Algunas intrigas contra
San Atanasio
San Atanasio
Los enemigos de este grande hombre no le dejaron en paz por mucho tiempo, y los melecianos (arrianos) no tardaron en inventar contra él nuevas acusaciones:
- Habiendo sido sorprendido un seglar llamado Ischyras ejerciendo funciones sacerdotales en la provincia de Mareotis, que pertenecía a su diócesis, Atanasio había enviado allí al sacerdote Macario para exhortarle a abstenerse de tales usurpaciones. Esparcióse el rumor de que Macario, por mandato de Atanasio, se había adelantado hacia el altar, lo había echado por tierra, roto el cáliz y quemado los Libros santos. Ahora bien: Ischyras no era sacerdote ni había sido jamás, ordena según él lo aseguraba, ordenado por el cismático Coluto, cuya ordenación había ya declarado nula Osio, y Atanasio podía apoyarse en una carta donde Ischyras mismo confesaba su impostura y solicitaba su reintegración en la Iglesia, y además en el testimonio de los asistentes, que no vieron que Macario ejerciese la menor violencia.
- Se acusaba también a Atanasio de haber asesinado a Arsenio, obispo de Hipsela, imbuído en las ideas melecianas, y de haberse servido de la mano de éste para operaciones mágicas. Mientras que Arsenio permanecía oculto a fin de acreditar la noticia de su muerte, los adversarios de Atanasio mostraban públicamente una mano cortada, que decían ser la de Arsenio. El Emperador mandó hacer investigaciones sobre el caso, y Atanasio, llamado a defenderse, hizo buscar a Arsenio, el cual acababa de cambiar de domicilio. Varios testigos afirmaron delante del gobernador de Alejandría que Arsenio vivía aún.
- En fin, Atanasio era acusado de impureza, y ya se preparaban los eusebianos a deponerlo en un Concilio celebrado en Cesárea en 334. Atanasio rehusó comparecer allí e informó al Emperador de las maquinaciones de los melecianos. El Emperador una vez más le escribió en los términos más benévolos.
OBRAS DE CONSULTA
Héfelé, Hist. de los Conc., I, p. 440-443.
Cardenal Joseph Hergenröther
HISTORIA DE LA IGLESIA
TOMO II
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