VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

CIRCUNCISIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO


1 de enero del Año del Señor
CIRCUNCISIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

Todo cuanto hacéis, de palabra o de obra, hacedlo
todo en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo.
(San Pablo a los Colosenses, III, 17).

¡Cuán glorioso es el Nombre de Jesús; más, cuán caro costó al Hijo de Dios! ¡Le fue menester derramar sangre para merecer este nombre de Salvador; y tú no quieres derramar, para salvarte, ni una lágrima! 
Es preciso imitar a Jesús en sus sufrimientos o perder la esperanza de acompañarlo
en su gloria.
 
Jesús, sed mi Salvador, y pues tanto amor habéis tenido por mí desde el comienzo de vuestra vida, inspiradme vuestro santo amor, a fin de que os ame, si no tanto cuanto merecéis, por lo menos tanto cuanto pueda.


ORACIÓN

Oh Dios, que habéis constituido a vuestro Unigénito Salvador del género humano, y habéis ordenado que se le llamase Jesús, haced, por vuestra misericordia, que después de haber honrado su Santo Nombre en la tierra, tengamos la dicha de contemplarlo a Él mismo en el cielo. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN SOBRE LA CIRCUNCISIÓN

I. Jesús comienza hoy lo que continuará hasta la muerte. Obedece a su Padre celestial, a María y a José. ¡Dios obedece a los hombres! Después de esto, ¿tendremos vanidad bastante como para no querer sometemos a los superiores que Dios nos ha dado? Es preciso obedecer a los que ocupan el lugar de Dios [*los Papas desde San Pedro a S.S. Pío XII], o bien a nuestras pasiones y al demonio. Un Dios obedece a la ley, y nosotros, que no somos sino ceniza y polvo, ¿rehusaremos obedecer a Dios?

II. En ninguna parte se manifiesta más la humildad del Salvador, que en esta obediencia. En el pesebre, se tomaría a Jesús por un hombre común; aquí, pasa por pecador. Jesús, que es la santidad misma, quiere abatirse hasta parecer pecador, para honrar a su Padre. Después de esto, ¿tengo derecho a quejarme de las humillaciones que recibo? He nacido en el pecado, he crecido en el pecado; sin embargo, no quiero ser llamado pecador y me irrito si se me desprecia.

III. La caridad de Jesús brilla en este misterio, toda vez que quiere, desde los primeros instantes de su vida, adoptar el nombre de Salvador y darnos su sangre y sus lágrimas como prenda de su amor. Esa sangre y esas lágrimas que derrama, son el lenguaje de su corazón: nos dice con ellas que quiere vivir, sufrir y morir por nosotros. Comencemos pues, este año, imitando su obediencia y su humildad. Amémoslo durante todo este año, hagamos todo en Nombre de Jesús. Dios mío, soy todo vuestro, durante este año, y para el resto de mi vida.

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo IV, Patron Saints Index.


1 de Enero del Año del Señor.
CIRCUNCISIÓN
DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

Todo cuanto hacéis, de palabra o de obra, hacedlo todo en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo. (Colosenses 3, 17)

+ La Circuncisión de nuestro Señor Jesucristo y la Octava de su Natividad.
+ En Roma, el triunfo de santa Martina, Virgen y Mártir; que en el imperio de Alejandro, después de atormentada con diversos suplicios, finalmente degollada, consiguió la palma del martirio. Su fiesta se celebra el 30 de este mes.
+ En Cesarea de Capadocia, el tránsito de san Basilio, llamado el Grande, Obispo, Confesor y Doctor de la Iglesia; el cual, en tiempo del Emperador Valente, señalado en doctrina y sabiduría, y adornado de todas las virtudes, resplandeció maravillosamente y defendió con inexpugnable constancia la Iglesia, contra los Arrianos y Macedonianos. Su fiesta principal se celebra el 14 de Junio, día en que fue consagrado Obispo.
+ En el monte Senario de Etruria, el tránsito de san Bonfilio, Confesor, uno de los siete Fundadores de la Orden de Siervos de la bienaventurada Virgen María; el cual, como hubiese venerado sobre manera a la celestial Señora, fue por Ella de repente llamado al cielo. Su fiesta, junto, con la de sus compañeros, se celebra a 12 de Febrero.
+ En Roma, san Almaquio, Mártir; el cual, diciendo a los gentiles:«Hoy es el octavo día del nacimiento del Señor, dejad las supersticiones paganas y los sacrificios inmundos», de orden de Alipio, Prefecto de la Ciudad, fue muerto por los gladiadores.
+ En Roma, asimismo, en la vía Apia, las coronas de treinta santos soldados Mártires, imperando Diocleciano.
+ En Espoleto, san Concordio, Presbítero y Mártir, el cual, en los tiempos del Emperador Antonino, primeramente apaleado, después suspendido en el potro y maltratado con dura prisión, donde le visitaron y consolaron los Ángeles, terminó, por último, la vida al filo de la espada.
+ El mismo día, san Magno, Mártir.
+ En África, san Fulgencio, Obispo de la Iglesia de Ruspe; el cual, durante la persecución Vandálica, por la fe católica y su excelente doctrina, sufrió mucho de los Arrianos y fue confinado a Cerdeña; mas, al cabo, permitiéndosele volver a su Iglesia, esclarecido en la vida y en la predicación, descansó con santo fin.
+ En Chieti del Abruzo, el nacimiento para el cielo de san Justino, Obispo de la misma ciudad, esclarecido en santidad de vida y milagros.
+ En territorio de Lyon, en un monasterio del monte Jura, san Eugendo, Abad, cuya vida resplandeció llena de virtudes y milagros.
+ En Souvigny de Francia, san Odilón, Abad de Cluny, el primero que mandó celebrar en los monasterios de su Orden la Conmemoración de todos los Fieles Difuntos, el día siguiente a la festividad de todos los Santos; rito que aprobó y recibió después la Iglesia universal.
+ En Alejandría, el tránsito de santa Eufrósina, Virgen, la cual resplandeció en el monasterio con la virtud de la abstinencia y con milagros.

+ Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.

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