Haga el Omnipotente que la voz de este Padre de la familia cristiana, de este Siervo de los siervos, que tan indignamente representa - aunque tan realmente entre los hombres - la persona, la palabra, la autoridad de Jesucristo, encuentre pronta y bien dispuesta acogida en las mentes y los corazones.
S.S.Pío XII 24 de agosto de 1939