"Jamás se ha visto una maldad y una hipocresía semejante a está. Dolor causa el fijar la atención en que hubiese ministros de la Iglesia que trabajasen en este sentido: verdad es que nunca han faltado ni faltarán Judas miserables en el seno de la santa Iglesia. POR UNA PARTE, RECONOCEN QUE EL PAPA ES EL JEFE VISIBLE DE LA IGLESIA, Y POR OTRA PRESCINDEN DE SU AUTORIDAD, SE ABROGAN TODA LA QUE DIOS HA DADO A LA SANTA SEDE Y LEGISLAN CON LA MAYOR TRANQUILIDAD EN MATERIAS ECLESIÁSTICAS. ¡QUÉ ABERRACIÓN! Estos constitucionales nos hacen recordar a aquellos judíos que hincaban una rodilla en tierra para saludar a Jesucristo como a rey de burlas en tanto que preparaban su muerte en afrentoso patíbulo. Los que constituían la asamblea francesa, reconocían la autoridad del vicario de Jesucristo y la despreciaban: verdad es que esto era el principio de sus planes de destrucción."
Moreno Cebada.
Las herejías.
Tomo III
Página 561
Constitucionales
(Constitución jansenista de Francia)