VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

DOCTRINA SOBRE LA COMUNIÓN ESPIRITUAL



✠ SACROSANTO CONCILIO DE TRENTO, SESIÓN XIII, CAPÍTULO VIII, DECRETO SOBRE EL SANTÍSIMO SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA:

«Con mucha razón y prudencia han distinguido nuestros Padres respecto del uso de este Sacramento tres modos de recibirlo. Enseñaron, pues, que algunos lo reciben sólo sacramentalmente, como son los pecadores; otros sólo ESPIRITUALMENTE, es a saber, aquellos que recibiendo CON EL DESEO DE  ESTE PAN CELESTE, PERCIBEN CON LA VIVEZA DE SU FE, que obra por amor, SU FRUTO Y SUS UTILIDADES; los terceros son los que le reciben sacramental y espiritualmente a un mismo tiempo.»

Sí. Como sucede con otros sacramentos, a saber, con el Matrimonio (cuando no hay un clérigo que pueda casar a los novios), o con el Bautismo, que puede recibirse sin que alguien derrame las aguas bautismales sobre una persona (Bautismo de sangre o Bautismo de deseo), del mismo modo, puede recibirse el sacramento de la Eucaristía sin que se comulgue materialmente el Cuerpo de Cristo, verdadera y efectivamente.

✠ SANTO TOMÁS DE AQUINO, SUMA TEOLÓGICA, III PARS, Q. 80, A. 2:

«ES POSIBLE ALIMENTARSE ESPIRITUALMENTE DE CRISTO, en cuanto que está presente bajo las especies de este sacramento, CREYÉNDO EN ÉL Y DESEANDO RECIBIRLO SACRAMENTALMENTE. Y esto es no sólo alimentarse de Cristo espiritualmente, SINO TAMBÍEN RECIBIR ESPIRITUALMENTE ESTE SACRAMENTO (et hoc non solum est manducare Christum spiritualiter, sed etiam spiritualiter manducare hoc sacramentum).»

✠ SAN JUAN MARÍA VIANNEY:

«Una Comunión espiritual actúa en el alma como un soplo de viento en una brasa que está a punto de extinguirse. Cada vez que sientas que tu amor por Dios se está enfriando, rápidamente haz una Comunión Espiritual.» ​

✠ San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia, redactó su conocida y extendida fórmula para poder recibirla.

✠ Santa Catalina de Siena tuvo una visión donde vio a Jesucristo con dos cálices y le dijo: «En este cáliz de oro pongo tus comuniones sacramentales y, en este de plata, tus comuniones espirituales. Los dos cálices me son agradables.»


✠ COMUNIÓN ESPIRITUAL POR SAN ANTONIO MARÍA CLARET

La comunión espiritual es la devoción mas fácil, breve y útil , a la par que la ocupación mas dulce y placentera. Puede hacerse en todo lugar, en todo tiempo, y sin haberla de pedir , sin perder tiempo , y sin que sufran atraso nuestras tareas ú ocupaciones , ni puedan impedirla las enfermedades : basta quererla. 


De aquí es que la beata Agueda de la Cruz comulgaba cien veces entre día , y otras tantas durante la noche : y la vida de la beata Juana de la Cruz puede decirse que era una no interrumpida comunión espiritual: tan fácil es . 


En cuanto a su utilidad , bastara decir que apareciéndose Jesucristo a la citada Juana, la dijo : Que la gracia que se la comunicaba con la comunión espiritual era tanta, cuanta recibía al comulgar sacramentalmente. 


Aunque sea menor la que a tí se comunique por ser menos fervoroso , siempre será mucha , si procuras hacerlo con toda la devoción y fervor que puedas. Consiste , pues , esta comunión espiritual en un inflamado deseo de recibir a Jesús sacramentalmente , y participar de las gracias y favores que él prodiga a los que lo gran la feliz suerte de acercarse a la sagra da mesa ; pero este deseo exige que no se tenga pecado mortal en la conciencia, o que uno se excite primeramente a contrición de sus pecados. 


Para facilitarla , he aquí el MODO PRÁCTICO DE COMULGAR ESPIRITUALMENTE .


¡ Oh Jesús y Señor mio ! creo firmísima mente que Vos estáis realmente en el augusto Sacramento del altar. ¡ Ay, Dios mío ! iqué feliz seria mi suerte si pudiera recibiros en mi corazón ! ... Espero , Señor, que Vos vendréis a él , y le llenaréis de vuestra gracia. Os amo, mi dulcísimo Jesús ... ¡ Que no os haya amado siempre ! ... ¡Ojala que nunca os hubiera ofendido ni agraviado, dulcísimo Jesús de mi corazón ! yo deseo recibiros en mi pobre morada. 


Aquí calla , adora, y entrégate a Jesús sin reserva. "Crede, et manducasti" dice san Agustín. Si con fe viva deseas comulgar , ya comulgaste espiritualmente .


✠ COMUNIÓN ESPIRITUAL POR LORENZO SCÚPOLI

También hay  la diferencia de que la comunión sacramental no se puede recibir muchas veces cada día, y en cambio la Comunión Espiritual  se puede hacer a cualquier hora, desde cualquier sitio, y cuantas veces lo desee la persona

¿ Como hacerla? Los autores piadosos recomiendan la siguiente manera  para hacer la comunión Espiritual

1.Pedirle perdón a Nuestro Señor por las ofensas que le hemos hecho. Luego suplicarle con viva fe y humildad que quiera venir a nuestra alma, a pesar de lo manchada e indigna  que ella es. Decirle que necesitamos su visita porque somos débiles, llenos de flaqueza y miserias, y atacados por terribles enemigos espirituales. Que se digne traernos sus ayudas  y gracias espirituales y venir a fortalecernos en nuestras luchas. No todas las veces le diremos  todo esto; podemos decirle algo parecido o mejor. Pero lo esencial es que tengamos deseo que Jesucristo venga a visitar  nuestra alma y le roguemos que en realidad nos haga esa sagrada visita

Después de la Comunión Espiritual, debemos darle gracias al buen Jesús por esa visita que tan generosamente nos hace. El nunca llega con las manos vacías. Así que cada vez que nos visita, si encuentra en nosotros buenas disposiciones, alguna gracia o ayuda espiritual nos trae.

LA FÓRMULA. Generalmente la formula que se emplea para hacer la Comunión Espiritual es esta

(pero se pueden emplear otras):  “Jesús mío: creo firmemente que estás en el Santísimo Sacramento del altar. Te adoro sobre todas las cosas. Te amo con todo mi corazón. Deseo que vengas a mi corazón, pero ya que no puedo recibirte ahora sacramentalmente, te pido que vengas espiritualmente a mi alma (breve pausa. En este momento detengámonos algunos instantes para hacer actos de amor, confianza y pedirle algunas gracias que necesitamos). Como si ya hubieras venido te agradezco profundamente tu visita, y te suplico que no permitas que jamás me aparte de Ti. Ven, Señor, Jesús. Padre Eterno: te ofrezco la Sangre preciosísima de Jesucristo en expiación de mis pecados y por las necesidades de la Santa Iglesia y a la conversión de los pecadores. Amen.