EL MIEDO AL PAPA (Mons. Gaume) (II)

Mons. Gaume

¿Por qué tiene miedo el mundo?

I.

El miedo proviene de un peligro real o imaginario. Es personal, nacional o universal. Personal, puede ser infundado; nacional. está menos sujeto a errores; universal, es infalible. Es un instinto providencial que advierte a una época de un peligro universal; lo que le invita a reflexionar y darse cuenta de sus tendencias, para ver cómo, bajo la apariencia de rectitud, estas tendencias conducen al abismo.

II.

Sin embargo, el mundo actual tiene miedo y tiene razón. ¿Por qué? Porque, a pesar de todas las seguridades contrarias, siente que no está en orden; y, haga lo que haga, no puede ocultarse a sí mismo que el castigo es la recompensa infalible del desorden.

¿Por qué no está en orden? Porque viola la ley fundamental de su ser. Al igual que el hombre individual, las naciones, que no son más que hombres colectivos, no se hicieron ellas mismas. Como las estrellas que brillan en el firmamento, como los pájaros que juegan en el aire, como las plantas que cubren la tierra, como los peces que pueblan los océanos, las naciones deben decir: “Ipse fecit nos, et non ipsi nos; No somos nosotros quienes nos dimos el ser, ni las leyes conservadoras de nuestro ser: nosotros las hemos recibido (I Cor. IV, 7)”.

Querer vivir sin observarlas no nos pertenece más que al ser animado pretender vivir sin respirar.

III.

La violación de estas leyes, seguida inevitablemente del castigo que las sanciona, produce miedo. Si la violación es de una ley fundamental, si es universal y permanente, produce un miedo profundo, universal, permanente, incurable. Puesto que éste es el temor del mundo actual, la ley violada, universalmente violada, obstinadamente violada, debe ser la más fundamental de todas las leyes.

Continuará...

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