La palabra del Romano Pontífice, como la de los profetas, no está sujeta a ninguna forma determinada. Su fuerza no consiste en la forma, sino en la doctrina que enseña, y sobre todo en la autoridad suprema con que habla, como Vicario de Jesucristo: non in persuasibilibus humane sapiente verbis, sed in ostensione spiritus et virtutis (1de Corintios 2, 4).
Lecciones Sobre El Syllabus
Año 1877
Niceto Alonso Perujo
Página 22
https://archive.org/details/lecciones-sobre-el-syllabus/page/n25/mode/2up
https://www.youtube.com/post/UgkxQfBeiQzF19XsBs95_jGVOCvyoMPdZ8vs