VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

DEBEN DEMOSTRARLO CON MILAGROS

Abbé Nicolás Sylvestre Bergier

Cuando se aparecieron por primera vez en la lid los pretendidos reformadores, si se hubiese principiado preguntándoles por las pruebas de su extraordinaria misión, se hubieran visto ciertamente muy embarazados. Verdaderamente ellos no eran enviados por ningún pastor legítimo, ni por ninguna sociedad cristiana. Debian por lo tanto probar con verdaderos milagros una misión sobrenatural y extraordinaria, como la probaran Moisés, Jesucristo y los apóstoles; mas estos todo lo fueron menos taumaturgos.

Diccionario enciclopédico de teología Tomo 2 página 763

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Cuando la religión revelada por Dios a los Patriarcas fue olvidada y desconocida de todas las naciones, quiso restablecerla entre los hebreos y cimentarla con leyes positivas: dió esta misión a Moisés y le comunicó también el don de los milagros para probarla: sin esto los hebreos no pudieran darle crédito sin cometer una imprudencia; Éxodo capítulo 4 versículo 1.° Sin embargo, Moisés no se encargó de revelar a los hebreos dogmas nuevos, sino solo de imponerles nuevas leyes: no dejó Dios de conservarle hasta la muerte el don de milagros y el de profecía,


Del mismo modo, cuando el judaísmo se vió muy alterado con falsas tradiciones, y poco conforme al nuevo estado de sociedad civil, envió Dios a Jesucristo para establecer una nueva religión, y el Salvador comunicó su misión a los Apóstoles, diciéndoles: "Como mi Padre me envió a mí, así yo os envío a vosotros;" Evangelio de san Juan, capítulo 20, versículo 21. Les comunicó también los mismos signos sobrenaturales, el don de hacer milagros, las virtudes, y las luces del Espíritu Santo, para enseñarles todo género de verdades. Reconoce la necesidad de estos signos, diciendo de los judíos incrédulos: "Si yo no hubiera he cho a presencia de ellos las obras que nadie hizo, serian excusables"; Evangelio de san Juan, capítulo 15, versículo 24. "Mis obras son las que dan testimonio de mí"; capítulo 5 versículo 36. En la primera Epístola, a los Corintios capítulo 2 versículo 4 dice san Pablo: "Mis discursos y mi predicación no fueron probados por los discursos de la sabiduría humana, sino por las demostraciones: del espíritu y del poder de Dios para que vuestra fé se apoye, no en la sabiduría de los hombres, sino en la omnipotencia divina." De otros doctores dice: “¿Cómo predicarán si no tienen misión?" Epístola a los Romanos capítulo 1, versículo 15.

Si Dios suscitó realmente a Lutero y Calvino y a sus partidarios para reformar la religión católica, debería darles las mismas pruebas de misión sobrenatural, que a Moisés, a Jesucristo y a los Apóstoles. Sostenemos que estos signos les eran absolutamente necesarios, y que sin ellos la fé de sus discípulos se fundaba únicamente en discursos de la sabiduría humana, y no en la omnipotencia divina.

Se trataba de cambiar la religión que se profesaba en toda la Iglesia católica, corrigiendo su creencia, su culto exterior y su disciplina. Hay por lo menos tanta diferencia entre la religión católica, y la pretendida religión reformada, como entre el cristianismo y el judaísmo; y mucho mas que entre el judaísmo y la religión de los patriarcas: no era menos indispensable una misión extraordinaria en los pretendidos reformadores, que en Moisés, en Jesucristo y en sus Apóstoles. En vano se dirá que Lutero y sus secuaces tenían credenciales en la Sagrada Escritura; también los Apóstoles argüían con ella contra los judíos; Hechos de los Apóstoles, capítulo 17, versículo 20: capítulo 18, versículo 28. Moisés recordaba también a los hebreos las lecciones de sus padres, y sin embargo urios y otros necesitaron de una misión divina.



Diccionario enciclopédico de teología Tomo 8

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S.S. Alejandro III

"No tengáis en lo venidero la presunción de decretar a hombre alguno un culto religioso;
pues aun cuando hubiera hecho una multitud de milagros,
no os es permitido honrarle
sin la aprobación de la Iglesia Romana."



Abbe Nicolas Baudeau
Análisis de la Obra de Nuestro Smo.Padre Benedicto XIV: Sobre las beatificaciones y Canonizaciones

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