Denzinger 424: Inocencio III, 1208: "Por lo tanto, creemos firmemente y confesamos que por muy honesto, religioso, santo y prudente que sea alguien, no puede ni debe consagrar la Eucaristía, ni realizar el Sacrificio del Altar, si no es un sacerdote, regularmente ordenado por un obispo visible y perceptible". [Ordenado regularmente, es decir, según las reglas (regula) y leyes de la Iglesia contenidas en el Código de Derecho Canónico. - Patrick Henry Omlor.]
Denzinger 430: Concilio Lateranense IV, 1215: "Ciertamente nadie puede realizar este Sacramento sino un que haya sido correctamente ordenado según las Llaves de la Iglesia, que Jesucristo mismo concedió a los Apóstoles y a sus sucesores".
[NOTA de Patrick Henry Omlor: rectamente ordenado significa que con su ordenación el sacerdote ha sido enviado por la Iglesia Católica. El sacerdote tiene su Oficio, Autoridad, Jurisdicción y Misión de la Iglesia. Tenga en cuenta que esto sólo puede ocurrir cuando el sacerdote es ordenado por un Obispo que que tiene su Oficio, Autoridad, Jurisdicción y Misión de la Iglesia.]
Denzinger 274: El Concilio de Letrán, 649: Canon 20, condena específicamente: "las ordenaciones vanas desconocidas por la regla eclesiástica", diciendo: "¡que tal persona sea condenada para siempre!" Concilio de Trento, 15 de julio de 1563, 23ª sesión:
Denzinger 960: "El santo Sínodo enseña, además, que en la ordenación de obispos, sacerdotes y de otras órdenes... que los que por su propia temeridad se arrogan estos oficios, no son ministros de la Iglesia, sino que deben ser considerados como "ladrones y asaltantes que no han entrado por la puerta". (San Juan 10:1) Estos son los asuntos que en general le pareció bien al sagrado Concilio enseñar a los fieles de Cristo sobre el sacramento del orden. Sin embargo, ha resuelto condenar lo contrario en cánones definidos y apropiados de la siguiente manera, para que que todos, haciendo uso de la regla de fe, con la asistencia de Cristo, puedan reconocer la verdad católica en medio de las tinieblas de tantos errores, y se adhieran a ella".
Denzinger 967: Canon 7: "Si alguien dice que los obispos... o que los que no han sido ordenados correctamente ni enviados por la autoridad eclesiástica y canónica, sino que provienen de otra fuente, son legítimos ministros de la palabra y de los sacramentos: ¡que sea anatema!
Esto es muy serio ¡punto que hay que entender es que esto nunca ha sucedido para ninguno de los clérigos del Movimiento Tradicional! Las "Llaves de la Iglesia" sólo se transmiten a los Obispos desde un Papa Católico. Las "Llaves de la la Iglesia" sólo se transmiten a los sacerdotes de un Obispo Católico que a su vez recibió sus Llaves de la Iglesia de un Papa Católico. ¿Conoce usted algún obispo del Movimiento Tradicional que haya recibido las Llaves de la Iglesia de un Papa Católico? Recuerde que si los obispos no tienen las Llaves de la Iglesia, ¡entonces tampoco las tienen los sacerdotes!
Patrick Henry Omlor
