VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

SAN SATURNINO, Mártir


29 de noviembre del Año del Señor
SAN SATURNINO,

Mártir


Los hijos de este siglo son más sagaces,
en sus negocios, que los hijos de la luz.
(Lucas, 16, 8).

Según Tillemont, San Saturnino fue uno de los más ilustres mártires que Francia le ha dado a la Iglesia. Solo poseemos sus Actas, las cuales son muy antiguas, puesto que fueron utilizadas por San Gregorio de Tours. Fue el primer obispo de Tolosa, a donde llegó durante el consulado de Decio y Grato (250). No se sabe si es que ya había cristianos en el pueblo o si su predicación logró numerosas conversiones, pero pronto tuvo una pequeña iglesia. Para llegar a ella tenía que pasar frente al capitolio donde había un templo, y según las Actas, los sacerdotes paganos le atribuían el silencio de sus oráculos a sus frecuentes pasadas.

Un día lo apresaron y por encima de su firme negativa de sacrificar a los ídolos, lo condenaron a ser atado por los pies a un toro, el que lo arrastró por todo el pueblo hasta que se rompió la cuerda. Dos mujeres cristianas recogieron piadosamente sus restos y los enterraron en una zanja profunda, para que no fueran profanados por los paganos. Sus sucesores, Santos Hilario y Exuperio, le dieron el más honorable entierro. Una iglesia fue erigida en el lugar donde el toro se detuvo, la cual existe todavía, y es llamada la iglesia del Taur (el toro). El cuerpo del santo fue transferido muy tempranamente y aún esta preservado en la Iglesia de San Sernin (o Saturnino), una de las más antiguas y bellas del sur de Francia. Su fiesta fue incluida en el Martirologio Jeronimiano para el 29 de noviembre, y su culto llegó hasta el exterior. El relato de sus actas fue enriquecido con varios detalles, y existen leyendas que relacionan su nombre con el comienzo de las iglesias de Eauze, Auch, Pamplona y Amiens, pero éstas carecen de fundamentos históricos.

Bibliografía: RUINART, Acta Martyrum (Ratisbona, 18569), 177-80; Gregorii Turonensis opera Hist. Francorum, ed. ARNDT AND KRUSCH, I (Hanover, 1884), XXXIX; TILLEMONT, Hist. ecclesiastique, III (París, 1701), 297; LABAN, Vie de Saint Saturnin (Tolosa, 1864); DUCHESNE, Fastes épiscopaux de l ancienne Gaule (París, 1894), 25, 295.

Fuente: Dégert, Antoine. "St. Saturninus." The Catholic Encyclopedia. Vol. 13.



San Saturnino fue detenido y arrojado en una prisión durante la persecución de Diocleciano. Después de haber sufrido mucho en su mazmorra, fue sacado de ella para ser extendido en el potro; pero como las torturas ordinarias no podían doblegarlo a sacrificar a los dioses, le machucaron el cuerpo a bastonazos y le quemaron los costados con antorchas ardientes. Por fin fue decapitado junto con el diácono Sisino, y sus cuerpos fueron enterrados a dos millas de Roma, en la vía Salariana, el año 309.


ORACIÓN

Oh Dios, que nos concedéis la alegría de celebrar el nacimiento al cielo del bienaventurado Saturnino, vuestro mártir, concedednos la gracia de ser asistidos por sus méritos. Por J. C. N. S. Amén.


MEDITACIÓN SOBRE LA VERDADERA PRUDENCIA DEL CRISTIANO


I. La verdadera prudencia del cristiano consiste en regular la vida según las máximas del Evangelio; hay que mirar las cosas de este mundo con los ojos de la fe. El hombre político, el médico, el orador siguen las reglas de su respectivo arte: ¡Sólo el cristiano quiere hacer profesión de cristianismo sin observar sus preceptos! Se declara discípulo del Evangelio no obstante vivir una vida contraria al Evangelio. Leen el Evangelio y se entregan a la impureza; se dicen discípulos de una ley santa y llevan una vida criminal. (Salviano).

II. ¿De qué proviene que no obremos según las máximas del Cielo? Es que no meditamos lo suficiente. ¿Podríamos acaso amar las riquezas y los placeres, si pensásemos seriamente en la muerte que está próxima, en el juicio que le sigue, en la eternidad de dicha o de infelicidad que será nuestra herencia?

III. Sería menester meditar cada día una verdad del Evangelio y elegir una de ellas en particular con la que entretuviésemos nuestra alma, que fuera como nuestro lema y nuestro grito de guerra en nuestra lucha contra el demonio. Los santos tuvieron su divisa particular, San Francisco: Mi Dios y mi todo; Santa Teresa: O padecer o morir; San Ignacio de Loyola: A la mayor gloria de Dios; el cardenal de Bérulle: Nada mortal para un corazón inmortal. Siguiendo el ejemplo de estos grandes hombres, elige en la Escritura o en los Padres una palabra y no la pierdas de vista. ¿De qué sirve al hombre ganar todo el universo, si llega a perder su alma?

*Así es, mis queridos hermanos. Hoy muchos son prudentes según el siglo, pero no según Dios y el Evangelio, ya que se afanan en "asegurar" su futuro mediante planes de pensiones y de ahorro, pero descuidan criminalmente la suerte eterna que correrán sus pobres almas inmortales. La apostasía planificada y promovida por la inmunda Ramera del Anticristo lo ha podrido todo, mezclando astutamente el error y la herejía con las apariencias de verdad, con el fin de confundir y extraviar a muchos. Paralelamente, los falsos cristos y falsos profetas de las sectas tradicionalistas y sedevacantistas están causando estragos en muchas almas desorientadas, pues esos intrusos hipócritas se revisten de piel de cordero (con falsas sotanas y falsos hábitos) cuando por dentro son lobos rapaces que únicamente pueden destrozar a las pobres ovejitas. Los últimos llamados y escogidos de Dios Uno y Trino debemos extremar la precaución y la prudencia, desconfiando de casi todo lo que nos rodea, pidiéndole al Señor que nos ilumine desde lo alto con la sabiduría del Evangelio, pues el riesgo de dejarse influenciar y contaminar por el mundo y sus engaños es muy grande en nuestros días, mayor que en cualquier época pasada de la humanidad. Que San Saturnino nos obtenga ese amor por la soledad y la contemplación de las verdades eternas, de modo que vivamos vidas santas y discretas, haciendo penitencia por nuestros pecados y creciendo cada vez más en gracia y humildad delante de Dios y de nuestro prójimo.

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo IV, Patron Saints Index.

*Comentario de Un discípulo amado de N.S.J.C.


29 de Noviembre del Año del Señor
SAN SATURNINO
Mártir
† martirizado hacia el año 309 en la vía Salariana, Roma

Los hijos de este siglo son más sagaces, en sus negocios, que los hijos de la luz. (Lucas 16, 8 )

+ En Roma, en la vía Salaria, el triunfo de los santos Mártires Saturnino, Anciano, y Sisinio, Diácono, en el imperio de Maximiano; a los cuales, después de maltratarlos con larga prisión, ordenó el Prefecto de la ciudad suspender en el potro, estirar con nervios, azotar con palos y escorpiones, aplicar teas encendidas y, bajándolos del ecúleo, degollarlos.
+ En Tolosa de Francia, san Saturnino, Obispo, el cual, en tiempo de Decio, fue detenido por los Paganos en el Capitolio de aquella ciudad, y precipitado desde lo más alto de aquel alcázar por toda la gradería; con que rota la cabeza, saltados los sesos y destrozado todo el cuerpo, entregó su digna alma a Cristo.
+ Igualmente, el suplicio de los santos Paramón y trescientos setenta y cinco Compañeros, en tiempo del Emperador Decio y del Presidente Aquilino.
+ En Ancira de Galacia, san Filomeno, Mártir, el cual, en la persecución del Emperador Aureliano, siendo Presidente Félix, probado con el fuego, taladrados con clavos pies y manos, y últimamente la cabeza, consumó el martirio.
+ En Véroli de los Hérnicos, los santos Mártires Blas y Demetrio.
+ En Todi de Umbría, santa Iluminada, Virgen.

+ Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.

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