VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

DIOS OYE NUESTRA ORACIÓN PROQUE NOS AMA.

 "Nuestro Dios no es como los simulacros de los gentiles, que tienen orejas y no oyen, tienen “manos y no hacen mercedes, tienen seno y no aman (Ps. 113). Nuestro Dios es amor, es la misma caridad; y nosotros hemos creído y conocido la caridad que Dios tiene hacia nosotros. “Et nos cognovimus et credidimus caritati, quam hahet Deus in nobis: Deus caritas est” (1 Jo. 4, 16). Este es el misterio del corazón de Dios, el gran misterio del cristianismo. Dios, con aquella infinita y amorosa misericordia que se extiende por todas las criaturas suyas (Ps. 144, 9) nos escuchará —en el momento y del modo: que su providencia bendita lo disponga— si a los pies de su trono brota unánime la plegaria confiada y ardiente, avalorada con la humillación y la penitencia; porque propio es de la suprema eminencia de la bondad y de la caridad divina, no sólo distribuir el ser y el bienestar a todos, sino también oír en su liberalidad los piadosos deseos que se expresan por medio de la oración. ¿No nos ha llamado el Hijo de Dios encarnado, amigos suyos, al hacerlo a sus discípulos? (Cfr. Jo. 15, 15). ¿Y no es propio de la amistad, que quien ama quiera satisfacer las ansias del amado?"


S.S.Pío XII

Homilía del 24-nov.1940.