Cum Ex Apostolatus Officio
7. Subditis personis, tam clericis saecularibus, et regularibus, quam etiam laicis, necnon Cardinalibus, etiam qui electioni ipsius Pontificis antea a fide devii, aut haeretici, seu schismatici interfuerint, seu alias consenserint, et ei obedientiam praestiterint, eumque adoraverint, ac Castellanis, Praefectis, Capitaneis, et Officialibus etiam Almae Urbis nostrae, et totius Status Ecclesiastici, etiam eisdem sic promotis, vel assumptis homagio, seu iuramento, vel cautione obligatis, et obnoxiis, ab ipsorum sic promotorum, vel assumptorum obedientia, et devotione impune quandocumque cedere, eosque ut magos, ethnicos, publicanos, et haeresiarchas evitare, eisdem subditis personis fidelitati, et obedientiae futurorum Episcoporum, Archiepiscoporum, Patriarcharum, Primatum, Cardinalium, et Romani Pontificis canonice intrantis nihilominus adstrictis remanentibus, et ad maiorem ipsorum sic promotorum, et assumptorum, si eorum regimen, et administrationem continuare voluerint, confusionem, contra eosdem sic promotos, et assumptos, auxilium brachii saecularis implorare, nec propterea ab ipsorum sic promotorum, et assumptorum fidelitate, et obedientia, praemissorum occasione recedentes, tamquam tunicae Domini scissores aliquarum censurarum, seu poenarum ultioni subiaceant.
Otra:
7.Finalmente, que todas y cada una de las personas que hubieran estado sujetas a los así promovidos o elevados si no lo hubieran hecho previamente desviados de la Fe, convertidos en herejes, incurridos en cisma o provocados o cometidos alguno o todos ellos, sean miembros de cualquiera de las siguientes categorías: los Cardenales, incluso aquellos que hayan tomado parte en la elección de este mismo Pontífice desviándose previamente de la Fe o herejes o cismáticos, o de otro modo habrán consentido y concedido obediencia a él y lo habrán venerado;Castellanos, Prefectos, Capitanes y Oficiales, aun de Nuestra Amada Ciudad y de todo el Estado Eclesiástico, aunque estuvieren obligados y obligados a los así promovidos o elevados por homenaje, juramento o seguridad; se les permitirá en cualquier momento retirarse impunemente de la obediencia y devoción a los así promovidos o elevados y evitarlos como brujos, paganos, publicanos y heresiarcas (los mismos súbditos, sin embargo, quedan obligados por el deber de fidelidad y obediencia a los futuros obispos, arzobispos, patriarcas, primados, cardenales y romano pontífice que ingresen canónicamente). Para mayor confusión, además, de los así promovidos o elevados, si éstos hubieren querido prolongar su gobierno y autoridad, se les permitirá pedir el auxilio del brazo secular contra estos mismos individuos así promovidos o elevados; ni estarán sujetos, como los que rasgan la túnica del Señor, a retribución de ninguna censura o pena, los que por ello se apartaren, en las circunstancias antedichas, de la fidelidad y obediencia a los así promovidos y elevados.