Dom Innocent Le Masson
General de la Orden de los Cartujos
Avis Spirituels et Méditations
(Extraída de la obra Avis Spirituels et Méditations, Tournai, 1911)
https://archive.org/details/avisspirituelset00lema
https://archive.org/details/avisspirituelset00lema
Te descubriré, alma piadosa, la raíz de tu mal y te explicaré las causas y los remedios de la manera más fácil de entender, y para ello utilizaré comparaciones extraídas de las cosas más comunes, con el fin de quitaros cualquier tema de interpretación y discusión: porque es muy común que las almas afectadas por este mal se creen nuevas dificultades, cuando les hablamos de ello de una manera que no es tan clara, tan inteligible. que no se pueda encontrar en ello un doble sentido.
Esto es lo que muchas veces me ha hecho pensar que para instruir útilmente a las almas tímidas es necesario imitar al maestro que envía un mensaje a través de un siervo inexperto que nunca lo ha llevado. El maestro le dice claramente lo que quiere que diga; le hace repetirlo para ver si lo ha entendido y lo recuerda; le hace entender lo que no ha oído claramente y le repite la cosa hasta que esté seguro de que lo dirá fielmente según sus intenciones. Esta es una comparación muy común que uso; pero os conviene perfectamente, ya que sabéis, por experiencias que os han costado caras, que el alma delicada y deseosa del bien muchas veces toma al vuelo las cosas espirituales y se las aplica según sus propios puntos de vista y opiniones preconcebidas. También sucede que el que instruye y el que es instruido son muchas veces engañados, como lo hacen el amo y el siervo sobre un mensaje, cuando uno se contenta con decir sólo lo que hay que decir, sin saber si lo hemos entendido correctamente.
Vayamos entonces a nuestra cuestión de los escrúpulos, y no escatimemos repeticiones ni comparaciones, para profundizar en este asunto y no dejar lugar a la más mínima duda, si podemos.
Este término escrúpulo proviene de una palabra latina, y propiamente significa una pequeña piedra, que al deslizarse en el zapato del viajero le daña al caminar, y que le hace avanzar sólo con dificultad, en lugar de caminar con facilidad. No podríamos elegir un término más claro para expresar lo que llamamos escrupulosidad en la vida espiritual: porque es una visión engañosa del pecado que no existe, que procede de un conocimiento defectuoso e incierto que mantiene la mente en suspenso y el corazón en confusión. Pero esta vista engañosa, interponiéndose entre la razón y la parte inferior del alma, produce el mismo efecto que la piedrecita en el zapato del viajero. Es la causa de que el alma camine con dificultad, que no se atreva a poner un pie en ciertos lugares y que sólo vaya cojeando por el camino de la virtud.
Continuará...
(Sacado de Avis Spirituels et Méditations, de Dom Innocent Le Masson, Orden de los Cartujos, Tournai, 1911).
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