Antonio Rafael Dominguez y Valdecañas
Obispo de Guadix
PASTORAL DEL 25 DE ENERO DE 1865
SOBRE LA ENCÍCLICA QUANTA CURA Y EL SYLLABUS
SOBRE LA ENCÍCLICA QUANTA CURA Y EL SYLLABUS
Sí, porque la voz del Vaticano es la misma voz de Dios, y a la voz de Dios atribuye el Profeta Rey todos estos ruidosos efectos. Sonó, pues, la voz del Vaticano el día 8 de Diciembre de 1854 para declarar de fe católica la Concepción Inmaculada de la Madre de Dios, y a los diez años, en el mismo día, ha sonado para condenar los perniciosos errores de nuestros desgraciados tiempos: entonces fue para declarar a María libre o inmune del anatema universal de la posteridad de Adán; ahora para fulminar anatemas contra los autores, escritos y sectarios de las falsas y disolventes doctrinas que afligen hoy a la Iglesia, y hacen bambolear la sociedad: allí fue una voz dulce y consoladora para todos los verdaderos hijos de la Iglesia, que por tantos siglos y generaciones venían anhelando por tan fausto suceso; aquí es una voz de trueno para los enemigos de la Religión, pero de consuelo y fortaleza también para todo fiel católico que descansa sobre la vigilancia y el cuidado del Supremo Pastor universal, que desde la eminencia de aquella sagrada colina tiende su vista sobre todo el rebaño de Jesucristo, que se le ha confiado para preservarlo de los venenosos pastos del error y de la impiedad...