Cravi Iamdiu Scandalo
Papa San Pío X , el 11 de febrero de 1911, excomulgando a Arnold Harris Mathew y a otros dos pseudo-obispos por consagraciones ilícitas.
Con una grave ofensa de larga data, y con gran dolor de corazón, sabemos que ustedes son los sacerdotes HERBERT UM IGNATIUM BEALE y ARTHUR GUILELMUM HOWARTH del clero de Nottingham, quienes, buscando sus propias cosas y no las de Jesucristo, y siendo arrastrados por la marea de la ambición, después de que casi hombres no católicos han intentado más de una vez aumentar el honor del episcopado, al fin procedieron con temeridad, de modo que, habiendo cumplido sus votos, nos anunciaron con arrogancia que habían recibido la consagración episcopal.
Tampoco faltaron testimonios auténticos de sus noticias; pues el que fue el principal autor de este sacrílego hecho, un tal pseudo-obispo ARNOLD HARRIS MATHEW, no tuvo miedo de confirmarlo llanamente, dadas las letras llenas de hinchadas. Además, no dudó en arrogarse el título de arzobispo anglo-católico de Londres.
A vosotros, pues, en primer lugar, amados Hijos, de cuya religiosa y devota voluntad hacia Nosotros hemos recibido siempre e ilustres testimonios, volcando Nuestro corazón y preocupación, os exhortamos enérgicamente en el Señor a estar diligentemente en guardia contra sus engaños y asechanzas.
ENTONCES, PARA NO PARECER FALTOS A NUESTRO SERVICIO, SIGUIENDO LOS EJEMPLOS DE NUESTROS PREDECESORES, EMITIMOS LA DICHA CONSAGRACIÓN ILEGÍTIMA, SACRÍLEGA E ILEGAL HECHA ENTERAMENTE EN CONTRA DE LAS ÓRDENES DE ESTA SANTA SEDE Y DE LOS SAGRADOS CÁNONES. FINALMENTE, LOS SACERDOTES ANTES MENCIONADOS ARNOLD HARRIS MATHEW, HERBERT IGNATIUM BEALE Y ARTHUR GUILLEUM HOWARTH, Y TODOS LOS DEMÁS QUE DIERON ASISTENCIA, CONSEJO Y CONSENTIMIENTO A ESTE CRIMEN ATROZ, QUEDAN EXCOMULGAMOS, ANATEMATIZAMOS Y EXCOMULGAMOS DE LA COMUNIÓN DE LA IGLESIA, Y LOS TENEMOS ENTERAMENTE POR CISMÁTICOS, Y A LOS CATÓLICOS MANDAMOS Y DECLARAMOS SOLEMNEMENTE QUE DEBEN SER EVITADOS POR TODOS, Y ESPECIALMENTE POR USTEDES.
Empleando el aire, en efecto, como medicina absolutamente necesaria, os exhortamos, amados hijos, a unir vuestras fervientes oraciones a las nuestras, rogando a Dios que se digne traer misericordiosamente a estos inocentes errantes al redil de Cristo y al puerto de la salvación.
Para que lo logréis más eficazmente, con la ayuda de Dios, os impartimos desde el fondo de nuestro corazón la bendición apostólica.
Dado en Roma, junto a San Pedro, bajo el anillo del Pescador, el 11 de febrero de 1911, año octavo de nuestro Pontificado.
Traducción automática
Actas Apostólicas
AAS-03-1911páginas 53-54
https://www.vatican.va/archive/aas/documents/AAS-03-1911-ocr.pdf
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