VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

MEDITACIONES DE SANTO TOMÁS DE AQUINO (XIII)


Santo Tomás de Aquino

SEGUNDO PUNTO

Consideremos de nuevo que basta un pequeño apego al pecado venial para privarnos de mil gracias e impedirnos alcanzar la perfección. El primer y más inseparable castigo que merece el pecado es la privación de alguna gracia; y la privación de esta gracia, cuya ayuda frenaría el alma y ataría sus pasiones, siempre va seguida de algún nuevo pecado. Ahora bien, ¿es de esperar que un alma, cargada de pecados veniales, que no la hacen morir, pero que la cubren de fealdad, horror y podredumbre (1), reciba las caricias de este divino Esposo que sólo ama la pureza y se alimenta únicamente entre lirios?¿Qué impidió a Moisés entrar a la tierra prometida, figura de la perfección, si no una palabra desconsiderada, un pequeño error, del que apenas nos damos cuenta? ¡Pobre de mí! ¿Podremos alguna vez deplorar lo suficiente la desgracia de un alma que, después de haber librado grandes batallas y de haber escapado de las trampas más pérfidas, se deja cautivar o derrotar por nimiedades y apegos frívolos? Pero, ¿es lícito llamar bagatela a lo que la derriba y frívolo a lo que la destruye?

(1) Veluti quibusdam pustulis et quasi horrenda scabie. D. Aug. Serm. 41. de SS.

Continuará...

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