VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS
EL CASO DE S.S. HONORIO (Arzobispo Víctor Dechamps)
ESTE PODER DEBÍA DESCENDER DE SAN PEDRO A LOS DEMÁS
Santo Tomás de Aquino
In Quartwn Sententiarum, Dist. XXIV, q. 3, a. 2 ad 1
"Aunque a los apóstoles se les dio en común el poder de atar y desatar, pretendan que en este poder se significaba algún orden, el primero fue dado a la roca sola, para mostrar que este poder debía descender de él a los demás, por lo cual también le dijo singularmente: Fortalece a tus hermanos; apacienta a mis ovejas"
***
Cardenal Cayetano
De comparatione auctoritatis Papae et Concilii, c. III nn. 30-34
"Y esto es lo que todos los santos autores pretenden cuando enseñan la doctrina de la dependencia de todos de Pedro. De hecho, al dispensar por gracia especial... precedió al mismo (Pedro) al darle la autoridad para gobernar, ordenar, y juzgar a la Iglesia. Y... nada perjudica la excelencia del poder jurisdiccional de Pedro sobre todos los que el Salvador dio a sus súbditos ese poder por gracia, que estaban por recibir de Pedro por la vía ordinaria... Porque en Pedro y de Pedro comienza todo el poder de la Iglesia, y se deriva a toda la Iglesia por el camino ordinario, y nuevamente algunos de los súbditos de Pedro recibieron inmediatamente más poderes de Cristo, que debían recibir de Pedro, a modo de anticipación."
"Et hoc intendunt omnes sacri auctores cum de dependentia omnium a Petro doctrinam tradunt. In erogando vero ex speciali gratia... praevenit eundem (Petrum) in dando auctoritatem gubernandi, ordinandi, iudicandique Ecclesiam. Et... nihil officit excellentiae potestatis iurisdictionis Petri super omnes quod eius subditis Salvator dedit illam potestatem ex gratia, quam a Petro per viam ordinariam accepturi erant... In Petro enim et a Petro inchoat omnis Ecclesiae potestas, et derivatur in totam Ecclesiam via ordinaria, et rursus aliqui Petri subditi plures potestates acceperunt a Christo inmediate, quas a Petro erant accepturi, via praecentionis gratuitae"
(De comparatione auctoritatis Papae et Concilii, c. III nn. 30-34). fr. etiam S. TROMP, Corporis Mystici, ed. 3., p. 119; CH. JOURNET, L'Eglise du Verbe Incarné La hierarchie apostolique, ed. 3. pp. 520 y 532; M. R. GAGNEBET, Jurisdiction collegiale du corps episcopal, in "Divinitas", 5 (1961), 466-67).
S.S. DONO II, PAPA Nº 137
DONO II (973)
Después de la expulsión del antipapa cismático Bonifacio VII, y de la muerte del papa Benedicto VI, fue elegido pontífice Dono II, romano, que gobernó la Iglesia poco más de tres meses.
Poco se conoce sobre el pontificado de Dono, y hasta se duda de su existencia. Algunos historiadores creen que se trata de una equivocación originada por la frase: Domus (Dominus) papa, que se refiere a Benedicto VI en algunos catálogos antiguos. Dichos historiadores señalan como sucesor inmediato de Benedicto VI a Benedicto VII.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945
EL CASO DE S.S. HONORIO (Cardenal Joseph Hergenröther)
D. RAMÓN TATAY (CARLISMO), CONTRA LA TOTALIDAD DEL PROYECTO DE LEY DE LIBERTAD RELIGIOSA
DE LEY DE LIBERTAD RELIGIOSA
Ramon Tatay Tatay
S.S. BENEDICTO VI, PAPA Nº 136
BENEDICTO VI (972-973)
Nació en Roma y fue hijo de Hildebrando.
Poco después de su elección fue detenido por el patricio Crescencio, jefe de la nobleza romana, y arrojado a una horrible prisión. Afirman algunos que le dejaron morir de hambre, otros que pereció estrangulado o envenenado por orden del mismo Crescencio, el cual sostenía al antipapa Francón. Este tomó el nombre de Bonifacio VII y empezó a actuar como pontifice. Más no fue por mucho tiempo; viéndose odiado y amenazado por el pueblo, huyó a Constantinopla, después de adueñarse de los tesoros de la iglesia de San Pedro.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945
HAN LEVANTADO EL TRONO DE SU ABOMINABLE IMPIEDAD
"Ubi sedes beatissimi Petri et Cathedra veritatis ad lucem gentium constituta est, ibi thronum posuerunt abominationis et impietatis suae; ut percusso Pastore, et gregem disperdere valeant."
https://pioxiivacantisapostolicaesedis.blogspot.com/2024/01/la-visibilidad-de-la-iglesia-con-la.html
https://pioxiivacantisapostolicaesedis.blogspot.com/2023/06/cuando-fue-la-gran-apostasia-contra-la.html
S.S. JUAN XIII, PAPA Nº 135
Obispo de Narni, fue elegido por la influencia de Otón.
La severidad con que trató a los nobles corrompidos y violentos, los sublevó contra él; Rodofredo, conde de la Campania y el prefecto de Roma, lo encarcelaron en el castillo de Santángelo, de donde huyó algunos meses después, refugiándose en Capua.
Otón hizo su primera marcha sobre Roma, y los rebeldes, temiendo su ira, llamaron de nuevo al Papa; pero el emperador, dentro ya de la ciudad (967), castigó a los culpables con penas severisimas.
Juan XIII trabajó con ardor por el restablecimiento de la disciplina eclesiástica, envió misioneros a los eslavos, y erigió nuevos obispados.
En el año 967 coronó emperador a Otón II, que había sido asociado por su padre al Imperio.
Fue sepultado en San Pablo, en la vía Ostiense.
Quedaron de este papa un relevante número de documentos, por los cuales se puede apreciar toda su beneficiosa actividad a favor de la Iglesia.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945
PROHIBICIÓN DE RECIBIR VIÁTICO Y SAGRADA COMUNIÓN A LOS APELANTES PÚBLICOS JANSENISTAS
S.S. BENEDICTO V, PAPA Nº 134
BENEDICTO V (964-965)
Muerto Juan, Otón quería que fuese reconocido León VIII; pero los romanos eligieron al cardenal diácono, Benito el Gramático.
El emperador rindió a Roma por el hambre y obligó a los romanos a aceptar a León, que depuso a Benedicto.
De vuelta a Alemania, Otón se llevó consigo a Benedicto, confiándolo a la custodia del obispo de Hamburgo. Entretanto, en 965, murió el antipapa León, y los romanos enviaron legados a Germania para pedir el regreso de Benedicto.
Consintió el emperador, pero durante el viaje, Benedicto dejó de existir.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945
INDAGADORES
S.S. JUAN XII, PAPA Nº 133
JUAN XII (956-964)
Alberico había hecho prometer a los romanos que, al morir Agapito, elegirían a su hijo Octaviano, quien a la muerte de su padre fué proclamado príncipe de los romanos (954). Sucedió, pues, a Agapito II en 956. ¡Contaba entonces 18 años!
Su breve pontificado fué agitadísimo. Luchó primero contra Pandolfo, príncipe de Capua, que le obligó a retirarse; entonces le pidió la paz y concertó con él una alianza. Invocó luego la ayuda de Otón I contra Berengario II, rey de Italia, y su hijo Adalberto, y en 962 coronó a Otón emperador y rey de Italia.
Otón confirmó a la Iglesia las donaciones de Pipino y Carlomagno, les añadió además algunas posesiones en Lombardía, y reguló la forma de elección del Pontífice. Mas, transcurrido un año, cesó la buena armonía con Otón, que había querido entrometerse en los asuntos eclesiásticos.
Mientras tanto, Adalberto, llamado por los señores romanos, que ya se habían cansado de las vejaciones de Otón, había llegado a Roma no sin la ayuda del Papa. Otón volvió a Roma, el Papa huyó, y un concilio reunido por el emperador lo declaró depuesto y eligió al antipapa León VIII, protonotario, que no era aún sacerdote. Pero luego, habiendo Otón abandonado Roma, Juan regresó, se libró de sus enemigos, y en un concilio hizo anular la elección de León VIII, que fué expulsado de Roma.
Poco después murió de apoplejía, según algunos historiadores, o asesinado, según otros.
Su juventud, el hecho de ser hijo de Alberico y los trágicos azares de su vida le dan derecho a un juicio menos severo que el que legó a la Historia la malevolencia del cronista imperial Luitprando.
Se dice que Juan XII fué el primero que cambió el nombre en la elección al pontificado; pero en la serie de los pontifices anteriores encontramos otro papa que también hizo esta mutación: fué Juan II (532-538), que antes llevaba el nombre de Mercurio.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945
CONTROVERSIA SOBRE LA TIRANÍA Y EL TIRANICIDIO
Condenada la proposición sobre el tiranicidio
El sagrado Concilio, el 6 de julio de 1415, declaró y definió qué 690 la siguiente proposición: "Cualquier tirano puede y debe ser muerto lícita y meritoriamente por cualquier vasallo o súbdito suyo, aun por medio de ocultas asechanzas y por sutiles halagos y adulaciones, no obstante cualquier juramento prestado o confederación hecha con él, sin esperar sentencia ni mandato de juez alguno"... es errónea en la fe y costumbres, y la reprueba y condena como herética, escandalosa y que abre el camino a fraudes, engaños, mentiras, traiciones y perjurios.
Declara además, decreta y define que quienes pertinazmente afirmen esta doctrina perniciosísima son herejes.
401. Discutióse ahora nuevamente la cuestión relativa a la rebelión contra la tiranía y al asesinato de los tiranos, lo mismo entre católicos que entre protestantes. Fué uno de los más exaltados Junio Bruto (Huberto Languet), de la secta luterana, que tuvo imitadores en Francia, especialmente bajo el turbulento reinado de Enrique III, en el que se hizo notar el agitador Boucher. Desde el de Enrique IV se acusó en diferentes ocasiones a los jesuitas de patrocinadores del regicidio ó asesinato de los tiranos; sin embargo, los escritores de la Compañía no se apartaron en este punto de la doctrina corriente. Los antiguos teólogos habían asignado a la autoridad real un origen divino, pero sólo de una manera mediata y en muchos casos derivado del pueblo; doctrina que sustentó aún el año 1540 en París Juan Mayor, quien sostuvo, además, el derecho del mismo pueblo a privar al Rey de la corona. Atribuíase, por otra parte, el derecho de una resistencia pasiva a los Estados generales, investidos de poder judicial y ejecutivo y en casos extremos, facultados para deponer a los Príncipes.
Más si en teoría subsistía la doctrina antigua, en la práctica habían cambiado mucho las cosas, ganando cada día más terreno el régimen absolutista; por més que esta vaguedad introdujese también dudas y vacilaciones en el desenvolvi miento de la doctrina.
Notable interés despertó el jesuita español Mariana († 1624) con una obra escrita el año 1598 en latín clásico, en la que con extraordinaria franqueza da instrucciones al Príncipe de Asturias acerca del origen, naturaleza y límites del poder real. Enseña el célebre autor de la « Historia de España, » cuyo libro està lleno de excelente doctrina, que no solamente es lícito privar de la corona y de la vida a un soberano ilegítimo que haya escalado el trono por la fuerza, como enemigo del pueblo, sino que la nación está facultada para destituir y quitar la vida a un Príncipe legítimo, pero degenerado y vicioso, que holle con sus plantas todo derecho divino y humano, y aún en caso extremo, si lleva al exceso sus tiranías y la voz pública lo comprueba, cualquiera está facultado para quitarle de enmedio.
S.S. Pablo V
Cura Dominici gregis
Lo extraño del caso es que la obra del famoso jesuita produjo en Francia una excitación que no se notó en España, hasta el punto de ordenar, en 1610, el irritable Parlamento parisiense, que fuese quemada por mano del verdugo. También el pontífice Paulo V tomó con calor el asunto, suponiendo que se pretendía atentar contra la autoridad eclesiástica; pero no hizo otra cosa que renovar el decreto de Constanza contra Petit, al que no había faltado el P. Mariana, según confesó más tarde.
Con fecha 6 de Julio de 1610 publicó el general Aquaviva un decreto prohibiendo, bajo severas penas, a los jesuitas enseñar ó creer que era lícito a cualquiera, bajo pretexto de tiranía, quitar la vida a los Reyes ó a los Príncipes ó atentar de cualquier manera a su vida. Desde aquel momento nadie volvió a defender la licitud del asesinato de los Príncipes.
Respecto de un tirano, que sea al mismo tiempo usurpador de la corona, por consecuencia ilegítimo, sentó Francisco Suárez la doctrina de que, en el caso de no existir otro medio y siempre que las consecuencias no sean peores que la tiranía misma, es lícito emplear la fuerza para deshacerse del tirano, llenándose para ello las condiciones de una guerra justa.
En general, los escritores de la Compañía de Jesús estaban de acuerdo en los puntos siguientes:
- 1º no es lícito quitar la vida a un Príncipe legítimo, aunque oprima a su pueblo y le tiranice;
- 2º tampoco es lícito dar muerte a un usurpador, desde el momento en que halla en posesión de la soberanía; y ántes de llegar este caso únicamente lo es con anuencia del Príncipe legítimo, en justa defensa, y previa formal declaración de guerra.
1888
S.S. AGAPITO II, PAPA Nº 132
AGAPITO II (946-956)
De origen romano, fué elegido en el año 946.
Agapito II llamó a Otón de Germania contra Berengario II que pretendía reinar en Italia, y convocó el sínodo de Ingelheim para hacer cesar las disidencias entre Luis de Ultramar y el conde Hugo.
Muerto Alberico (954), que había tenido el poder durante veintidós años, el Pontífice quiso sacar de su envilecimiento a Roma y al papado, sobre los cuales dominaban desde hacía sesenta años Teodora la Grande y sus dos hijas: Teodora la Joven y Marozia. El apoyo que obtuvo de Otón el Grande le ayudó en su empresa.
En el sínodo de Roma (944) dió fin a la cuestión del obispado de Reims, empezada bajo el pontificado de Juan X.
Cuidó la disciplina monástica, y durante su pontificado se difundió el Cristianismo en Bohemia, Dinamarca y Suecia.
Murió en Roma en 956 y fué sepultado en Letrán.
Su pontificado, que duró diez años y fué regido por él con dignidad y firmeza, comprende uno de los períodos más agitados por las vicisitudes políticas.
Merece especial mención la celebración del Concilio nacional de Astorga, que tuvo lugar bajo este pontificado y cuyo objeto fué la reforma de la disciplina eclesiástica.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945
EL CASO DE S.S. JUAN XXII, DIFAMADO POR LOS HEREJES DE AYER Y HOY
Todos estos hechos están sólidamente probados en la Historia de la Iglesia Galicana tomo 13, libro 38, año de 1333 y 1334, por las memorias que conservamos de aquellos tiempos, y por los documentos originales de la disputa.
S.S. MARTÍN III, PAPA Nº 31
MARÍN II o MARTÍN III (942-946)
Este papa (que en algunas listas figura con el nombre de Martín III), fué llamado a suceder a Esteban VIII. Poco o nada se sabe de su pontificado, que duró cerca de tres años.
Es elogiado por su conocimiento de las Sagradas Escrituras y de los Sagrados Cánones, por su actividad en el restablecimiento de la disciplina eclesiástica, por su magnanimidad hacia los pobres, y por su obra encaminada a arreglar las discordias entre los príncipes cristianos.
Murió en el año 946.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945
LA SANTA SEDE APLICA UNA REGLA PARA LAS CEREMONIAS DE ORDENACIÓN FUERA DE SU SENO
La Santa Sede no se entrega a pronunciamientos puramente teóricos sobre cuestiones como la de las órdenes anglicanas , sino que limita su intervención a los casos de dificultad práctica que se le presentan, como cuando personas o clases de personas que desean ejercer su ministerio en los altares de la Iglesia han pasado por ceremonias de ordenación fuera de su seno.
E incluso al intervenir de esta manera, la Santa Sede es cautelosa con las decisiones doctrinales , pero aplica una regla de sentido común que puede dar seguridad práctica.
- Cuando juzga que las órdenes anteriores eran ciertamente válidas, permite su uso, suponiendo que el candidato sea aceptable;
- cuando juzga que las órdenes anteriores son ciertamente inválidas, las descarta por completo y ordena una reordenación según su propio rito;
- cuando juzga que la validez de las órdenes anteriores es dudosa , aunque la duda sea leve, prohíbe su uso hasta que se haya pasado primero por una ceremonia condicional de reordenación.
https://archive.org/details/07470918.1.emory.edu/page/491/mode/2up
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S.S. ESTEBAN VIII o IX, PAPA Nº 130
ESTEBAN VIII o IX (939-942)
De origen romano, era sacerdote de la iglesia de San Silvestre y San Martín de los Montes, y debió su nombramiento a Alberico.
Esteban IX, al igual que su predecesor, se interesó por la reconciliación de Alberico, príncipe de Roma, y de Hugo, rey de Italia, que se hacían una guerra cruel y prolongada.
Se hizo partidario de Luis IV de Francia contra Hugo el Grande, hijo del rey Roberto y padre de Hugo Capeto. Envió a Francia, para apaciguar los ánimos, al obispo Dámaso, pero no obtuvo ningún resultado.
Esteban murió en octubre de 942, siendo sucedido por Marín.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945
SAN PEDRO PRINCIPIO DEL APOSTOLADO Y DEL EPISCOPADO
"Cuando nos reunimos muchos hermanos, nos reunimos junto a los restos del santo apóstol Pedro,
por quien comenzó el apostolado y el episcopado..."
«Cum in unum plurimi fratres, convenissemus ad sancti apostoli Petri reliquias, per quem et apostolatus et episcopatus sumpsit exordium ... »
Migne, PL 13, 1155; I. D.
Mansi, Conciliorum amplissima collectio, 3, 669.
P. Dino Staffa: El papa Siricio, escribiendo al concilio de los obispos de África el 6 de
enero del 386, empieza la carta con estas palabrasCum in unum plurimi fratres convenissemus ad sancti apostoli Petri reliquias, per quem et
apostolatus et episcopatus sumpsit exordium” 51 ; con estas palabras —como
lo demuestra el uso que de ellas se hizo después— no sólo se significa que
San Pedro fue el primero en el apostolado y en el episcopado, según el
orden del tiempo, del honor o del poder, sino que el mismo apostolado y
episcopado de él derivan como de propia fuente. Con todo derecho por
tanto estas palabras, que contienen un principio doctrinal de gran importancia, se insertaron después como fórmula habitual en las cartas de los Bomanos Pontífices.
(cf. M. MACARRONE, La doctrina del primado papal del siglo IV al VIII, Spoleto 1960, p.61.)
Il Papa S. Siricio, il 6 gennaio 386, scrive al Concilio dei Vescovi d'Africa una lettera che comincia così: "Essendoci riuniti in moltissimi fratelli davanti alle reliquie del Santo Apostolo Pietro, per mezzo del quale ebbe origine sia l'apostolato che l'episcopato..."
« Cum in unum plurimi fratres, convenissemus ad sancti apostoli Petri reliquias, per quem et apostolatus et episcopatus sumpsit exordium...» (MIGNE, PL 13, 1155; I. D. MANSI, Conciliorum amplissima collectio, 3, 669). Queste parole, come appare dall'uso che ne fu fatto, non significano soltanto che S. Pietro fu primo in ordine di tempo, di onore e di autorità, ma che da lui l'apostolato e l'episcopato hanno origine come dalla loro fonte; per questo il passato remoto del « sumpsit » diviene presente in documenti successivi e il testo, che enuncia un principio dottrinale della massima importanza, fu poi inserito, come una formula abituale, nelle Lettere dei Sommi Pontefici (cf. M. MACCARRONE, La dottrina del Primato Papale dal IV all'VIII secolo, Spoleto 1960, p. 61).
***
S.S. LEÓN VII, PAPA Nº 129
LEÓN VII (936-939)
Fue elegido en el año 936. Flodoardo cuenta que sólo después de mucha resistencia aceptó el pontificado.
Hombre de singular devoción, nos dejó cartas de gran sabiduría y celo, por las que se revelan, desgraciadamente, las tristes condiciones de la vida eclesiástica en Roma.
Llamó a Roma a San Otón de Cluny para la reforma de la vida monástica, y para poner paz entre Hugo de Provenza y Alberico, paz que todos deseaban.
Murió en el mes de julio del año 939 y fué sepultado en San Pedro.
Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945
NESTORIANO ES INCLUIDO EN EL MARTIROLOGIO DE LA GRAN BABILONIA POR BERGOGLIO
DICASTERIUM AD CHRISTIANORUM UNITATEM FOVENDAM
Inclusión de Isaac de Nínive en el Martirologio de la Gran babilonia
https://press.vatican.va/content/dam/salastampa/it/bollettino/documentazione-linkata/NOTA%20INFORMATIVA%20ISACCO%20DI%20NINIVE%20(1).pdf
Citamos a la Gran Babilonia:
Citamos a la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana:
CONCILIO DE FLORENCIA
que ninguno que esté fuera de la Iglesia católica, no sólo pagano, sino aún judío o hereje o cismático, podrá alcanzar la vida eterna; por el contrario, que irán al fuego eterno que está preparado para el diablo y sus ángeles, a menos que antes de morir sean agregados a ella...
Y que por muchas limosnas que haga, aunque derrame su sangre por Cristo, nadie puede salvarse sino permaneciese en el seno y en la unidad de la Iglesia Católica"
***
ACOec. I, I, 1, 40 ss; PL 48. 840 A ss; Msi IV 1081 D ss (gr.); H 312 ss; Hrd I 1291 E ss; cf. Hfl II 170 ss; Bar (Th) ad 439, 50 ss [7, 323 ss]. -- Nestorio fué condenado como «globalmente» y depuesto por el Concilio de Efeso, el 22 junio 431 [Msi IV 1211 C.]. -- Estos anatematismos que se añadieron a la Carta que ,San Cirilo y el Sínodo de Alejandría de 430 habían dado a Nestorio, los refirió y alabó el Concilio V [II de Constantinopla, como parte de las Actas del Concilio de Efeso; Msi IX 327 C s]. P. GALTIER, «Rech. de science rel.» 23 (1933) 45 ss, de. muestra que el Concilio de Efeso aprobó la Carta de San Cirilo puesta en 111 a, pero no ésta. Los anatematismos de Nestorio contra Cirilo, v. en Kch 796 ss.
- Dz 113 Can. 1. Si alguno no confiesa que Dios es según verdad el Emmanuel, y que por eso la santa Virgen es madre de Dios (pues dio a luz carnalmente al Verbo de Dios hecho carne), sea anatema.
- Dz 114 Can 2. Si alguno no confiesa que el Verbo de Dios Padre se unió a la carne según hipóstasis y que Cristo es uno con su propia carne, a saber, que el mismo es Dios al mismo tiempo que hombre, sea anatema.
- Dz 115 Can. 3. Si alguno divide en el solo Cristo las hipóstasis después de la unión, uniéndolas sólo por la conexión de la dignidad o de la autoridad y potestad, y no más bien por la conjunción que resulta de la unión natural, sea anatema.
- Dz 116 Can. 4. Si alguno distribuye entre dos, personas o hipóstasis las voces contenidas en los escritos apostólicos o evangélicos o dichas sobre Cristo por los Santos o por El mismo sobre sí mismo; y unas las acomoda al hombre propiamente entendido aparte del Verbo de Dios, y otras, como dignas de Dios, al solo Verbo de Dios Padre, sea anatema.
- Dz 117 Can. 5. Si alguno se atreve a decir que Cristo es hombre teóforo o portador de Dios y no, más bien, Dios verdadero, como hijo único y natural, según el Verbo se hizo carne y tuvo parte de modo semejante a nosotros en la carne y en la sangre (He 2,14), sea anatema.
- Dz 118 Can. 6. Si alguno se atreve a decir que el Verbo del Padre es Dios o Señor de Cristo y no confiesa más bien, que el mismo es juntamente Dios y hombre, puesto que el Verbo se hizo carne, según las Escrituras (Jn 1,14), sea anatema.
- Dz 119 Can. 7. Si alguno dice que Jesús fué ayudado como hombre por el Verbo de Dios, y le fué atribuida la gloria del Unigénito, como si fuera otro distinto de El, sea anatema.
- Dz 120 Can. 8. Si alguno se atreve a decir que el hombre asumido ha de ser coadorado con Dios Verbo y conglorificado y, juntamente con El, llamado Dios, como uno en el otro (pues la partícula «con» esto nos fuerza a entender siempre que se añade) y no, más bien, con una sola adoración honra al Emmanuel y una sola gloria le tributa según que el Verbo se hizo carne (Jn 1,14), sea anatema.
- Dz 121 Can. 9. Si alguno dice que el solo Señor Jesucristo fué glorificado por el Espíritu, como si hubiera usado de la virtud de éste como ajena y de El hubiera recibido poder obrar contra los espíritus inmundos y hacer milagros en medio de los hombres, y no dice, más bien, que es su propio Espíritu aquel por quien obró los milagros, sea anatema.
- Dz 122 Can. 10. La divina Escritura dice que Cristo se hizo nuestro Sumo Sacerdote y Apóstol de nuestra confesión (He 3,1) y que por nosotros se ofreció a sí mismo en olor de suavidad a Dios Padre (Ep 5,2). Si alguno, pues, dice que no fué el mismo Verbo de Dios quien se hizo nuestro Sumo Sacerdote y Apóstol, cuando se hizo carne y hombre entre nosotros, sino otro fuera de El, hombre propiamente nacido de mujer; o si alguno dice que también por sí mismo se ofreció como ofrenda y no, más bien, por nosotros solos (pues no tenía necesidad alguna de ofrenda el que no conoció el pecado), sea anatema.
- Dz 123 Can. 11. Si alguno no confiesa que la carne del Señor es vivificante y propia del mismo Verbo de Dios Padre, sino de otro fuera de El, aunque unido a El por dignidad, o que sólo tiene la inhabitación divina; y no, más bien, vivificante, como hemos dicho, porque se hizo propia del Verbo, que tiene poder de vivificarle todo, sea anatema.
- Dz 124 Can. 12. Si alguno no confiesa que el Verbo de Dios padeció en la carne y fué crucificado en la carne, y gustó de la muerte en la carne, y que fué hecho primogénito de entre los muertos (Col 1,18) según es vida y vivificador como Dios, sea anatema.
Dz 168, 171s, 202, 216,s, 223, 224s, 226s, 299, 710 y 1462
Obispo nestoriano de esa ciudad en la segunda mitad del siglo VII, consagrado por el patriarca nestoriano Jorge (660-80). Originalmente monje del monasterio de Bethabe en Kurdistán , abdicó por razones desconocidas después de un episcopado de sólo cinco meses, y se retiró al monasterio de Rabban Shapur, donde murió a una edad avanzada, ciego por el estudio y la austeridad. Hacia el final de su vida pasó bajo una nube de sospechas, ya que su ortodoxia nestoriana comenzó a ser sospechosa. Fue autor de tres tesis, que encontraron poca aceptación entre los nestorianos . Daniel Bar Tubanita, obispo de Beth Garmai (unas 100 millas al sureste de Mosul ), se sintió ofendido por sus enseñanzas y se convirtió en su ardiente oponente. No se conoce el contenido preciso de estas tesis, pero eran de un carácter demasiado católico para ser compatibles con la herejía nestoriana. A partir de una oración suya que se conserva, dirigida a Cristo, es ciertamente difícil darse cuenta de que su autor fuera nestoriano . Ansiosos por reivindicar a un escritor tan grande, los monofisitas falsificaron su biografía, situando su vida a principios del siglo VII, haciéndolo monje del monasterio jacobita de Mar Mattai y afirmando que se retiró al desierto de Scete en Egipto. Desde que Chabot descubrió el "Libro de la Castidad" de Ishodenah en 1895, los detalles anteriores de la vida de Isaac están fuera de toda duda , y todos los relatos anteriores deben corregirse en consecuencia.