VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

Mons. GAUME - ¿PARA QUÉ SIRVE EL PAPA? (X)


Mons. Jean-Joseph Gaume

X - ¿POR QUÉ QUEREMOS AL PAPA REY?

Vosotros dudáis; pero si vuestra boca calla, vuestras acciones hablan. ¿Qué dicen? Dicen que, a pesar de sus melosas garantías de respeto por el Papa Pontífice y amor por lo espiritual, vosotros no queréis ni al Papa Pontífice ni al Papa Rey. Incluso dicen que no queréis lo temporal, excepto porque, durante mucho tiempo, habéis abaratado lo espiritual. ¿Quién ataca hoy el poder temporal del Santo Padre, sino aquellos que, con sus escritos y con sus acciones, dan testimonio claro de su desprecio por su poder espiritual? Lo que queréis, os lo diremos: queréis deshaceros de ese viejo que os está molestando. Desearíais destruir el Papado, que sabéis que nunca aceptará vuestras doctrinas. Como esto no se os concede, lo queréis encadenar y debilitar.

Cuando, con el pretexto de la unidad italiana, hayáis encerrado al Papa en el recinto vaticano y establecido una línea de circunvalación piamontesa alrededor de su residencia; cuando ninguna correspondencia procedente de los cuatro rincones del mundo católico puede llegar al Santo Padre sin pasar por el control de los agentes piamonteses, y cuando ninguna respuesta puede llegar sin pasar por el mismo control; cuando finalmente, por decirlo suavemente, el Vicario de Jesucristo sea el inquilino de Victor-Emmanuel, con Mazzini como mayordomo y Garibaldi como conserje: el truco estará hecho.

Habréis hecho imposible a S.S. Pío IX el gobierno de la Iglesia, como lo fue a S.S. Pío VII, cautivo en Savona. En este estado, lo admitimos, os veremos, soldados de Pilato, doblar la rodilla ante el Vicario de Jesucristo, desnudo y garroteado como su maestro, y decirle soplando: ¡Salve, Rey de las conciencias! Ave, Rex Judæorum.

Esto es lo que queréis. ¿Os durará mucho este juego sacrílego? ¿Quién puede responder? Sólo tres cosas son seguras. El Calvario no está lejos del Pretorio; San Pedro fue crucificado en el Vaticano, y pocos años después del deicidio, Tito acampó alrededor de Jerusalén, donde no quedó piedra sobre piedra.

En cuanto a vosotros, católicos, podéis, con mirada firme y corazón elevado, mirar hacia el futuro. Los sepultureros dormirán en la tumba que han cavado para vosotros. Mientras tanto, a todos los sofismas basta responder: “Soy un hijo de la Iglesia. Con todos los siglos católicos, creo lo que cree el Santo Padre; Yo apruebo lo que él aprueba; Condeno lo que él condena, ni más ni menos. Sobre esta almohada de mártires y santos duermo en paz: In pace in idipsum dormiam et requiescam".

Vemos que nadie en el mundo ocupa un lugar tan importante como el Papa y el Papa-Rey. Dejadlo desaparecer, y su ausencia dejará un vacío que nunca será llenado. Cabeza de la Iglesia, sol del mundo, piedra angular de la sociedad, órgano de todos los deberes, protector de todos los derechos, si él cae, todo se derrumba con él, y desciende a un abismo sin fondo.

Ésta es la respuesta a esta pregunta: ¿cuál es el propósito del Papa y del Papa-Rey?

Continuará...

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