VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

SAN EUSEBIO, Obispo y Mártir

 
16 de diciembre del Año del Señor
SAN EUSEBIO,
Obispo y Mártir


La voluntad de Dios es que seáis santos.
(1 Tesalonicenses, 4, 3).


San Eusebio, obispo de Verceil, fue exilado en Palestina por haber sostenido, en el Concilio de Milán, la fe de Nicea contra los obispos arrianos protegidos por el emperador Constancio. Las cartas que escribió a su pueblo desde el fondo de su confinamiento nos revelan la inaudita crueldad de los arrianos para con él y la admirable firmeza de su fe. Después de la muerte de Constancio, no quiso aprovecharse del permiso concedido a los obispos exilados para volver a sus diócesis, sino después de haber asistido al Concilio de Alejandría, y recorrido las provincias de Oriente inficionadas de arrianismo para hacer volver a los extraviados. Murió en Verceil hacia el año 370.


ORACIÓN

Oh Dios, que cada año nos proporcionáis un nuevo motivo de gozo con la solemnidad del bienaventurado Eusebio, vuestro mártir pontífice, haced que honrando su nacimiento al cielo, experimentemos los efectos de su protección. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN SOBRE LA IMITACIÓN
DE LOS SANTOS

I. Nunca entrarás en el cielo, si no imitas a los santos, y no los imitarás si la lectura de su vida no te enseña lo que hicieron. Consagra todos los días algunos instantes a esta lectura; y, si puedes, reúne a tus servidores para hacer esta lectura en común. ¡Tanto tiempo se pierde en conversar con los hombres, y no se encuentra ni siquiera un momento libre para platicar con los santos!

II. Esfuérzate en imitar, en la medida en que lo puedas, las virtudes que notes en la vida de los santos. Considera, sobre todo, que ellos han estado unidos a Dios mediante la oración, que han sido austeros para consigo y caritativos para con el prójimo. Ningún santo encontrarás que no haya tenido estas tres cualidades. ¿Las posees tú ? Sin ellas no hay que esperar el paraíso. No basta, para ir al cielo, profesar la religión cristiana en cuyo seno vivieron ellos; es preciso también conformar nuestras costumbres a la santidad de nuestra fe y a los buenos ejemplos que nos dieron. De nada nos servirá que nuestra religión sea buena, si nuestra vida es mala. (Salviano).

III. Elige como patrono a un santo que se haya encontrado en posición parecida a la tuya, y regula tu conducta con sus ejemplos. Imita también las virtudes del santo cuyo nombre tienes, y del que hayas elegido cada mes como protector especial tuyo. En todas tus necesidades temporales y espirituales, recurre a los santos. Examina tu vida: ¿a qué santos imitas? ¿Acaso no sigues un camino totalmente opuesto al que ellos recorrieron? ¡Ten cuidado! Aprende de uno la humildad, de otro la paciencia: que uno te enseñe el silencio, otro la dulzura. (San Jerónimo).

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo IV, Patron Saints Index.


16 de Diciembre del Año del Señor.
SAN EUSEBIO
Obispo y Mártir
n. en el año 283 en Cerdeña;
† hacia el año 370

La voluntad de Dios es que seáis santos. (1 Tesalonicenses 4, 3)

+ San Eusebio, Obispo de Verceli y Mártir, cuyo tránsito se refiere el 1 de Agosto y su Ordenación el día de ayer.
+ Los tres santos jóvenes Ananías, Azarías y Misael, cuyos cuerpos están sepultados dentro de una cueva en Babilonia.
+ En Ravena, los santos Mártires Valentín, general del ejército, y sus hijos Concordio, Naval y Agrícola, que en la persecución de Maximiano padecieron por Cristo.
+ En Formio de Campania, santa Albina, Virgen y Mártir, en tiempo del Emperador Decio.
+ En África, el suplicio de muchísimas santas Vírgenes, que en la persecución Vandálica, reinando Hunerico Arriano, después de colgadas con grandes pesos a los pies, y abrasadas con planchas candentes, consumaron felizmente el combate del martirio.
+ En Viena de Francia, San Adón, Obispo y Confesor.
+ En Irlanda, san Beano, Obispo.

+ Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.


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