S.S.Pío IX
Quum Catholica Ecclesia
26 de marzo de 1860
...no olvidamos, que ocupamos en la tierra el lugar de Aquel, que no quiere la muerte del pecador, sino que se arrepienta y viva, de Aquel que vino al mundo para buscar y salvar al que había perecido. Por esto en la profunda humildad de nuestro corazón, imploramos sin cesar por medio de fervientes oraciones su misericordia, y le suplicamos ardientemente, que todos aquellos hacia quienes nos hemos visto obligados a emplear la severidad de la Iglesia, sean iluminados por su divina gracia, y que por su omnipotencia los lleve del camino de perdición al sendero de la salvación.