VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

EL PAPA ES EL DISPENSADOR DE LA GRACIA COMUNICADA POR EL SACERDOCIO Y DE LOS SACRAMENTOS DE LA NUEVA LEY

 Mons. Ginisty
Obispo de Verdún.
(Carta Pastoral de Cuaresma)



La alusión era evidente; los corderos del divino rebaño no son otros que los fieles, y las, ovejas representaban a los pastores.

De lo contrario, ¿qué significaban los términos de esa comparación sino que Pedro debía alimentar a la vez a los fieles y a los pastores en la Iglesia de Dios? Alimentarlos, es decir, hacerlos vivir, proporcionarles el alimento adecuado. Y como que se trata de alimentar una vida divina, divino deberá ser el alimento que se le ha de proporcionar. Este alimento no puede ser otro que el que ha sido preparado y aportado por el Hijo de Dios, es decir, la gracia comunicada por el sacerdocio y los sacramentos de la nueva ley. El Papa, después de san Pedro, es el dispensador de ella.

Por la consagración que reciben los obispos, por la que ellos mismos dan a los simples sacerdotes, esta vida divina se transmite a todos los miembros de la Iglesia. La Eucaristía, especialmente, que contiene al Autor y el Manantial de todas las gracias, es el conducto ordinario por el cual se derraman sobre todo el pueblo cristiano.

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