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San Agustín
Réplica a las Cartas de Petiliano
Libro I, capítulo XXIX
Libro I, capítulo XXIX
¡Ea!, hermanos, retened todo esto para llevarlo a la práctica y predicarlo con incansable mansedumbre:
Amad a los hombres, destruid los errores,
preciaos de la verdad sin soberbia, defended la verdad sin severidad,
orad por los que tratáis de desmentir y convencer.
Amad a los hombres, destruid los errores,
preciaos de la verdad sin soberbia, defended la verdad sin severidad,
orad por los que tratáis de desmentir y convencer.
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