"...La oveja sarnosa, si no es separada de las sanas, comunica su enfermedad a éstas, y el hombre atacado de peste, es temible para muchos; como así mismo el perro, poseído de la rabia, es en gran manera peligrosos para aquellos q quienes se acerca.
Si, pues, no separamos de la Iglesia de Dios al hombre malvado,
haremos de la casa de Dios cueva de ladrones."
S.S. San Clemente I
Constituciones
Capítulo XVIII
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