VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

S.S. SAN CELESTINO V, PAPA Nº 192

SAN CELESTINO V (1294)
PEDRO ANGELERI DE MORONET 

Pedro Angeleri, natural de Isernia, fundador de la Orden de los Celestinos y venerado como santo en los Abruzos, fue elegido papa después de más de dos años de sede vacante. 

Fué elegido contra su voluntad, en 1294;contaba entonces setenta y dos años. Apenas consagrado, renovó la Constitución de Gregorio X relativa a la elección de los papas, revocando las bulas de dispensa de sus predecesores. 

Reformó muchas instituciones, especialmente monásticas, favoreciendo mucho a los Celestinos. 

Trasladóse a Nápoles, donde aprobó un tratado de paz para Sicilia entre el rey de Nápoles Carlos II y el de Aragón, Jaime II, aunque se dejó dominar con exceso por el primero. 

Sintiéndose inferior al importante ministerio y no queriendo que su pontificado fuese perjudicial ni a la Iglesia ni a su alma, después de pedir consejo a los cardenales, declaró en una Constitución que "un papa podía renunciar al papado", como así lo hizo. En un consistorio público declaró que "renunciaba espontánea y libremente la dignidad pontificia", dando al Sacro Colegio plena y libre facultad para elegir canónicamente un nuevo Pontífice (13 de diciembre de 1294).

Se ha discutido sobre la conducta de Bonifacio VIII, su sucesor, y se ha fantaseado sobre imaginarios temores que éste inculcara a Celestino para hacerle abdicar; pero la sana crítica histórica le ha hecho justicia y, por el contrario, vemos que el cardenal Gaetani (Bonifacio VIII) fue uno de los que se opusieron a la renuncia. Asimismo, si Bonifacio VIII recluyó a Celestino en el castillo de Fumona, no fué para quitarle de en medio, sino para impedir que se abusara de la ingenuidad de Celestino contra la Iglesia.

Sobre este papa se han emitido los juicios más dispares. Dante, en su Comedia, dice que "hizo la gran renuncia por cobardía"; en cambio, Petrarca, en su De vida solitaria, elogia el acto de Celestino, y asimismo otros historiadores.

Murió en el Castillo de Fumona, en 1296. Fué canonizado por Clemente V.

Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945


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