"Para conciliar la fe con su error,/perversamente y con no escasa habilidad para el engaño, se apoyan en la autoridad de los teólogos católicos que frecuentemente enseñan ser ésta la diferencia entre la doctrina y disciplina de la Iglesia, mientras aquélla es perpetuamente una e inmutable y no susceptible de cambio alguno.Una vez sentado esto afirman que hay indudablemente muchas cosas en la actual disciplina, gobernación y culto externo de la Iglesia que no se acomodan a la índole de nuestros tiempos y que como perjudiciales para el incremento, conviene cambiar sin que se siga de ello detrimento alguno para la fe y las costumbres. Así, ostentando celo por la Religión y bajo la apariencia de piedad acumulan novedades, meditan reformas y realizan la regeneración de la Iglesia."
Dado en Roma, junto a Santa María la Mayor, bajo el anillo del pescador, el 4 de octubre de 1833, tercer año de Nuestro Pontificado.
QUO GRAVIOAR
4 de octubre de 1833
Gregorio XVI