El Papa Alejandro II condenó las ordenaciones que llaman per saltum; es decir, que prohíbe ascender a órdenes mayores a un clérigo que no hubiese recibido las órdenes menores, ó que deben preceder al orden que va a recibir, como de ordenar de presbítero al que no hubiese recibido el orden del diaconado.
Aunque muchos teólogos sostuvieron que estas ordenaciones serian válidas sin ser lícitas, su opinión no fue seguida, y algunos ejemplos, que se pueden citar, mas bien merecen el nombre de abusos.
DICCIONARIO TEOLÓGICO BERGIER TOMO 7
1832
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