"Estableced en materia de jurisdicción eclesiástica esos principios vigilianos, de que Jesucristo suple los defectos cometidos en su Iglesia y corrige los errores de los hombres, y abriréis ancha puerta para que el simple clérigo invada los derechos propios del cura párroco, éste los de su obispo, el obispo los del metropolitano ú otra autoridad superior, y éstos los del Jefe supremo de la Iglesia; y habréis introducido la anarquía en la casa de Dios, el desorden y la desolación en la sociedad religiosa; habréis destruido la obra de Jesucristo. Todo lo hizo bien este Señor: el autor del orden no pudo ser causa del desorden: la constitución de su Iglesia y la jerarquía que instituyó en ella están bien marcadas en las sagradas Escrituras y definiciones de los concilios: son invariables porque Jesucristo es infalible y no puede contradecirse"
El equilibrio entre las dos potestades:
ó sea Los derechos de la Iglesia vindicados contra los ataques del Dr. D.F. de P.G. Vigil.
Por el Reverendo Fray Pedro Gual
Tomo 3
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Tenemos hordas de obispones, falsos clérigos vagos, falsos diáconos, falsos monjes, que actúan como si fueran el Papa, haciendo y deshaciendo a su gusto, abrogando Concilios Dogmáticos, Constituciones infalibles y todo lo que se les ponga por delante, como si pudieran, para sus propios espurios intereses, cada cual en su garaje o parking neogalicano, siguiendo una jurisdicción vigiliana, esto es, jansenística, esto es, cismática, esto es, anómica, esto es, el non serviam; y telepredicadores de las fábulas, profetas de estos falsos cristos dando cobertura a esta plaga, y hordas de fanáticos, ciegos guiados por ciegos, aplaudiendo a esta turba de inválidos simuladores, rebeldes y revolucionario y sus sacrilegios, ladrones y asesinos que no han entrado por la puerta de Redil, para que continúen engañando con la rebelión, la revolución, la anarquía, la anomia y la traición a Pedro y a N.S.J.C.