de dientes.» Con estas palabras quiso decirnos, que muchos que nacieron entre los infieles, se salvarán con los santos; y que muchos nacidos en el gremio de la Iglesia, irán a parar en los infiernos, donde el gusano roedor de la conciencia con sus remordimientos les hará llorar amargamente por toda la eternidad.
SERMONES ABREVIADOS PARA TODAS LAS DOMINICAS DEL AÑO
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