"No se debe permitir que la tragedia de una guerra mundial, con sus ruinas económicas y sociales y con sus aberraciones y perturbaciones morales, caiga por tercera vez sobre la humanidad. Y para que ésta sea protegida de tal azote, es necesario que con seriedad y honradez se proceda a una limitación progresiva y adecuada de los armamentos. El desequilibrio entre un exagerado armamento de los Estados poderosos y el deficiente armamento de los Estados débiles crea un peligro para la conservación de la tranquilidad y de la paz de los pueblos, y aconseja llegar a un límite amplio y proporcionado en la fabricación y en la posesión de armas ofensivas."
S.S.Pío XII 24 de diciembre de 1941.